Controversia ha causado el edificio de la Universidad de Chile financiado por Celulosa Arauco. Estudiantes de la casa de estudios se mantienen en alerta ante posibles convenios, mientras que Acción por los Cisnes, califica la situación como una relación perversa.
La Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, bautizó el edificio como “Pabellón Arauco”.
En su inauguración, el rector Víctor Pérez indicó que la unión virtuosa entre universidad e industria, puede generar excelentes resultados, como la construcción de este pabellón, y la interacción en ámbitos de la investigación y la docencia de pre y postgrado.
Pérez además destacó el trabajo de larga data y los proyectos de investigación que ha realizado esta Facultad junto a Celulosa Arauco y Constitución y otras unidades académicas de esta Casa de Estudios.
Celulosa Arauco, del grupo Angellini, está implicada en la contaminación del río Cruces y en la desaparición del luchecillo y la muerte de los cisnes de cuello negro que habitaban el santuario Carlos Anwandter, de Valdivia. Su planta de San José de la Mariquina vierte sus deshechos organoclorados en los ríos valdivianos, así como también sus otras plantas de Constitución y Licantén hace lo propio en los ecosistemas de sus territorios.
La empresa de celulosa ha tratado de blanquear su imagen auspiciando investigaciones que desvinculen su responsabilidad en la contaminación de los territorios que rodean sus plantas.
El Pabellón Arauco es un edificio de casi 520 metros cuadrados que cuenta con salas de clases, laboratorios de informática, salas de estudio para alumnos y lugares de esparcimiento.
Mauricio Valencia, secretario de Comunicaciones de la Federación de Estudiantes (Fech) y alumno de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile, señaló que hasta el momento le han asegurado que sólo es un aporte en dinero para la construcción, pero que se mantendrán en alerta, porque no permitirán que la universidad pública del país esté al servicio de una empresa que ha causado tanto daño ambiental.
Por otra parte, José Araya, integrante del Movimiento Ciudadano Acción por Los Cisnes, aseveró que es una relación perversa que no busca contribuir a la comunidad, sino sólo comprar a las casas de estudios para favorecer a la empresa.
En tanto, la investigación contra la empresa por el desastre en el río Cruces sigue su curso. En el proceso, la única perito judicial que ha sido objetada por el Consejo de Defensa del Estado, es Irma Vila, docente de la Universidad de Chile que hizo informes anteriormente a favor de Celco, por lo cual para el CDE, ya se conocía su opinión.
Valdivia Noticias– El Ciudadano