La Comisión de Hacienda del Senado aprobó este martes 1 de diciembre que las concesiones acuícolas puedan ser entregadas en propiedad a las empresas salmoneras por 25 años y que éstas las puedan hipotecar en los bancos. En tanto el tema de cumplimiento de las normas laborales y caducidad de estos permisos acuícolas será discutido este miércoles con una alta probabilidad que los senadores eliminen estas cláusulas.
La discusión continuará entonces en la Comisión de Hacienda para luego pasar a la votación en la sala plenaria del Senado.
La aprobación sólo contó con el voto en contra del Senador Carlos Ominami, mientras que lo aprobaron, la presidenta de la Comisión, Evelyn Mathei, y el también derechista José García Ruminot, el socialista Camilo Escalona, y reemplazando a Eduardo Frei, participó el democrata cristiano Hosaín Sabag.
La senadora Matthei señaló que entre otras materias «se aprobó el plazo de 25 años que tendrán las concesiones acuícolas con la posibilidad de renovarlas por otros 25 años y la norma que establece el carácter hipotecable de las mismas».
En tanto, el senador Carlos Ominami, justificó su voto en contra respecto al carácter hipotecable de las concesiones porque con esto «se abre paso a la privatización y es un tratamiento específico y discriminatorio contra un sector que ha tenido serios problemas en su comportamiento ambiental, laboral y productivo».
Agregó que esta norma que permite la entrega de las concesiones en garantías a los bancos «no tiene justificación y significa una suerte de privatización de un bien de uso público, porque las entidades financieras podrán rematarlas en un plazo de 3 años si los titulares no pueden explotarlas directamente».
Puntualizó que «eso significa que finalmente será una entidad bancaria la que comenzará a administrar las concesiones acuícolas».
«LEY INDECENTE PARA UNA INDUSTRIA INDECENTE»
Frente a la votación en que los senadores de gobierno se aliaron a la derecha empresarial, el Centro Ecoceanos afirmó que «sólo el secretismo y los acuerdos cupulares entre los ministros de Hacienda y Economía, los banqueros y salmoneros, pudieron finalmente hacer aprobar en dos horas una ley que permite avalar su billonaria deuda privada hipotecando bienes nacionales de uso público, privatizar el litoral de Chiloé, Aysén y Magallanes y utilizar dinero de los contribuyentes chilenos para continuar su destructiva expansión».
La organización ciudadana agregó que lo aprobado «es una ley propia de una republiqueta salmonera. Es una ley indecente para una industria indecente, lo cual nos demuestra que la denominada ‘nueva salmonicultura 2.0’, es sólo relaciones públicas para incautos. Sólo queda seguir luchando y hacer pagar los costos políticos a los responsables de esta impresentable situación que ha ocurrido a pesar de la oposición de ciudadanos, pescadores artesanales, trabajadores, pueblos originarios y los operadores regionales de turismo».
ALIANZA DE BANCOS, SALMONERAS Y GOBIERNO
Frente a la votación, el Senador Carlos Ominami, se manifestó sorprendido por el acuerdo político entre senadores gobiernistas y de la derecha empresarial. «Estas negociaciones marcan un mal precedente, cediendo a la presión de un sector productivo que ha vulnerado en forma reiterada las normas ambientales y laborales».
Ominami reiteró a Ecoceanos News su rechazo a la iniciativa del Ejecutivo, que ha calificado de inconstitucional” e implica “una abierta privatización del mar”.
Agregó que fue uno de los 3 senadores, junto a Guido Girardi y Alejandro Navarro, que votó en contra de la idea de legislar la iniciativa en la Cámara Alta, por considerarla inconstitucional, al hipotecar bienes nacionales de uso público que son entregados gratuitamente por el Estado, para la constitución de avales de deudas privadas.
PINOCHET PRIVATIZÓ EL AGUA Y BACHELET EL MAR
Por su parte, el Senador Guido Girardi dijo a Ecoceanos News que “el proyecto es una vergüenza porque se intenta favorecer a una industria que es absolutamente responsable de la crisis, debido a sus malas prácticas ambientales, y ahora quieren exportar ese modelo de destrucción a la Región de Aysén”.
Girardi agregó que “más encima el Gobierno ha ideado una forma para salvar a la industria del salmón a través de la entrega en concesión de todo el borde costero y nuestro mar, y además como va a ser hipotecable va a quedar en manos de los extranjeros”.
Respecto a las negociaciones para acelerar la tramitación del proyecto, el Senador Girardi dijo que “el acuerdo político es una vergüenza. Es una vergüenza que la dictadura de Pinochet privatizara el agua, y ahora es una vergüenza que un gobierno democrático esté intentando privatizar el mar chileno”.
CANDIDATO FREI DEBERÍA DEFENDER LA SOBERANÍA
Girardi también criticó que el reemplazante en la Comisión de Hacienda del candidato a la presidencia y senador Eduardo Frei, Hosaín Sabag, haya directamente impulsado la eliminación de las causales de cumplimiento a la Ley Laboral en este proyecto.
«Le dije a Sabag hoy día en la mañana que no debería votar a favor del proyecto. Este es un tema que hay que rediscutirlo, porque es un tema país, fundamental para el desarrollo de Chile. Lamentablemente parece que él (Sabag) debería estar más en la derecha que en la Concertación”.
Agregó que “ésta son las cosas que Eduardo Frei no puede aceptar. Considero que Frei tiene que tener una postura clara, patriótica que haga una defensa de la soberanía, una defensa del derecho”.