El documento realizado por el coordinador de AMARC Brasil, João Malerba, considera a la norma brasileña como la peor de los 10 países analizados, según un estudio de los marcos legales de radiodifusión democrática de América del Sur.
Los parámetros del estudio fueron las recomendaciones de la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH – OEA).
Dichas indicaciones buscan garantizar la pluralidad, la democracia y la diversidad en la comunicación.
Según la investigación comparativa, las normativas de Brasil y Chile en comunicación comunitaria son las que más infringen los patrones internacionales de libertad de expresión en la región.
Ambos países imponen un límite de 25 watts de potencia a radios comunitarias y severas restricciones a la sostenibilidad económica de las emisoras. Malerba marcó que esta limitación hace de la Ley de Radiodifusión Comunitaria de Brasil la peor del sector en América del Sur.
Por su parte, la Ley de Radiodifusión Comunitaria Ciudadana de Chile extiende dicho tope a 40 watts en zonas rurales o de frontera.Asimismo, Malerba señaló que en los últimos años varios países de la región revisaron sus leyes de comunicación con impactos positivos para radios comunitarias.
Uruguay, Argentina y Bolivia aseguran en sus legislaciones un tercio del espectro para la radiodifusión comunitaria, ya sea analógica o en plataformas digitales.
En Perú, la Ley de Radio y Tv aprobada en 2004 reconoce la existencia de las radios comunitarias. No obstante esto, las primeras concesiones se realizaron en 2009.
A su vez, en las principales ciudades de Colombia tardaron 12 años la apertura de las convocatorias para estaciones comunitarias.
Vale recordar que en mayo de este año AMARC Brasil lanzó una campaña que demanda de “una nueva ley para las radios comunitarias” en dicho país.
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