Solicitan destinar utilidades de Codelco a reparación de Bahía de Chañaral

La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que solicita que parte de las utilidades de Codelco sean utilizadas para la reparación ambiental de la zona, donde fueron vertidos, primero por la estadounidense Andes Copper Minning Company y después por la estatal Codelco, más de 350 millones de toneladas de relaves tóxicos procedentes de las actividades mineras de Potrerillos y El Salvador entre 1938 y 1988.

Solicitan destinar utilidades de Codelco a reparación de Bahía de Chañaral

Autor: CVN
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Con 52 votos a favor y 3 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó hace unos días el proyecto de resolución N° 155, que solicita a Bachelet la instauración de una norma que permita destinar parte de las utilidades de Codelco a la recuperación ambiental de la bahía de Chañaral, a través de la creación y puesta en marcha de un «Plan de Recuperación Ambiental”.

Desde la web de la cámara de diputados se señaló que  “a través del concurso de voluntades y de recursos del Estado y de Codelco Chile” se buscará establecer un programa especial “que permita promover el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de la población de Chañaral con iniciativas que apunten a diversificar la matriz productiva de la comuna, y a contrarrestar los impactos negativos provenientes de los relaves de yacimientos mineros cercanos”; migajas para las familias del sector, afectadas desde hace más de 70 años por la contaminación que provocó el vertido de relaves tóxicos provenientes de la explotación del cobre en las mineras de la zona.

Los hechos

El desastre comenzó en 1938, cuando la empresa estadounidense Andes Copper Mining Company explotó, primero y hasta 1959, el yacimiento Potrerillos, para, agotado este, seguir por El Salvador, procediendo a verter los materiales tóxicos provenientes en el río Salado, que desembocaba en la Bahía de Chañaral ( pasando por Llanta, Diego de Almagro y El Salado).

Cuando tras  la nacionalización del cobre impulsada por Allende, la explotación pasó a manos de Codelco, esta heredó la práctica de evacuación de relaves a través de la División Salvador, una de las divisiones de la cuprífera chilena, que siguió vertiendo los desechos en el mismo lugar. Eso  hasta 1974,  año en que el río Salado fue desplazado 9 kilómetros al norte y los desechos comenzaron a ir a parar a la zona de Caleta Palito.

Sin embargo, según señala Manuel Cortés, ecologista y presidente de Chadenatur,  “la corriente de Humboldt y la dinámica costera provocaron que el área contaminada de 5 millas en el mar aumentara a 20 millas, extendiéndose a la zona del Parque Nacional Pan de Azúcar, uno de los lugares costeros de mayor valor ambiental de la Región de Atacama.”.

Esta situación no se detuvo hasta 1988, año en que la Corte Suprema acogió el recurso de protección interpuesto por las comunidades y decretó responsabilidad legal de Coldeco Chile, obligándole a cesar el vertimiento de desechos contaminantes al mar.

Pero a esas alturas el daño era ya irreparable; se calcula que se habrían vertido alrededor de 350 millones de toneladas de relaves durante los más de 50 años, contaminación que en la Bahía de Chañaral hizo que el mar se retirara dos kilómetros al interior, creando una playa artificial que dejó inservible la infraestructura portuaria del lugar, y haciendo desaparecer por completo  cualquier signo de vida en los 15 kilómetros de extensión litoral que unen Punta Achurra y Cerro Castillo, así como en los 5 correspondientes a la Bahía de Chañaral.

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Los daños físicos y químicos que asediaron la zona, constatados en numerosos informes de organismos competentes, se reprodujeron en perjuicios económicos y relativos a la salud de los habitantes de la zona, que todavía no han recibido de parte del gobierno las ayudas necesarias ni las medidas medioambientales que precisa la mitigación de los efectos nocivos causados por la empresa estatal.

