Apenas 160 dólares al año por cada persona que vive en la pobreza extrema erradicaría el hambre en el mundo para el 2030, informó este viernes la Organización de Naciones Unidas (ONU), que recomendó que el dinero debería ser entregado tanto a través de transferencias monetarias como inversiones «a favor de los pobres».
Eliminar el hambre es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), nuevas metas establecidas para reemplazar los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, que expiran en breve.
Los ODS serán concretados en septiembre, pero funcionarios de la ONU dicen que los estados miembro han identificado 17 metas y 169 blancos. El segundo objetivo es el hambre, la malnutrición y la inseguridad alimenticia.
«Si adoptamos el enfoque de ‘seguir funcionando como hasta ahora’, en 2030 tendríamos todavía más de 650 millones de personas que padecen hambre», dijo José Graziano da Silva, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El nuevo reporte, preparado por la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), se conoce de cara a una cumbre internacional sobre financiación para el desarrollo que se realizará en Adís Abeba, Etiopía, la semana próxima.
La ONU quiere transferencias de dinero para «eliminar el hambre de inmediato» llevando a las personas a tener ingresos por sobre la línea de pobreza del Banco Mundial establecida en 1,25 dólares por día. Estima que esto costaría 116 mil millones de dólares por año, 75 mil millones de los cuales se destinarían a áreas rurales.
Para asegurar que la caída del hambre sea sostenible, se necesitan inversiones «a favor de los pobres» de 151 mil millones de dólares por año en áreas como riego, infraestructura y facilidades de crédito además de transferencias monetarias, informó la ONU.
La suma total que se necesita, según la ONU, es de 267 mil millones de dólares.
«Dado que esto equivale más o menos al 0,3 por ciento del PIB mundial, creo personalmente que es un precio relativamente pequeño a pagar para acabar con el hambre crónica», dijo Graziano da Silva en un comunicado.
Aunque se han logrado progresos en los últimos años, casi 800 millones de personas en todo el mundo no tienen lo suficiente para alimentarse. La mayoría vive en zonas rurales.
«Necesitamos un cambio drástico en la forma de pensar para ayudar a que los más pobres del mundo salgan del círculo del hambre y la pobreza para 2030. No podemos permitir que sean dejados atrás», dijo Ertharin Cousin, directora ejecutiva del PMA.