El abogado ambientalista y sobrino del ex presidente de EE.UU., John F. Kennedy, llegó a la isla invitado por la Universidad de Puerto Rico para hablar, entre otros temas, sobre Cuba y la histórica reapertura de relaciones entre la mayor de las antillas caribeñas. Como pocos, Robert Francis Kennedy, Jr. ha mantenido por años una particular relación con Cuba que incluye encuentros y conversaciones privadas con el hasta hace poco presidente de esa nación, Fidel Castro.
-¿Por qué la Universidad de Puerto Rico lo invitó a hablar sobre Cuba?
-Recientemente publiqué una serie de cuatro artículos sobre Cuba. No vienen realmente de haber estudiado por años la historia de Cuba sino de mi propia experiencia personal. Fui afectado desde bien joven por nuestra relación (familiar) con Cuba. Desde que era un niño mi casa estaba llena con POW (prisioneros de Guerra por sus siglas en inglés) que eran liberados de la Bahía de Cochinos (tras la abortada invasión de cubanos exiliados anticastristas apoyados por el gobierno de Estados Unidos a principios de los 60).
Mi padre (el ex fiscal general de Estados Unidos) pasó mucho tiempo buscando la liberación de prisioneros, tramitando la reubicación de muchos, encontrábamos casas cerca de nuestra casa en Virginia para ayudar a tantos cuantos quisieran relocalización. Harry Ruiz (exiliado cubano aliado a la familia), venía a casa en el verano, corríamos caballos en las mañanas, venía a las vacaciones para esquiar con nosotros. Por muchos años, durante el inicio de la administración Kennedy, la brigada cubana fue muy cercana a mi padre. Y luego, cuando mi tío, el presidente (John F.) Kennedy, durante el último año de su administración estuvo buscando a Castro para distender y normalizar relaciones…
-¿Cómo ve ahora esta apertura?
-Si bien los Castro han sido una dictadura, no ha sido la peor del mundo. Además, a pesar de ser unos dictadores, la revolución ha tenido sus logros, incluido el ambiente, es el más limpio del Caribe, tiene los mejores arrecifes de coral, las mejores playas, pescaderías. Y tienen playas abiertas distinto a Puerto Rico o el resto del Caribe, la gente pobre puede ir a las playas, le pertenecen y pueden tener acceso al océano. Las playas en Cuba están llenas de la gente pobre, de gente común y corriente, eso es algo que quieres mantener. Cuba reclama que tiene las escuelas con mejor educación en la región, eso es algo que uno querría continuar. Cuba tiene el mejor equipo de médicos y cuidado médico para su gente, y Cuba dice que aun cuando hay pobreza, nadie muere de hambre y nosotros vimos eso cuando fuimos: todo el mundo tiene un libro de pases, te lo dan al inicio del año y dura todo el año para lo básico. Si trabajas recibes más, pero si no trabajas al menos tienes eso. Si vas a países cercanos como República Dominicana o Haití hay gente pasando hambre.
-¿Qué significa para usted la palabra Monsanto?
-Monsanto es la corporación más maléfica en el mundo y sabemos que el glifosato de Monsanto está exterminando una docena de especies de animales, también causa cáncer en humanos. El maíz de Monsanto está en todo, lo que significa que el glifosato está en todo. ¡Lo ha puesto en mi cuerpo y no le he dado permiso para hacerlo!
-¿Qué le diría a una población en la que Monsanto y otras corporaciones similares han experimentado en tierras públicas y privadas desarrollando semillas? ¿Qué le diría a las autoridades?
-Les diría que sean muy, muy cuidadosos. Esta compañía no está para beneficiarles, está haciendo un daño tremendo en todo el globo, está destruyendo granjeros y familias de granjeros por todos lados, está envenenando a millones de personas. Plantaciones genéticamente modificadas para ser resistentes a los pesticidas, para ser resistentes al glifosato, que es un pesticida que va a matar todo menos el maíz. Por los primero años parece trabajar, pero luego el suelo muere, mata todo y le da cáncer a la gente y ahora lo tenemos en todo. Es una compañía sin conciencia.
Extracto entrevista realizada por elnuevodia.com
Edición El Ciudadano