“Encontramos diez pequeñas tortugas de Galápagos en la isla hace un mes”, narró un grupo de investigadores en el último número de la revista Nature. “Puede que hayan más, porque su pequeño tamaño y su camuflaje hace que sea difícil divisarlas. Nuestro hallazgo indica que esta tortuga gigante está nuevamente en condiciones de reproducirse en lo salvaje”, comentaron. Claro, dice gigante porque esta variedad de tortuga -muy castigada por piratas y corsarios de los siglos XVII y XVIII- puede llegar a media hasta 1,2 metros de largo.
Las plagas que diezmaron a esta tortuga fueron las ratas y los pesqueros. Muchos roedores llegaron con los barcos hace siglos y comieron lo que hallaron, incluyendo a este animal marino. Ahora, el descubrimiento nos da a pensar que nuevos huevos puedan hallarse, y que nuevos especímenes recorran las aguas, gigantes y libres. Solo en 2012 se decretó a la isla libre de ratas, lo cual ayuda a la preservación futura.
Las tortugas bebé halladas son prueba de que las campañas de preservación en Pinzón han sido un éxito, según piensa el doctor James Gibbs, uno de los investigadores que las encontró, docente a su vez en el State University of New York’s College of Environmental Science and Forestry. “Este grupito es uno de los resultados más importantes de la campaña por controlar a las ratas”, decretó Gibbs al blog de la fundación Galapagos Conservancy. “Esta es una prueba tangible de que con dedicación, trabajo duro, apoyo y corazón, los esfuerzos de conservación pueden generar un cambio positivo”.
Desde que Galápagos fue decretado un Parque Nacional en 1959, la población de las tortugas ha pasado de unas 100 ó 200 “especímenes viejos” (en palabras de Gibbs) a una población actual de “algo más de 500″. Vale aclarar que algunas llegan a vivir 120 años, con lo cual estos bebé garantizan vida para rato.
F: Huffington Post visto en Buen Diario