Este lunes, el Gobierno decretó alerta sanitaria para las comunas de Quintero y Puchuncaví, afectadas por reiterados episodios de contaminación desde hace poco más de un mes. La medida, explicó la titular de la cartera, Carolina Schmidt, “permite suspender faenas contaminantes en toda la zona”.
Además, la secretaria de Estado expuso la intención del Gobierno de endurecer la ley ambiental, estableciendo por primera vez en Chile una norma horaria de dióxido de azufre, el mayor contaminante en la zona.
El Plan de Descontaminación para la zona fue otra de las promesas de la ministra Schmidt. En diciembre de 2017, el contralor Jorge Bermúdez se abstuvo de tomar razón y planteó que las iniciativas del plan “no se traducen en una efectiva reducción de los contaminantes de que se trata, por lo que el presente instrumento de gestión ambiental no cumple con la finalidad de la normativa”.
Un mes en crisis
La declaración de alerta sanitaria para la zona era una de las demandas de los vecinos movilizados de ambas comunas de la región de Valparaíso. En horas de esta mañana, Jorge Salazar, dirigente de la organización Acción EcoSocial Quintero, destacaba que esta medida preventiva era necesaria “para que haya la paralización del parque industrial”.
Por otro lado, el anuncio de Schmidt se concreta luego de que el Comité Operativo de Emergencia (COE) levantara la alerta amarilla que regía para la zona, con lo cual se dio reinicio a las clases para casi 10 mil estudiantes, pertenecientes a 31 establecimientos y 19 jardines infantiles.
Durante esta jornada, la comunidad organizada también recurrió a tribunales. Según consigna Cooperativa, pescadores artesanales de Quintero presentaron una denuncia por vertimiento de más de 4 toneladas de carbón en playa de Ventanas, hecho ocurrido el pasado 19 de septiembre.
El 21 de agosto pasado ocurrió el primer episodio de descontaminación masiva en Quintero y Puchuncaví. Desde esa fecha, más de 600 personas han reportado síntomas de intoxicación, pese a que en dos ocasiones se ha decretado alerta amarilla. Incluso, hubo un intento fallido de retomar las actividades escolares, a inicios de septiembre, pero en esa oportunidad, un centenar de personas presentó malestar asociado a la mala calidad del aire.