Desde 1978 hasta 1996, 22 comunas de la capital depositaron su basura en el vertedero Cerros de Renca, comuna de Quilicura, que hoy, sin haberse saneado ni llevado a cabo los planes de manejo de cierre necesarios, abarca una extensión aproximada de 52 hectáreas bajo las que se ubican las napas subterráneas desde donde Aguas Andinas extrae el agua que consumen las más de 222 mil personas que hoy viven en la comuna de Quilicura.
Tras años de lucha y ante la aparente ineptitud de las autoridades, ahora los vecinos de Quilicura, agrupados en Asamblea Popular, se han organizado y llevan adelante una campaña de información y recolección de firmas, las cuales formarán parte de una denuncia colectiva que se presentará el próximo 29 de diciembre en el Juzgado de Policía Local; A las 17 horas los ciudadanos marcharán desde la plaza principal de la comuna hasta el juzgado bajo el lema «Únete a la denuncia. Miles contra el vertedero».
Ex-Vertedero Cerros de Renca
En 1996, tras 18 años de funcionamiento, el Servicio de Salud y Medio Ambiente de la Región Metropolitana determina clausurar el vertedero por considerarlo de «alto riesgo» y exige el pertinente plan de cierre, que presenta el Consejo de Alcaldes de Renca, siendo rechazado por la institución por no adecuarse a las normas ambientales. Tras posteriores intentos fallidos, finalmente en 2004, ocho años después, el SESMA aprueba el plan de cierre. En esta ocasión el problema fue que a pesar de ser aprobado, este no cumplió con los objetivos dirigidos a evitar los problemas ambientales que el vertedero estaba acarreando, por lo que fue inservible de cara a acabar con el problema de los vecinos de la comuna.
Tres años pasaron hasta que en el año 2007, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en conjunto con las autoridades regionales y locales pertinentes, aprobó un Convenio por el que se comprometía la entrega al PNUD de 5 millones de dólares para el “Rediseño e Implementación de plan cierre del Ex Vertedero Cerros de Renca” y del exvertedero Lo Errázuriz, los que serían otorgados por el Estado a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere).
Dónde está la plata
De los 5 millones de dólares, se habrían entregado 605 millones de pesos al Municipio de Quilicura, que el 28 de junio de 2007 traspasó al PNUD, los cuales irían destinados al proceso de saneamiento en lo relativo al manejo de los líquidos lixiviados, de gases tóxicos, y como objetivo último, a la construcción de un parque para la comuna en el lugar donde había estado emplazado el vertedero. Sin embargo, estas faenas nunca llegaron a realizarse, motivo por el cual en 2011, Contraloría emitió un informe en el que evidenció mala rendición de los fondos, situación ante la que la SUBDERE decidió congelar la entrega de fondos.
Según lo señalado en el informe emitido por el Contralor, existen diversas irregularidades en el manejo de fondos, entre ellas el arriendo de vehículos en Concepción, siendo que el proyecto se ejecutaría en Santiago, ilegibilidad de los documentos, imposibilidad de acceder a los originales o diferencias entre los montos señalados en el resumen y las cifras respaldadas con facturas.
A estas evidencias se suman las observaciones realizadas por la misma Contraloría tras una inspección al basural en 2011, donde constataron que no existe tratamiento de los líquidos tóxicos ni monitoreo de aguas subterráneas, ratificando lo señalado por la Seremi en las inspecciones que realizó en 2010.
El único gasto constatado es una piscina donde se tiraron a la basura, y nunca mejor dicho, 60 millones de pesos, ya que esta nunca fue utilizada para el tratamiento de los percolados, encontrándose hoy en un deplorable estado de abandono.
En estos momentos, la fiscal Macarena Cañas, de la Fiscalía Centro Norte, lleva la arista económica referente a dichos fondos, dentro de la investigación por presunto delito ambiental que ameritó la denuncia presentada ante la referida Fiscalía por Francisco Saavedra, ingeniero en prevención de riesgos y medio ambiente.
Otras diligencias
Entre tanto, el 10 de Julio de 2009, la municipalidad de Qulicura ingresó al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental la “Declaración de Impacto Ambiental Saneamiento Ambiental de Ex Vertedero Cerros de Renca Primera Etapa”. El proyecto sometido a DIA contemplaba como objetivos iniciar las obras de saneamiento del Ex Vertedero Cerros de Renca, específicamente en lo que dice relación con las obras de manejo de biogás, lixiviados y la gestión de los residuos industriales acopiados en el lugar, más ninguna solución en relación al cierre del Vertedero. Cabe señalar que la DIA señala además que se generarían desechos sólidos, denominándolos “residuos de obras civiles” en la etapa de construcción, como “residuos de mantenimiento” en la fase de operación, los cuales serían dispuestos en el mismo Vertedero Cerros de Renca. Lo cual significa que el Vertedero Cerros de Renca seguiría funcionando como relleno sanitario lo que claramente agravaba la situación.
