Desinformación y viralidad como método de agresión contra Venezuela

El periodista Lenin Maury analiza cómo en el actual mundo virtual la cámara de eco hace su trabajo en tiempos de infofrenia y dictadura de las redes sociales

Desinformación y viralidad como método de agresión contra Venezuela

Autor: Alexis Rodriguez

Uno de los diarios más conservadores de Estados Unidos, The New York Times (NYT), corroboró las versiones del Gobierno de Venezuela respecto a la quema de los camiones con supuesta ayuda humanitaria, perpetrada el pasado 23 de febrero: los responsables fueron fuerzas de choque opositoras avaladas por la administración de Iván Duque.

Los hechos ocurrieron en el puente internacional Simón Bolívar que comunica al estado Táchira (Venezuela) con el departamento Norte de Santander (Colombia).

En un video con imágenes inéditas, el diario estadounidense expuso los hechos tal como realmente ocurrieron -sin manipulaciones- y desmintió la versión difundida por grandes cadenas mediáticas, que sin una sola prueba insistieron en culpar al presidente Nicolás Maduro, solo para alimentar un expediente de falsas e inexistentes violaciones de derechos humanos.

El periodista venezolano Lenin Maury subtituló el video del NYT, al tiempo que analizó cómo en el actual mundo virtual «la desinformación, la viralidad y la cámara de eco hacen su trabajo en tiempos de infofrenia y dictadura de las redes sociales«.

En primer lugar, Maury recordó que el intento fallido del autoproclamado Juan Guaidó de hacer ingresar a Venezuela camiones cargados con supuesta “ayuda humanitaria» era ilegal por dos razones fundamentales: 1) el término no se ajustaba a la legislación internacional para estos casos, y 2) no hubo constatación real de la carga contenida en los camiones, antes de su puesta en marcha.

«La puesta en escena terminó con varios camiones consumidos por el fuego y con el triunfo narrativo global de la versión que señalaba al incendio como una consecuencia deliberada de las acciones realizas por el Ejército venezolano, específicamente uno de sus componentes, la Guardia Nacional Bolivariana», señala Maury.

Aun así, el Gobierno mostró algunas imágenes en las que se podía observar quién había sido el verdadero culpable: «un grupo de jóvenes violentos, quienes desde el lado colombiano del puente y bajo la mirada permisiva de las fuerzas de orden público de ese país, atacaron a los guaridas venezolanos con bombas caseras incendiarias, también conocidas como molotov».

Las grandes cadenas mediáticas omitieron la versión del Gobierno y siguieron viralizando de forma irresponsable y sin una sola prueba las acusaciones contra Maduro, específicamente.

Hoy, 15 días después, la verdad que ya había salido a flote el mismo día de los hechos se viraliza única y exclusivamente porque «es el NYT el medio que demuestra, cuadro a cuadro, que el origen del incendio que culminaría con varios camiones consumidos por las llamas fue una molotov errante«.

«En resumen, uno de los manifestantes arrojó una botella hacia la policía, momento en el cual la mecha, compuesta por un trapo encendido impregnado en combustible, se separó de la botella y cayó sobre una las cargas inciendiándola», explica Maury.

A continuación el video subtitulado:

Ante esta nueva versión, Maury saca sus propias conclusiones respecto a la deliberada acción de los medios de comunicación que solo responden a las directricez dictadas desde la mismísima Casa Blanca:

  1. La grosera manipulación hecha por las autoridades colombianas al hacer circular un video de los hechos, luego de convenientemente editarle (borrarle) 13 minutos. Justo los minutos en los que se ve al manifestante lanzando la molotov fallida.
  2. La casi inmediata reacción de altos oficiales de Estados Unidos para condenar al “tirano” Maduro por ordernar la quema de los camiones.
  3. El nulo interés de esos mismos oficiales por responderle al NYT, una vez que el equipo periodístico quiso conocer sus impresiones ante la luz de las nuevas evidencias.
  4. El cómo la narrativa basada en un hecho falso sirvió de acicate para aumentar la presión política y económica sobre Venezuela a través de más sanciones.
  5. Cómo una mentira coordinada a través de influencers y redes sociales secuestra una historia hasta tergiversarla por completo.
  6. La actitud contrastante y conciliadora de la Guardia Nacional Bolivariana, al tratar de detener el fuego que apenas había comenzado.
  7. La sempiterna irresponsabilidad de algunos periodistas que anteponen sus creencias a los hechos, dominados por el afán de protagonismo en historias ajenas de las que terminan siendo parte, en lugar de circunstanciales testigos.
  8. Cómo es posible que sin perder su línea editorial, en este caso de ataque al gobierno de Maduro, un medio reconozca cuando una manipulación sobrepasa cualquier límite.
  9. Para el NYT, Guaidó sigue siendo un autojuramentado apoyado por Donald Trump.

Esta semana, que Venezuela sufrió -y aún sufre- uno de sus peores apagones en la memoria reciente, el Gobierno denuncia un ciberataque dirigido desde Estados Unidos y con el apoyo de la derecha venezolana.

Por su parte, los mismos medios que denunciaron a Maduro por quemar la supuesta «ayuda humanitaria», nuevamente se adelantan y viralizan una versión irresponsable y carente de pruebas: la culpa es de Maduro. Al final, la verdad siempre sale a flote, quizás dentro de 15 dias, quizás antes, quizás después.

Foto destacada: Cortesía VTactual

El artículo original de Lenin Maury puede leerlo AQUÍ.

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