Vista del río Sonora, contaminado por un derrame de ácido. / H. GUERRERO (AFP)
Un “fallo estructural” de la mina Buenavista del Cobre, una de las más grandes del mundo, provocó el derrame de 40.000 metros cúbicos de ácido sulfúrico sobre el río Sonora, de 420 kilómetros de longitud, en el noroeste de México y una emergencia ambiental que ha dejado sin suministro de agua a 20.000 personas en una de las regiones más calurosas y desérticas del país.
La fuga, explicó la empresa Grupo México en un comunicado, se debió a unas lluvias “atípicas” que causaron el desborde de una de las presas de Buenavista del Cobre, en Cananea, a 88 kilómetros de la frontera con Arizona (EE UU) y a más de 2.000 de la capital de país. Tiene 9.000 empleados, produce una 200.000 toneladas al año del mineral y está siendo ampliada para llegar a 510.000 toneladas en 2016. El ácido sulfúrico se utiliza para separar el cobre del mineral común en el proceso.
El derrame pintó el río de un intenso anaranjado y puso en alerta a siete municipios. Ocurrió el pasado 6 de agosto, pero el alcalde de Cananea aseguró que la empresa minera no informó de lo ocurrido sino hasta 24 horas después.
El vicepresidente de Relaciones Internacionales de la empresa, Juan Rebolledo, añadió que “el contenido de estos ácidos no es tóxico en sí mismo”, afirmó en declaraciones a la cadena Radio Fórmula. “Nosotros avisamos por teléfono el día del evento. A las 24 horas se mandó un correo electrónico a la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) y a las autoridades estatales”.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), el organismo oficial que controla el suministro, ordenó la suspensión del líquido en los poblados de Sonora donde las temperaturas, en verano, rebasan con facilidad los 40 grados. El derrame ocurrió en la preciada temporada de lluvias. Además, las autoridades han ordenado la suspensión de clases en los municipios que rodean la cuenca del río. Ochenta y ocho escuelas permanecerán cerradas al menos por una semana y más de 5.800 niños no asistirán a las aulas. La emergencia también afecta al turismo de la región: el Gobierno de Sonora promociona la cuenca del río como uno de los atractivos turísticos de la zona.
Los habitantes de los pueblos afectados se lamentan, además, no haber sido avisados ni por la minera ni por las autoridades del daño causado ni de la suspensión del suministro de agua. Pasaron cuatro días antes de que las autoridades les informaran de que debían mantener a sus animales alejados del río. “Si matan una vaca, no sabemos si podemos comerla. Dicen que si el ganado ha bebido un poco de esa agua, se infecta”, explicó Ramona Yesenia, vecina del poblado de Arizpe, a France Presse.
Uno de los desagües de la mina Buenavista del Cobre, en Cananea (Sonora, noroeste de México). / HECTOR GUERRERO (AFP)
Conagua ha efectuado 56 muestras en distintos puntos del río pero no ha difundido aún los resultados. “Los exámenes continuarán hasta que demuestren que el agua no representa riesgo para la salud”, indicó el organismo oficial en un comunicado. La institución ha anunciado también que la responsabilidad de analizar el río por los próximos cinco años es de la propia mina. “¿Por qué no lo sigue haciendo la Conagua? Es ilógico”, afirmó el activista local Rafael Chávez. Los alcaldes de los siete municipios afectados anunciaron este lunes que demandarán a la empresa minera por los daños causados a los habitantes.
Sonora es uno de los estados con mayor actividad agrícola y ganadera de México, y es el principal productor minero del país: aporta el 27% de la extracción de minerales. Produce oro, cobre, grafito, wollastonita, carbón antártico y molibdeno. Las denuncias de contaminación sobre el Río Sonora no son nuevas: un artículo de 2012 ya acusaba de que los pueblos de la ribera no cuentan con ninguna planta que trate las aguas negras que expulsan las minas de la región.
Verónica Calderón/México- ElPaís