Miguel Ángel Jiménez, el líder de la policía comunitaria del poblado de Xaltianguis, en el sureño estado mexicano de Guerrero, fue asesinado el sábado, según han informado este lunes fuentes oficiales, que atribuyen al crimen organizado la persistente violencia en la región.
El secretario de Gobierno de Guerrero, David Cienfuegos, dijo a la prensa que Miguel Ángel Jiménez fue asesinado en las inmediaciones de Xaltianguis, en la zona rural del municipio de Acapulco.
Cienfuegos indicó que anoche recibió una llamada telefónica en la que dirigentes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) le confirmaron la muerte de Jiménez, aunque reconoció no tener información de cómo había ocurrido el homicidio. De acuerdo con medios locales, el cuerpo de Jiménez fue hallado en el asiento del taxi del que era propietario.
Jiménez fundó en 2013 la policía comunitaria de Xaltianguis ante las recurrentes denuncias de los pobladores sobre delitos atribuidos a la delincuencia organizada.
Poco después de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, la UPOEG designó a Jiménez para apoyar la búsqueda de presuntas víctimas del crimen organizado, y encabezó brigadas de familiares que fueron a excavar decenas de fosas clandestinas.
Acapulco, donde se encuentra el turístico puerto homónimo en el Pacífico mexicano, es el municipio de Guerrero que concentra el mayor número de investigaciones abiertas por homicidios dolosos, con 1.982 de los 4.750 casos reportados en los últimos tres años.
El fiscal general de Guerrero, Miguel Ángel Godínez, aseguró en días recientes que los homicidios registrados en las últimas fechas en Acapulco, incluyendo aquellos en que las víctimas son mujeres, obedecen a la rivalidad entre bandas delictivas. «Son homicidios en la hipótesis de ajuste de cuentas», aseguró.