Aparte de las ventas de petróleo, otras fuentes de ingresos del grupo yihadista Estado Islámico (el EI) lo representa el tráfico humano, la extorsión y los rescates por rehenes secuestrados. Además, el grupo vende antigüedades y cobra distintos tipos de impuestos en los territorios que controla, según relatan varios expertos a la agencia AP.
De esta manera, el grupo obtiene millones de dólares mensuales adicionales a los beneficios petroleros. Las fuentes de riqueza son mayores que «las de cualquier otro grupo terrorista en la historia», dijo un oficial de inteligencia estadounidense a la agencia bajo condición de anonimato.
El grupo controla territorios más extensos que Reino Unido en Irak y Siria, lo que incluye 11 campos petroleros. La organización vende petróleo y sus productos refinados a través de las viejas redes establecidas. Normalmente, el petróleo es transportado de manera ilegal en camiones cisternas, pasando desapercibidos para los gobiernos de Kurdistán, Turquía y Jordania.
Un barril de petróleo vendido por el EI se vende a un precio que oscila entre los 25 y los 60 dólares, mientras que el precio en el mercado es de alrededor de 100 dólares. A pesar de que el petróleo del EI cuesta menos que el petróleo legal, aun así logran obtener alrededor de 3 millones de dólares diarios, según Luay al-Khatteeb, investigador visitante del Centro en Doha de la Institución Brookings Doha en Catar.