La Superintendencia del Medioambiente detectó una serie de infracciones cometidas por Enel Generación Chile S.A. (ex Endesa), en el marco de la construcción del proyecto hidroeléctrico Los Cóndores, emplazado en la comuna de San Clemente, donde nace el río Maule.
Según consta en la formulación de cargos de la SMA realizada en abril de este año, la empresa efectuó un vertimiento de aguas contaminadas al caudal, sin informar el hecho a las autoridades.
Uno de los informes de fiscalización relata que «el 13 de febrero de 2016, se produjo un afloramiento de aguas en el túnel de aducción de la Central Los Cóndores, denominado Pique de Válvulas, ubicado muy cerca del pie de muro de la presa de la Laguna del Maule», por lo cual «se tomó la decisión de descargar riles no tratados directamente al vertedero de seguridad», que desemboca en el río Maule.
La situación, que se extendió hasta el día 15 del mismo mes, «no fue notificada por la empresa a los organismos competentes, enterándose estos últimos de la contingencia ambiental a través de denuncias ciudadanas» efectuadas por el perito de SAV Forense, Francisco Pulgar, quien además remitió los antecedentes a la Fiscalía.
En la denuncia, Pulgar acompañó registros de una conversación que mantuvo con un geólogo de Ferrovial Agroman SA, firma encargada de las obras de Endesa, e imágenes y videos del colapso del Pique.
El investigador y además vecino del sector afirmó que el agua vertida en el río Maule contenía cemento, fibra de vidrio, aditivo Master Rock y petróleo, mezcla que, necesariamente, de acuerdo a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de Los Cóndores, «debería haberse tratado en la planta de tratamiento y purificación» de Ferrovial, pero terminó siendo reintegrada al cauce «a través de una tubería de plástico».
La infracción por vertimiento de líquidos fue clasificada por la SMA como «gravísima», al constituir una omisión -de informar- por parte de Endesa, que evitó el ejercicio de atribuciones de esa entidad.
La misma clasificación recibió otro incumplimiento de la firma de capitales europeos: la modificación de las «medidas de mitigación de impactos sobre flora y fauna, sin contar con autorización ambiental para ello», según el documento al que accedió El Ciudadano.
La SMA indicó en su oficio que Endesa incluyó nuevas especies de fauna y eliminó otras en la línea de base evaluada, que efectuó labores de rescate de éstas en un área menor a la autorizada (195,26 contra 238,31 hectáreas), y que no presentó un estudio de relocalización de las especies.
También, como falta «leve», se identificó la existencia de un «acopio de material de excavación, que sobrepasaba el cerco perimetral del campamento, utilizando una zona no considerada en la evaluación ambiental para acopio o botadero de este tipo de material».