Carta abierta a Canal 13

Desde hace algunas semanas he visto, por recomendación de gente amiga, la serie «Volver a mí», que trasmite su estación los días domingo en la noche, y me he llevado la inmensa sorpresa  de ver que dos de los personajes que aparecen en la serie, representan nada más y nada menos que a un torturador […]

Carta abierta a Canal 13

Autor: Sebastian Saá

Desde hace algunas semanas he visto, por recomendación de gente amiga, la serie «Volver a mí», que trasmite su estación los días domingo en la noche, y me he llevado la inmensa sorpresa  de ver que dos de los personajes que aparecen en la serie, representan nada más y nada menos que a un torturador de la dictadura y a un hijo de un detenido desaparecido.

He visto con horror cómo se ha comenzado a realizar un lavado de imagen del torturador, mostrando sus demonios internos, su alto nivel cultural, su sentido del arrepentimiento o por lo menos de un evidente cuestionamiento a su escondido pasado, además de ser galante y cautivador incluso con su terapeuta (protagonista de la serial).

Por otra parte, el hijo del Detenido Desaparecido, joven que no le interesa su pasado, ni la reconstrucción de su vínculo con padre, ni con la historia de su país, nada más alejado de la realidad, me parece francamente vergonzoso que presenten estos personajes a modo de propuesta, ya que  demuestran que no conocen en absoluto la realidad de los hijos e hijas de los desaparecidos, ejecutados y torturados de este país, del cual yo también formo parte. Me parece que es inaceptable que antepongan  la vida, emociones, cuestionamientos o sea, la mirada  desde un torturador, cuando NUNCA, desde el desarrollo de la ficción televisiva, se ha tratado la temática del terrorismo de estado vivido por nosotros los familiares, como nos llega  a diario la violencia televisiva, el revisionismo de la historia  reciente, en la que ustedes, nuevamente se hacen cómplices. Y digo nuevamente cómplices ya que su estación televisiva hace 35 años atrás dieron la noticia que mi madre, mi tío, mi tía embarazada y mi abuelo fueron a realizar un asalto a unas dependencias militares en la rinconada de Maipú, ustedes por intermedio de su periodista Claudio Sánchez dieron a conocer al mundo que mis familiares eran unos extremistas y que 30 años después, cuando el Colegio de Periodistas de Chile pide disculpas públicas por los casos en que se falsearon las noticias desde los medios de comunicación, su estación televisiva guardó silencio.

Es sencillamente repugnante al ver y saber con certeza, que ninguno de los represores JAMÁS, ha prestado colaboración con la Justicia, ni para encontrar restos de Desaparecidos, ni menos para enjuiciar como corresponde a los responsables intelectuales del genocidio vivido en Chile. No encuentro calificativos par expresar mi más profundo repudio al que se instaure en un primer lugar la perspectiva de un asesino, torturador, por sobre las otras realidades, me imagino saben perfectamente bien al realizar el presente guión, que hasta la fecha según el informe Valech existen 27.000 presos políticos y torturados en nuestro país y eso que aún falta la información referente al segundo llamado de calificación del cual ya se habla de aproximadamente 35.000 nuevas presentaciones, o sea que la tortura es la forma de represión más grande y brutal desarrollada durante la dictadura en Chile, y Uds. presentan  los valores y cuestionamientos morales de un torturador como si fuera un Santo al borde de la Redención?

Lamento profundamente el constatar una vez más la falta de decisión de decir las cosas con su nombre, que sigamos siendo violentados por los medios masivos de comunicación, empeñados en desconocer una y otra vez las vivencias y las luchas de nuestros familiares y las de nosotros en esta eterna búsqueda de memoria, identidad y justicia.

Hace poco más de dos meses se realizó un encuentro internacional de Hijos en México y desde la declaración final (a la cual desde Chile adscribimos), se ve claramente que seguimos en el camino de la Memoria, contra el Olvido y el Silencio, que nos oponemos a los  intentos  realizar «revisiones» acerca de los horrores vividos,  que en este contexto de un nuevo intento de solapar las políticas de exterminio de la dictadura, proponiendo las experiencias de un alcohólico que se enfrenta a sus demonios, como si esta situación fuera una situación casual, un hecho aislado;   quiero expresar con voz fuerte y clara  que en Chile  los HIJOS no olvidamos, no perdonamos y  no nos reconciliamos.

Alberto Rodríguez

Psicopedagogo
Especialista en Problemas de Aprendizaje


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