“Washington debe manifestar inequívocamente su disposición a intervenir“. Así concluye el editorial belicista de El País de hoy, que acusa a Obama de inacción y advierte de que esta “agrava, radicaliza y multiplica los riesgos del conflicto sirio“, obviando que el mayor riesgo contra los civiles sirios es precisamente una intervención militar de EE.UU. y sus aliados, como ya pasara en Irak o Afganistán.
Según El País, hay que empezar la guerra de Siria para que “parte del arsenal químico de Damasco [no caiga] en manos yihadistas“. La línea editorial apela sin reparo a la posesión y miedo a las armas químicas, al miedo a que caigan en manos de los “yihadistas”, a pesar de que el régimen de al Asad hay negado reiteradamente la posesión y uso de gas sarín. El País casi repite las palabras de la secretaria de estado estadounidense Hillary Clinton, quien “está preocupada de que los químicos puedan caer en manos equivocadas“.
Las fuentes informativas de la presencia de armas químicas vuelven a ser las mismas que alertaron sobre el arsenal químico de Saddam. Mismo teatro, escenario de al lado, mismos actores: “fuentes de Inteligencia Militar Anónimas“, denominadas con más disimulo con el término FIMA.
Robert Fisk, prestigioso periodista del diario The Independent, afirma sobre su larga estancia en Siria que “nadie, entre las docenas de sobrevivientes civiles a los que entrevisté a lo largo de 30 años después de los eventos, mencionó el uso de gases tóxicos“.
La postura de El País camina así en la línea de la expresada por el partido republicano de la mano de McCain: “EE.UU. debe prepararse para intervenir en Siria“, o el viceministro de Defensa de Israel, Danny Danon; “Yo pienso que Estados Unidos, como el líder del mundo occidental, debería guiar los esfuerzos con nuestros aliados en Europa e Israel e involucrarse en lo que estamos viendo que pasa hoy en Siria”.
El otro argumento de El País puede resultar igualmente familiar por boca de la derecha más intransigente;
“Traslada además a El Asad y su camarilla el devastador mensaje de que las amenazas del presidente de EEUU —y por extensión de las potencias democráticas que se pretenden guardianas de un sistema de valores civilizado— son palabras vacías.”
El editorial emplea un mensaje similar al reiterado por Aznar y Bush durante la legislatura de la guerra de Irak: firmeza frente a Cuba, frente al terrorismo y frente a Saddam. Si se advierte de que no hay que traspasar una línea roja y esta se cruza hay que actuar con determinación.
La posición belicista de El País lleva al editorial incluso a verter algunos reproches contra Obama y su renuencia a intervenir, su inacción frente a El Asad;
“La aversión de Obama a asumir riesgos, incluso en circunstancias tan críticas como las de Siria, se compadece mal con su condición de timonel de la única superpotencia; y también con la preferencia por el terreno de la superioridad moral que muestran los discursos más significativos del presidente”.
Rusia ya ha advertido que no aceptará que las armas químicas en Siria vuelvan a ser pretexto para una intervención militar. Interesa a ciertos intereses -básicamente israelíes y halcones estadounidenses- hablar de ello. Van 16 noticias sobre armas químicas en Siria leídas en la web de El País en lo que va de año… la campaña mediática probélica prosigue y se radicaliza.
Fuente: TerceraInformación