Como un anuncio que está lejos de la ambición climática que debiera liderar el Presidente Sebastián Piñera y la condena oficializada del carbón para las zonas de sacrificio por otros 20 años, calificó Greenpeace el plan de descarbonización anunciado por el mandatario durante este martes.
«Llama la atención la falta de ambición y urgencia por parte del Presidente a la hora de presentar esta hoja de ruta en el plan de descarbonización del país. Se ha desperdiciado una oportunidad histórica para haber avanzado en el pronto cierre de las zonas de sacrificio. La verdad es que es perfectamente posible un plan que considere tener cerradas todas las plantas el año 2030 y el cierre inmediato de las ocho que el Presidente anunció que serán cerradas al 2025», apuntó Matías Asun, director nacional de Greenpeace en Chile.
En ese sentido, Asun advirtió que «dado que los últimos días entró en funcionamiento una nueva central termoeléctrica, Chile va a llegar con una cifra récord de carbón el día que empiece la cumbre climática que organiza nuestro país. En la práctica, las zonas de sacrificio no van a ver ningún cambio para cuando comience la cumbre».
De acuerdo a la ONG, que el 40% de la electricidad en Chile sea quemando carbón es más propio de una economía de la época de la Revolución Industrial y no de un país que posee todas las potencialidades para basar su generación energética en energías limpias y renovables. «La letra chica del anuncio, sin embargo, es que estaremos retirando las centrales cuando hayan cumplido literalmente el doble de su vida útil», señaló el director de Greenpeace.
Respecto del anuncio de cierre de algunas de las centrales termoeléctricas más antiguas hoy en funcionamiento, lo cual ha sido especialmente destacado por el Gobierno, Matías Asun sostiene: «No tiene mayor novedad. Es como anunciar la próxima jubilación de un trabajador de 65 años. Estas plantas iban a terminar su vida útil en el corto plazo. No hay un aporte especialmente relevante por parte del Gobierno en este punto. Además, llama mucho la atención la ausencia de un cronograma de cierre de las decenas de centrales que seguirán funcionando normalmente».
En el caso de Tocopilla, Greenpeace afirma que el anuncio del cierre de las cuatro centrales no es nuevo, ya que así lo había adelantado la propia empresa hace un año. En ese sentido, añaden que lo verdaderamente novedoso y contradictorio es que el Gobierno acaba de autorizar la entrada en funcionamiento de una nueva termoeléctrica a carbón en esa misma zona equivalente en potencia a estas cuatro que se cerrarán.
La ONG apuntó además que el plan de descarbonización del Ejecutivo se produce el mismo día en que Finlandia ha anunciado su decisión de convertirse en la primera nación del mundo en ser carbono neutral el 2035.
Fuente: Comunicaciones Greenpeace