Durante la tarde de este martes 29 de junio la Comisión de Evaluación de Magallanes y la Antártica Chilena aprobó con 8 votos a favor la evaluación ambiental del proyecto de ensanchamiento del Canal Kirke, ubicado en la Patagonia chilena. El proyecto consiste en ejecutar obras de ensanche que permitan la navegación de naves que requieran pasar por el canal, que es la actual ruta de navegación hacia Puerto Natales.
El proyecto de ensanchamiento busca facilitar la navegación por el Canal Kirke, debido a que es uno de los pasos más complejos del país, con solo 60 metros de ancho. Pero algunas comunidades de la zona se oponen a la intervención del canal, debido a que el área corresponde a un paso ancestral kawésqar. Además, las obras de ensanche podrían afectar la fauna marina.
El proyecto de ensanchamiento del Canal Kirke fue admitido a trámite en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) el 27 de diciembre de 2017. El informe de participación ciudadana del proyecto refleja las inquietudes de las comunidades que se oponen a la intervención del Canal Kirke. En primer lugar, las comunidades alertaron sobre la presencia de mamíferos marinos que podrían verse afectados debido a que existiría un sitio con loberas a las que las hembras preñadas acuden a parir.
Pero el punto más importante para las comunidades de la zona es que el Canal Kirke constituye un paso utilizado ancestralmente por el pueblo kawésqar y que es una costumbre mantenida en la actualidad, lo que correspondería a una afectación al medio humano indígena. El proyecto de ensanchamiento del canal también levantó preocupación debido a su cercanía a los límites de la Reserva Nacional Kawésqar, una biósfera milenaria y única en el mundo que se ha convertido en espacio de resistencia indígena y científica contra la salmonicultura.
Sin embargo, el informe consolidado de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) recomendó aprobar íntegramente el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto debido a que los “errores, omisiones e inexactitudes planteados en los Informes Consolidados de Aclaraciones, Rectificaciones y Ampliaciones” ya habían sido corregidos.
El SEA de la región consideró que el proyecto “cumple con la normativa de carácter ambiental” y también “los requisitos de otorgamiento de carácter ambiental contenidos en los permisos ambientales sectoriales.” Las áreas de preocupación de la comunidad fueron calificadas como “impactos no significativos”, por lo que solo deberán contar con planes de manejo específicos.