La periodista francosuiza Véronique Robert, que había sido repatriada a París en estado grave al resultar herida en Mosul por una mina que mató a dos de sus compañeros de trabajo, ha muerto, anunció este sábado «France Télévisions».
Robert había sido internada en la noche del jueves al viernes en el hospital militar de Percy, pero no pudo sobrevivir a sus heridas, precisó en un comunicado el grupo público francés de radiotelevisión para el que preparaba un reportaje en el programa «Envoyé Spécial».
Sus compañeros, el también francés Stéphan Villeneuve y el kurdoiraquí Bakhtiyar Addad, murieron horas después de la explosión que les alcanzó de lleno el lunes cuando grababan la batalla por la conquista de los barrios de Mosul, todavía en manos de los yihadistas.
Desde hace una semana, las fuerzas iraquíes han lanzado el que se presenta como el asalto final a la parte antigua de la ciudad de Mosul, que es el último gran bastión en Irak del Estado Islámico. Véronique Robert había cubierto diversos escenarios de conflictos en Oriente Medio, y en particular en Irak.
El Gobierno francés envió su pésame a la familia, en particular a sus hijos, así como a los equipos de «France Télévisions» y de la productora #5bis Productions para los que trabajaba. «Saludamos el valor que le animaba a cubrir la batalla de Mosul», señaló en una declaración un portavoz del Ministerio de Exteriores, que manifestó igualmente solidaridad con los allegados de Bakhtiyar Haddad y Stephan Villeneuve.
«Hay demasiadas lápidas en el cementerio de los reporteros muertos en el ejercicio de su profesión», deploró en un comunicado el secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire, para quien la muerte de Véronique Robert añade «más tristeza» a quienes defienden el papel de los periodistas de «ser testigos de las tragedias humanas».
Este sábado, el Ministerio de Migración iraquí informó que el número de desplazados del oeste de la ciudad de Mosul, supera ya los 700.000 desde el comienzo de la ofensiva -el pasado 19 de febrero- para expulsar de la urbe al grupo yihadista Estado Islámico (EI). El reporte agrega que los yihadistas siguen atrincherados en las últimas calles que controlan en la zona histórica de la ciudad, la batalla más compleja para las fuerzas iraquíes por la afluencia de civiles en el área y por las estrechez de sus calles, que no permite la entrada de blindados.