Grupo de periodistas denuncian «persecución política» por parte del gobierno de Macri

Ana Gerschenson, la nueva directora de Radio Nacional con el macrismo, salió a hablar con los periodistas -entre ellos Cynthia García, Carlos Barragán, Mariana Moyano y Nora Veiras (todos ex panelistas del programa televisivo 6,7,8)-, y les explicó que a todos les habían enviado una «carta documento» -publicadas en Internet-, que oficializan la resolución de la empresa de no renovar los contratos.

Sin embargo, Mariana Moyano desmintió esa versión. En diálogo con radio Del Plata, aseguró que «le solicitamos que nos muestren las copias de los telegramas y no pudieron».

Moyano señaló, además,  que el grupo de periodista no se considera despedido porque no recibió los telegramas respectivos, ni acepta las acusación hecha por el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, sobre los altos costos de sus contratos porque «los hicimos públicos y eran cinco veces menores de lo que dijo Lombardi».

Al hablar por televisión, la directora de Radio Nacional amplió sobre la situación laboral de los periodistas y señaló que cuando ella se hizo cargo de la gestión de la emisora no encontró «contratos firmados» por la administración anterior, por lo que a su criterio no se trataría de despidos sino de la rescisión de contratos inexistentes, según informa el diario Página /12.

Esta situación se enmarca dentro de los despidos estatales que viene llevando el macrismo (más de 30mil en menos de dos meses), donde muchos casos se da por cuestiones ideológicas tras revisar cuentas de twitter y facebook de los trabajadores. Si los usuarios postean críticas al gobierno, su trabajo corre riesgos.

Eso mismo sucedió hoy en Radio Nacional, cuando la propia Ana Gerschenson admitió que «revisaba twitter» de los periodistas. Si bien después quiso desmentirlo, el siguiente video subido por la periodista Cynthia García -una de las damnificadas- comprueba sus dichos:

https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=8wkKWfB1dJk

Una vez más, la libertad de expresión y -sobretodo- el derecho a la información corre peligro con el Macrismo, donde muchas voces están siendo silenciadas por ser «kirchneristas» o «anti macristas». En lo que representa un claro retroceso en la comunicación en Argentina, Macri y sus funcionarios siguen contando con el aval de los grandes medios.