Una escandalera de proporciones se ha desatado estos días por el pésimo chiste del lagarto Murdock en Chilevisión. De que el chiste es de mal gusto no cabe dudas, lo que realmente es escandaloso es la reacción destemplada de la comunidad judía en Chile. Ayer se reunió con el presidente del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) Herman Chadwick el Presidente de la comunidad Judía en Chile pidiendo “acciones concretas” contra el Lagarto. Todos sabemos en qué consisten esas “acciones concretas”. Es el silenciamiento, la expulsión, la censura y otras medidas más radicales.
Este chiste y sus reacciones ha tenido cobertura inusitada en todos los medios (Televisión, prensa, internet) además de sendas protestas y entrevistas del Embajador de Israel en Chile.
Se han prestado también para este espectáculo varias y conocidas figuras televisivas y comunicadores sociales de radio y televisión. Aclaro, no estoy en contra de esta crítica, más bien me gusta el debate libre e informado. Pero a su vez me indigna que a la comunidad judía nacional e internacional se le trate con pinzas para no ofenderlos y sin embargo al pueblo Palestino se le asesina a diario y sin que ningún medio de comunicación se refiera a este genocidio.
En esto último quisiera hacer algunos comentarios y consideraciones. Hace unos meses atrás la ONU difundió un estudio que aseguraba que los niños Palestinos deben comer una ración diaria de alimentos mínima para asegurar su crecimiento, desarrollo y subsistencia para prevenir enfermedades futuras y la muerte prematura. Esta ración de alimentos debía oscilar en torno a las dos mil calorías diarias. Sin embargo, y aquí viene lo peor, las autoridades de Israel permiten la entrada de camiones con alimentos a la Franja de Gaza y Cisjordania de un mínimo de 800 calorías diarias y a veces sin justificación alguna ni siquiera permite la entrada de alimentos. Todo esto ocurre a vista y paciencia del mundo y de los medios de comunicación controlados por el Imperio de EEUU e Israel. Nadie se escandaliza en Chile y el mundo como Israel mata de hambre al pueblo Palestino. Para ser precisos, no solamente los mata de hambre sino que también los aísla del mundo presentándolos como terroristas. No solamente los mata de hambre sino que les mata la esperanza de vivir. Le asesina a sus líderes, le bombardea poblaciones civiles y ocupa militarmente sus territorios.
Espero que algún día la humanidad detenga definitivamente este genocidio encubierto y silencioso y los medios de comunicaciones nacionales e internacionales difundan esta vergonzosa tragedia.
Por Hugo Farias Moya