El oficial de la Policía de Arlington que mató de un disparo a Christian J. Taylor, un joven negro desarmado de 19 años de edad, durante un presunto robo el pasado viernes en un concesionario de coches en los suburbios de la ciudad de Dallas, en el estado estadounidense de Texas, ha sido despedido este martes.
El jefe de la Policía de Arlington, Will Johnson, ha confirmado que el oficial Brad Miller, de 49 años, ha sido despedido por el «juicio inadecuado» en el tiroteo que costó la vida a Taylor, cuando trataba de huir del lugar.
El forense del condado de Tarrant confirmó finalmente que Taylor tenía heridas de bala en el cuello, pecho y abdomen, tal y como publica el diario estadounidense New York Times.
El joven afroamericano fallecido en este suceso es conocido en la localidad por serjugador del equipo de fútbol americano de la universidad local. El entrenador del equipo en el que jugaba Taylor, Will Wagner, ha asegurado que su corazón está «dolido», mientras que el portavoz de la Universidad Estatal Angelo ha enviado las condolencias del centro a su familia y amigos.