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Es por ello, que si bien Cortés valoró positivamente la medida y la catalogó de “interesante” y digna de agradecer, sostuvo que  mantienen las “inquietudes en relación a lo que ellos entienden por Recuperación Ambiental de la Bahía, toda vez, que la calidad de vida y la salud misma de sus habitantes debiera ser la preocupación mayor, no es la bahía la que sufre sino que por el contrario son sus habitantes, aun cuando reconocemos la bahía como agente emisor de la contaminación, y por otra parte, que CODELCO CHILE destine parte de las utilidades es una opción más, aunque sea Codelco del Estado, es el mismo Estado el que debiera haber hecho algo significativo en esta dramática situación ambiental de hace décadas”.

Cortés agregó que“esperamos expectantes esta iniciativa que superó la responsabilidad del gobierno comunal local que históricamente negó la contaminación blindando a la Minera Estatal (Codelco), ahora la gran responsabilidad la tiene la Presidenta de la República, Dra. Michell Bachelet Jeria”

La iniciativa fue presentada depor la diputada Daniella Cicardini (PS), junto a Cristina Girardi (PPD), Marcela Hernando (PRSD), Marcos Espinosa (PRSD), Roberto Poblete(Ind), Daniel Melo (PS), Ramón Farías (PPD), Claudio Arriagada (DC), Luis Lemus (PS) y Leonardo Soto (PS).

El baño de Ricardo Lagos  «fue un retroceso a nuestras aspiraciones por acciones mitigadoras y de justicia social»

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El 31 de Diciembre de 2003, el entonces presidente Ricardo Lagos, en una acción propagandística, traicionando su labor al servicio de los ciudadanos para respaldar a la empresa Codelco, se remojó las piernas en la Playa Grande de Chañaral, ante la perplejidad de los vecinos afectados y contra lo aconsejado por expertos en base a los informes generados.

“No nos cabe ninguna duda que el mediático baño del ex Presidente de la Republica marcó un antes y un después en la historia de una localidad cuya contaminación ha persistido por 75 años en forma ininterrumpida y cuya acción será recordada con vergüenza por la comunidad”, señaló Cortez el pasado año, al cumplirse 10 años del ‘chapuzón’.

“Fue un hecho que ocurrió justamente el 30 de diciembre de 2003, hace 10 años, y hoy lo manifiesto con rabia acumulada durante mucho tiempo, fue un retroceso a nuestras aspiraciones por acciones mitigadoras y de justicia social que además, permitió darle un gran respiro a la Minera Estatal más grande del mundo y de paso dar a entender que CODELCO CHILE, responsable legal de esta barbaridad ambiental, tiene un pasado del que no tiene que avergonzarse. No es menor, el hecho de fondo, que toda una administración de gobierno, se coludiera además con la Intendenta de ese entonces, la Gobernadora, el Gerente General de División Salvador de CODELCO y el Alcalde que hoy sigue en ejercicio en la Comuna”, agregó entonces el dirigente ecologista.

Un repaso por los titulares y noticias publicadas aquellos días, da cuenta de que el apoyo a Codelco incluía los servicios de la prensa empresarial;

EMOL: “Presidente Lagos cumple promesa y se baña en Playa de Chañaral”.

Además de puntualizar que el ex mandatario “hizo un alto en sus vacaciones” y que vestía “un traje de baño azul”, Emol se permite afirmar que la Bahía se contaminó producto de la acción de antiguas faenas mineras estadounidenses asentadas en la zona”, sin nombrar en ningún momento a Codelco.

Codelco, por cierto, también aprovechó la ocasión para hacer publicidad, publicando una nota corporativa en su web, en la que atribuye los méritos (el baño del presidente) a una supuesta recuperación ambiental llevada a cabo por la División Salvador desde 2001, que no sería tan efectiva como plantearon en su momento dada la situación actual y el proyecto de ley aprobado.

