Hasta la Bahía de Patache, al sur de Iquique, llegaron esta mañana los candidatos presidenciales Alejandro Navarro y Pamela Jiles, a inspeccionar en terreno el lugar en donde se pretenden instalar dos termoeléctricas, cuyos permisos para su emplazamiento- que cuentan con la férrea oposición de parte de los vecinos y de grupos ambientalistas de Tarapacá- están siendo evaluados por la Conama.
Desde el lugar, en donde hace trece años ya opera una industria de esas características, la central Celta S. A., de propiedad de Endesa, Navarro junto a su abogado, manifestó su compromiso para desarrollar todas las acciones judiciales “que impidan la instalación de estas nuevas termoeléctricas en la zona, puesto que Iquique ya tiene la experiencia de lo que significa este tipo de emplazamientos, que conlleva a simple vista el negativo impacto medioambiental sobre el territorio y también sobre el medio marino”, expresó.
El presidencieble del MAS señaló que “pensar en que en la Bahía de Patache se construyan dos centrales más, va a triplicar o cuadruplicar el impacto que hoy observamos en la central actual; y a la vez, se va a entregar una pésima señal de nuestro país, respecto a la instalación y la proliferación de termoelectricas, lo que va a exponer a Chile como un emisor importante de contaminantes a nivel continental”.
“Lo que tenemos que definir-continuó- es una matriz energética en donde el carbón no sea el principal elemento, dado su alto impacto medioambiental. Lo que Chile necesita son tecnologías alternativas no contaminantes; y en el desierto de más alta luminosidad se requiere energía alternativa, como por ejemplo la solar. Y para ello hay que hacer inversión. Iquique no requiere de dos o tres termoeléctricas, pues lo único que causarán son impactos negativos que, en definitiva, inviabilizarán otros proyectos que requieren respaldo estatal”.
Por Carolina Aedo