El hábitat de numerosas especies vivientes se ha perdido por el reemplazo de bosques y humedales, mientras sus fertilizantes, lamentablemente, siguen alimentando la Zona Muerta del Golfo de México.
«Los altos niveles de nitratos están afectando la salud humana y la vida acuática», reseña el informe. «Son los principales responsables de la Zona Muerta del Golfo de México. Su exceso aumenta las algas y cuando éstas mueren, dejan el agua sin oxígeno».
A la fecha, los nitratos han aumentado un 44% entre 1976 y 2014, y hasta un 72% viene de los cultivos de maíz, dice el reporte. «En Estados Unidos se hacen con biotecnología y semillas y plantas genéticamente modificadas».
En 2015, en lugar de disminuir, los niveles de los nitratos aumentaron en comparación con el 2014, por lo que no se espera un mejor pronóstico para la Zona Muerta del Golfo. En 1975, los niveles eran cerca de cuatro veces más bajos que los actuales.
La contaminación de los peces se mantiene grave, con altos niveles de mercurio, cloruro de polivinilo (PVC) y perfluoroctane sulfonate (PFOS), además de productos de la dieta como hierro, proteínas y ácidos grasos omega 3.
El PVC viene de las industrias químicas y afecta el desarrollo inmune de los niños, así como su sistema nervioso y las funciones endocrinas (de crecimiento y de sexo), dice el documento. Los niveles de hoy permiten solo comer una porción del pez carpa al mes.