Sin embargo, estos problemas no se materializaron, ya que, pese a la aprobación del proyecto, a día de hoy todavía no ha sido ejecutado.
Reapertura del vertedero
En Marzo de 2010, y debido al incremento de escombros de la Región Metropolitana producto del terremoto, la Administradora Municipal de aquel entonces Pamela Vilchez, en representación de la Municipalidad de Quilicura solicita permiso a la SEREMI de Salud de la Región Metropolitana para depositar escombros en el Vertedero Cerros de Renca, pese a los planes de cierre del mismo, solicitud a la cual se accedió mediante resolución.
Sanciones a la Municipalidad
Como consecuencia de las múltiples fallas detectadas, en agosto de 2010, la Seremi de Salud de la Región metropolitana aplica una multa de 20 UTM y exige la implementación de una serie de medidas sanitarias que hasta el día de hoy no han sido ejecutadas. Así, en julio de 2011 la Superintendencia de Servicios Sanitarios sancionó nuevamente a la Municipalidad por considerar que la situación del vertedero podría «poner en peligro la salud de la población».
Las amenazas que enfrentan los vecinos
Ante el incumplimiento de lo establecido en el Plan de Cierre del vertedero, los vecinos actualmente están expuestos a varias amenazas que ponen en peligro su salud y transgreden su derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
Contaminación atmosférica
El no tratamiento de los gases tóxicos emanados, especialmente del metano, ha propiciado la continuada y creciente contaminación del ambiente de la comuna, afectando especialmente a los sectores de Villas Gildemeister, Teniente Pizoleo y El Descanso, desde donde se ha reclamado por la existencia de gas metano en el alcantarillado.
Cabe decir que el metano no es el único tóxico al que están expuestos los vecinos, gases sulfúricos o vinilcloro y benceno -estos dos últimos cancerígenos- también forman parte del paquete de consecuencias adherido a la irresponsabilidad mostrada por la autoridades, quienes estando en conocimiento de la situación actual no han sido capaces de alcanzar un consenso que permita cumplir con la obligatoriedad del estado a proporcionar a sus ciudadanos un medio ambiente libre de contaminación.
El hecho de que no haya una impermeabilización adecuada del vertedero, así como el de que nunca haya existido una gestión de residuos peligrosos, habiéndose vertido todo tipo de materiales sin ningún tipo de segregación que hoy siguen descoponiendose.
Napas subterráneas
Por otro lado, el abandono de las tareas de manejo de los lixiviados han originado la existencia de 11 piscinas de líquido percolado producto de los desperdicios sólidos acumulados durante casi 20 años , hoy en día permanecen todavía tres, las cuales están abiertas sin ningún tipo de control, siendo que las 7 restantes han sido progresivamente cubiertas con escombros.
Dichos líquidos se filtran a las napas subterráneas, desde donde se suministra el sistema de captación de agua potable de la comuna de Quilicura. La investigación llevada a cabo por la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente de la PDI (Bidema) en el procedimiento investigatorio que ameritó la referida denuncia interpuesta por Francisco Saavedra, arrojó, por un lado, la presencia en los pozos cercanos al vertedero de arsénico, fluoruro y manganeso en niveles superiores a lo permitido, y por otro, en las muestras tomadas a los suelos del vertedero, que estos además contenían mercurio, lo que prueba que las napas subterráneas están contaminadas y el agua potable expuesta a una eventual contaminación.
En concreto, la presencia de hierro en los suelos sobrepasó en un 9% lo permitido por la norma chilena, el manganeso lo hizo en un 1641% y el fluoruro en un 156%. La presencia de arsénico en el agua supero en un 50% lo establecido en dicha norma.
La contaminación de las napas sigue además agravándose por la ausencia de manejo de las aguas de lluvia, que permiten que los líquidos lixiviados se sigan percolando al subsuelo.
#YoQuieroMiParque
El proyecto incluía además, como último objetivo, la implementación de áreas verdes, un gran parque que contaría entre otros con un circuito de trekking, canchas de fútbol, un anfiteatro y un centro de investigación ambiental, faena que al igual que las anteriores nunca fue materializada como consecuencia de la mala rendición de fondos.