Guillo, dibujante: En Chile prima “la autocensura en este oficio”

Estamos Indignados reúne 97 dibujos de sátira política de Guillo, es la versión en tinta del movimiento ciudadano que emergió en Chile el 2011. El Transantiago, los abusos de pedofilia de miembros de la iglesia católica, el doble discurso del gobierno, la represión policial y los políticos, entre varios otros, tienen su dibujo en la obra. Nadie se salva del humor de Guillo.

El humor gráfico tiene esa peculiaridad entre los géneros del periodismo de sacar una sonrisa por mostrar algo que quizás todos piensan pero que nadie se atreve a decir. Corre por esa delgada línea de la sátira y la denotación, en la que el dibujante Guillo ya es una tradición en el ambiente criollo.

Su último libro, Estamos indignados, de Mandrágora Ediciones, a través de 97 dibujos realizados entre junio y octubre de este año entregan su mirada de humor gráfico a la emergencia ciudadana y al movimiento estudiantil.

El libro, lanzado en noviembre, es presentado por el historiador Gabriel Salazar. En el discurso de lanzamiento, Guillo contó que el proyecto “nació hace 5 meses cuando comencé a bocetear ideas y líneas en forma entusiasta. Estaba conmovido por la maravillosa y corajuda movilización estudiantil que tenía lugar en las calles de nuestro país. El empuje y la creatividad que desplegaron los muchachos para manifestarse me resultaron emocionantes y sobre todo, tremendamente estimulantes. Me ocurrió lo mismo que cuando detuvieron a Pinochet en Londres. Me puse a dibujar como nunca y no había horario para ello”.

Guillo es el nombre artístico de Guillo Bastías, quien estudió arquitectura y cine en la Universidad Católica de Chile y se fue a Alemania Federal, donde reafirmó su vocación por el dibujo. Durante la dictadura de Pinochet publicó sus bocetos en la revista APSI; en la transición en las revistas Rocinante, Chile Veintiuno y El Periodista. Sus dibujos han sido publicados también en medios como Boston Globe, Le Monde, Frankfurter Rundschau y El Mundo de Madrid.

DIBUJO EDITORIAL

Guillo se define a sí mismo como “dibujante, humorista gráfico e ilustrador. Piloto y músico frustrado .Optimista en lo fundamental y escéptico en lo circunstancial. Me avergüenza la inequidad en Chile. Me tiene chato la falta de ideas y de coraje de la oposición concertacionista .La falta de creatividad de la TV chilena. Amo a mi familia, a mis amigos y a mis ex mujeres”.

Para Guillo el dibujo editorial da cuenta de que “la realidad que nos rodea a través de una mirada profunda que tiene a la vez con un gran poder de síntesis. Si está bien logrado el dibujo es capaz de dar un mensaje que se lee en forma rápida y eficiente. El dibujo editorial hace visible lo que se mira y no se ve a primera vista, nombrando lo innombrable, ve tras las bambalinas logrando con ello, a través de la sonrisa cómplice de los ciudadanos, permite hermanarse con ellos frente al poderoso”.

Consultado sobre sus influencias, Guillo nos confiesa que se formó “mirando a los dibujantes franceses y españoles. Esa es mi academia. Admiro el trabajo de El Roto en el diario El País y el trabajo que los dibujantes Sempé, Plantu, Siné han realizado en los diarios y revistas de Francia”.

LA AUTOCENSURA

Respecto a la ausencia de sus dibujos en los medios masivos, Guillo cree que “Chile es quizás uno de los países en el mundo occidental más atrasado para ejercer el humor editorial en forma libre y digna. Prima la censura y sobre todo la autocensura en ese oficio. Si no te autocensuras es imposible que tengas trabajo en el duopolio de prensa que hay en este país. Tienes que agradar al pensamiento y opinión de los dueños y de los directivos para conservar tu puesto. Tienes que dar solo opiniones anodinas e inocuas sobre los temas de fondos que afectan a nuestra sociedad. Una vergüenza”.

El dibujante agrega que “en la prensa del mundo más avanzado en término de democracia, existen dos y mas dibujantes de opinión por medio ya cada uno se les respeta su autonomía de opinión. Pueden convivir en un mismo medio gente de distintos pensamientos y creencias”.

Para Guillo “el humor editorial es en la base un acto de humor y de amor del autor porque le importa la sociedad en que vive. Pero este acto de amor y de humor requiere de una libertad, de una soberanía y de un respeto para que la opinión personal del autor se despliegue plenamente. Requiere que se puedan tocar todos los temas y todas las vacas sagradas sin excepción. En Chile estamos lejos de eso”.

INSPIRADO EN LA EMERGENCIA CIUDADANA

Si su práctica habitual le exigía un día para definir el concepto y realizar la forma de un dibujo, el empuje en las calles de Santiago lo volvieron pródigo, ya que, según cuenta, llegó a producir tres y a veces cuatro dibujos por día. “Dibujos que reflejaban lo que estaba ocurriendo en la vida y en las calles de nuestra sociedad chilena”- relata.

Denominado Dibujo Editorial, sus bocetos son “un acto de humor y de amor para que la sociedad mejore logrando mejores condiciones de vida para cada uno de nosotros… Pero este acto de amor y de humor requiere de una libertad, de una soberanía y de un respeto, para que la opinión personal del autor se despliegue plenamente; requiere que se desarrolle sin censura ni autocensura. Requiere que se puedan tocar todos los temas y desnudeces de todos sin excepción”- comenta el ilustrador.

Guillo cuenta que como la transición chilena “incentivó un festival de eufemismos para referirse a todo lo que tuviera que ver con la dictadura: gobierno militar, gobierno autoritario, el pasado régimen”, los dibujantes que querían estar en los medios debían “atenerte a hacer un humor editorial inocuo, inoloro, inodoro e insípido”.

DESNUDANDO VACAS SAGRADAS

Guillo recuerda al escritor Jaime Hagel que en una conversación en la televisión y comentando su trabajo, dijo que se metía con las vacas sagradas, “sacándole lo sagrado y dejándoles lo vaca”.

Por ello destaca que “este movimiento estudiantil se mete de lleno con esas vacas sagradas tanto del gobierno como de la oposición y les dicen claramente en sus caras, sin eufemismos: ESTE NO ES EL PAIS QUE QUEREMOS, Y agregan: y ustedes señores políticos no nos sirven para construir ese Chile anhelado”.

Guillo cita para despedirse al escritor Bernard Shaw, quien dijo que “los pañales y los políticos deben ser cambiados a menudo… y por las mismas razones”. “A eso quisiera contribuir con mis dibujos y con este libro. A pensar y demandar OTRO CHILE. Amigas y amigos del humor libre: Mientras existan hechos que nos quieran ocultar y mientras haya cosas por mejorar en nuestra sociedad, ahí estará siempre presente el dibujo editorial, haciendo visible lo que se mira y no se ve a primera vista, nombrando lo innombrable… y hermanándose con los ciudadanos de Chile en la sonrisa cómplice frente al poderoso”.

Mauricio Becerra R.

@kalidoscop

El Ciudadano

VEA EL PORTAL WEB DE GUILLO