Un general israelí y otros 100 terroristas, entre ellos 20 cabecillas provenientes de Arabia Saudí y Catar, perdieron la vida en un ataque aéreo del Ejército sirio.
Este exitoso ataque del ejército sirio fue ejecutado el 26 de junio para impedir el avance en el territorio del país árabe de la operación conocida como “Tormenta del Sur”, dirigida por hombres armados extranjeros, según un informe publicado el pasado miércoles en el portal independiente Veterans Today.
De acuerdo con el reporte, citando a fuentes cercanas a la Inteligencia siria, el general israelí abatido en la provincia suroccidental de Daraa, era el comandante que lideraba la operación “Tormenta del Sur”.
En un segundo ataque, agrega la fuente, el día 29 de junio, el Ejército sirio logró acabar con un grupo de 34 de francotiradores chechenos que había cruzado clandestinamente la frontera jordano-siria tras haber entrenado en Jordania.
De acuerdo con el informe, tanto el general israelí como los francotiradores chechenos habían penetrado en Siria a través de Nasib, un paso fronterizo controlado por el grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
En la tarde del 25 de junio y, pese a la estrecha vigilancia de fuerzas de Inteligencia sirias y desde satélites, continúa el informe, el equipo bajo mando israelí se desplazó hacia la prisión de Karaz, en la provincia de Daraa, y utilizó una instalación logística utilizada por EIIL para almacenar material y lugar de tránsito de los terroristas provenientes de los territorios ocupados por el régimen de Israel y Jordania.
En ese lugar, ese mismo día, el general israelí se reunió con altos cabecillas del Frente Al-Nusra y el llamado Ejército Libre de Siria (ELS), entre otros grupos terroristas y, según las fuentes presentes en ese encuentro,la parte israelí agradeció los “servicios” de esas bandas y prometió mantener la inteligencia, la logística y el apoyo médico.
Además, el informe desvela los planes del régimen israelí para llevar a cabo una operación en la provincia de Daraa en tres frentes diferentes y con la participación de 15.000 hombres armados pertenecientes a cuatro grupos terroristas diferentes.
En este sentido, agrega, el régimen de Israel había enviado a Jordania y desde ahí a Siria misiles israelíes TOW y LAAW y misiles alemanes Milan. Algunos de estos proyectiles salieron de las reservas israelíes recientemente reemplazadas por Estados Unidos, después de que el régimen de Tel Aviv afirmara de que los había utilizado durante la última ofensiva contra Gaza.
No obstante, las Fuerzas Aéreas del Ejército sirio habían recibido informaciones precisas al respecto y atacaron el lugar del encuentro, causando la muerte del general israelí, una veintena de comandantes y unos 80 terroristas.
Es de mencionar que los dos lugares donde se llevaron a cabo los ataques del Ejército sirio estaban bajo protección total del sistema antimisiles israelí denominado la “Cúpula de Hierro”.
La operación “Tormenta del Sur”, encabezada principalmente por el régimen de Israel, busca avanzar hacia la ciudad de Damasco, capital siria, desde el territorio jordano, y recibe direcciones desde la sala de operaciones militares MOC, situada en la ciudad jordana de Al-Karak, cerca de los territorios ocupados palestinos.
Por el apoyo de la inteligencia israelí, MOC cuenta con un enlace satelital y una combinación completa de instalaciones de inteligencia; y opera en coordinación con cuatro centros de formación de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) en Jordania, así como del enorme centro de inteligencia y logístico recién construido en el complejo “diplomático” saudí de Amán, capital jordana.