Hace unos días, decenas de miles de miembros de Avaaz en Canadá se movilizaron para oponerse a las posibles prebendas gubernamentales hacia una nueva cadena televisiva de extrema derecha, liderada por el ex-portavoz del Primer Ministro canadiense. El imperio mediático detrás de esta nueva cadena y de su multimillonario dueño, Pierre Karl Peladeau (cabeza de la gigante de la impresión Quebecor) , ha atacado a nuestra comunidad publicando artículos difamatorios en su propio periódico, y uno de sus ejecutivos admitió tener información detallada acerca de un sabotaje criminal contra nuestra campaña. Ahora ¡el magnate ha amenazado con llevar a juicio a Avaaz si no retiramos nuestra campaña en un plazo de 24 horas!
Así es como muchos de estos grandes poderes corporativos tratan de silenciar las voces de los ciudadanos. Pero Avaaz es una comunidad de casi 6 millones de personas: juntos somos más fuertes que cualquiera de sus maniobras de intimidación.
Los imperios mediáticos, y su incestuosa combinación de políticos sin escrúpulos e informaciones sesgadas, son una amenaza creciente para la democracia en muchos países, desde Italia a los Estados Unidos, o incluso en Australia. Defendamos nuestra posición y demostrémosles que sus tácticas intimidatorias se volverán en su contra. Nos han dado un ultimatum de 24 horas: donemos ahora para poder darles nuestra respuesta y continuar esta batalla mundial contra los imperios mediáticos y sus secuaces políticos.
https://secure.avaaz.org/es/stand_up_to_crony_media/?vl
La democracia sigue creciendo en todo el mundo, pero los intereses anti-democráticos han descubierto una poderosa arma de contraataque: los imperios mediáticos y su corte de cómplices en el mundo de la política. Cuando un líder político se une a un gran poder mediático, resulta muy difícil vencerlo en las urnas sin importar la credibilidad democrática de sus propuestas .
En Italia, el Primer Ministro Berlusconi controla más del 80% de los canales televisivos de noticias, y cuenta con una enorme participación empresarial en periódicos, revistas y en el resto del mundo editorial. Berlusconi sigue sumido en una marea de escándalos y denuncias por corrupción, pero gracias al poder de sus cadenas de noticias, la mayoría de los italianos sólo ven su imagen más positiva. En los EE.UU., el Reino Unido y Australia, el super-magnate Rupert Murdoch explota su emporio para obtener favores y privilegios de la clase política, quienes a cambio reciben su apoyo para acceder a altos cargos públicos. La infame «Fox News» es la cadena de noticias por cable más grande de los EE.UU. Tras las fuertes críticas del Presidente Barack Obama a Murdoch y su negativa a prestarse al juego propagandístico de la cadena, Fox News maquinó la creación de los grupos ultra-derechistas (el denominado «Tea Party»), y les facilitó una poderosa plataforma desde donde sembrar el odio y el racismo, incluso llegando a sugerir que Obama es un terrorista y que odia a los blancos.
La idea de una nueva cadena mediática de este tipo en Canadá fue supuestamente incubada en un almuerzo secreto entre Rupert Murdoch y el Primer Ministro canadiense Stephen Harper. Harper fue el aliado más cercano de George W. Bush en temas como la negación del cambio climático, y es sabido que está promoviendo de manera activa en Canadá una forma radicalizada de política ultra-conservadora importada de los EE.UU. La nueva cadena, que ha recibido el apodo de «Fox News North», transformaría el panorama mediático de Canadá, convirtiéndose en la portavoz sesgada en favor de este líder político. La campaña de Avaaz se opone específicamente a los posibles favores gubernamentales que obligarían a los ciudadanos a costear, a través de las tasas de TV por cable, esta nueva cadena. Este es un ejemplo de cómo operan los imperios mediáticos: un multimillonario recibe, gracias a la acción del gobierno, financiación para su red privada de medios de comunicación y, a cambio, impulsa propaganda que respalda al gobierno de su compinche político.
Muchos de estos zares mediáticos son también despiadados a la hora de alcanzar sus objetivos políticos: fomentando opiniones que envenenan los corazones de la gente y polarizan nuestras sociedades, amenazando así nuestras democracias y la paz. Canadá es la última de estas batallas: hagamos de ella el punto de inflexión a partir del cual el poder de la ciudadanía comience a recuperar el terreno perdido frente a los grandes imperios mediáticos y sus aliados políticos. Tenemos 24 horas para empezar a ganarla: haz clic abajo para contribuir.
https://secure.avaaz.org/es/stand_up_to_crony_media/?vl
Parte de la promesa del movimiento de Avaaz radica en nuestra habilidad para trabajar en temas transversales importantes, es decir, íntimamente relacionados con otros muchos asuntos cruciales. La adulteración de la democracia por la connivencia de líderes políticos y corporaciones mediáticas es una amenaza a todo lo que nos importa: desde el cambio climático al reto de la pobreza mundial pasando por los derechos humanos. Gracias a nuestro alcance global, Avaaz es una de las pocas organizaciones con la capacidad de luchar contra esta creciente amenaza a la democracia. Nos dieron 24 horas: ¡estemos a la altura!
Con esperanza,
Ricken, Luis, Paula, Emma, Alice, Ben, Giulia, Alex y el resto del equipo de Avaaz