La División Salvador de Codelco Chile se hizo cargo de su recuperación ambiental en 2001, entregándola a la comunidad para su uso como balneario el pasado día 20. (…)

Interrumpiendo sus vacaciones en Caleu, el Presidente voló hasta esta ciudad del norte del país y se zambulló en sus aguas. Ataviado con un bañador azul y acompañado sólo de su guardia personal, el gobernante sorprendió gratamente a la comunidad.

A su llegada a Chañaral lo esperaban la intendenta de Atacama, Yasna Provoste; la gobernadora, Clara Ossandón, y el alcalde, Héctor Volta, además del gerente general de División Salvador, Julio Cifuentes, y Eduardo Silva, director de comunicaciones de la división.”

En general, los medios masivos apoyaron  pasivamente la acción del Presidente y hablaron de una resurrección de la zona, véase el caso del medio La Nación, en el que el periodista Erick Bellido ofrecía un relato totalmente tergiversado y alejado de la realidad , lo que fue duramente criticado por Cortés en una carta a raíz de la publciación.

Cortés ha reiterado que “Ricardo Lagos no tiene ninguna excusa, él lo sabía, tres años antes los abogados José Miguel Nieto y Felipe Torrealba en representación de la Junta de Vecinos No. 14 de Chañaral, habían hecho llegar una carta al Palacio de la Moneda, cuyo timbre de recepción marca la fecha 13 de octubre del 2000, misiva en la cual detallaban no sólo los problemas de salud y calidad de vida que afectaban a los pobladores sino que también planteaban que “esta situación constituye un error político de proporciones, toda vez que se está transformando un problema entre la comunidad y una empresa minera, en una situación político-social de insospechados alcances. Si bien CODELCO es una empresa del Estado, no es menos cierto que es autónoma, tiene personalidad jurídica y patrimonio propio, y además, no entrega todas sus utilidades al Estado; Evidentemente el error político y social del ex Presidente, aparte de brutal, fue también premeditado”.

Finalmente el ecologista plantea que, “sin duda alguna Ricardo Lagos utilizó a la comunidad de Chañaral, para que los mercados internacionales entregaran el Sello Verde a CODELCO y seguir vendiendo el cobre que supuestamente es de todos los chilenos, en menoscabo de la calidad de vida y la salud de los habitantes de Chañaral, esta acción merece ser recordada como malversación de la información que engañó a cientos de familias y esa vergüenza debe ser recordada siempre, tan así como el MOP-Gate, en este caso Playa-Gate, en consecuencia el titulo de estadista se le ha caído, dado que el concepto se aplica a aquellos que poseen una mirada excepcionalmente lúcida a largo plazo, aquel que piensa en las futuras generaciones, en este caso los efectos contaminantes podrán hacerlo recordar en los años venideros”.

Siguiendo los pasos del ministro franquista Manuel Fraga

palomares--647x347 Dibujo del baño de Fraga en Palomares

Salvando las distancias entre ambos casos, es reseñable la similitud con la actuación de Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo  del dictador español Francisco Franco,  que en 1966 se bañó en el área afectada por el choque entre un avión norteamericano cargado con armas nucleares con su nave nodriza, que provocó  que 4 bombas  cayeran al mar sin estallar, generando una fuerte contaminación radioactiva.

Ambos chapuzones esconden el interés por beneficiar intereses económicos en detrimento de la seguridad y el respeto a los derechos de los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente limpio y libre de contaminantes.

Fraga, acompañado del embajador norteamericano, se introdujo en las aguas de la provincia andaluza de Palomares para demostrar al mundo que no había riesgo de contaminación.

“No era peligroso bañarse en el mar –recuerda Francisco Castejón, portavoz de campañas antinucleares de Ecologistas en Acción en 2011– porque no estaba contaminado; lo radiactivo hubiera sido rebozarse en la tierra, donde cayó el plutonio y de donde el Gobierno estadounidense sacó 5.000 bidones de material radiactivo”. Cuarenta y cuatro años después, explicó  Castejón, parte de la contaminación sigue ahí “acotada en un área de sesenta hectáreas que ninguna Administración ha sido capaz de solucionar”.

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