La verdad sobre la foto de la camioneta que estaba siendo lavada en medio del desastre

En el marco del desastre que sufrió el norte del país, el tema de la información y cómo se maneja resulta fundamental.

La verdad sobre la foto de la camioneta que estaba siendo lavada en medio del desastre

Autor: Ángela Barraza

LUN Cabecera

El martes 31 de marzo apareció en la portada de LUN el siguiente titular: “Aluvión del norte: 7 historias truchas en las Redes Sociales” En el artículo interior, se hizo alusión a los supuestos mitos e informaciones falsas que andan circulando por las redes, en relación al desastre que está viviendo la gente en el norte del país por el aluvión.

Uno de los temas que aborda el diario, es sobre la denuncia, que se dio a conocer en varios medios, en contra de la Frutícola Atacama por tener a sus empleados encerrados en containers.

container

Si bien, quedó claro que los container, donde descansa el personal de la empresa, no estaban cerrados con llave, si había un cierre perimetral que estaba asegurado con candado.

Dos días antes, en Emol había aparecido un artículo donde se da a conocer el testimonio de una de las trabajadoras de Frutícola Atacama que se encontraba dentro de un container en el momento del aluvión que afectó a la localidad de San Antonio, en la Región de Atacama, donde relata el dramático suceso. Además, la mujer relató que se enteró por otras personas que algunas de sus compañeras lograron escapar del recinto gracias a que «se vinieron panderetas abajo».

Uno de los problemas de señalar un tema tan delicado como una “historia trucha” es que aquí hay una situación de política laboral detrás que es preocupante: Nadie puede trabajar, bajo ninguna circunstancia, en una situación de encierro forzoso y arbitrario. Si las panderetas no hubieran caído, estaríamos lamentando, quizás, otras muertes. Acá se está banalizando un tema grave.

relaves

Algo similar sucede con el tema de “Los relaves al tope”. La situación de los relaves en el norte es crítica. Se han realizado múltiples denuncias desde mucho antes de la catástrofe y no hay voluntad política para investigar y legislar al respecto. Si bien, se ha señalado, de parte de las autoridades de la región de Coquimbo, que no hay contaminación de relave en el agua destinada para el consumo, nada se ha dicho respecto de la contaminación del suelo ni del barro que inundó las ciudades. Por el contrario. Lo más alarmante de esta situación es que el alcalde de Copiapó, Maglio Cicardini, confirmó que los vecinos están sintiendo picazones en su cuerpo y en los pies producto posiblemente de los metales pesados de los tranques de relaves abandonados junto a la capital regional de Atacama.

Ver más en: Lo que se esconde del tsunami toxico de las mineras

cam

Y ahora aparece nueva información respecto de “Hombre lava camioneta con agua mineral”, en donde se desmiente este tema, citando únicamente la fuente de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) de Atacama, Organización a la que correspondía la camioneta que está siendo aseada.

Camioneta

La información que nos llegó, fue la siguiente:

El domingo 29 de marzo de 2015, a las 13:00 horas, un grupo de pobladores de  Copiapó recorría las calles de esa ciudad, arriba de una camioneta, repartiendo agua potable a los vecinos afectados por el aluvión, cuando se encontraron con un hombre de avanzada edad que caminaba tambaleándose mientras agarraba, con una de sus manos, un envase vacío de agua .

​Dos voluntarios, entre ellos Pedro Jofré, saltaron del vehículo para asistir al anciano que se encontraba en evidente estado de deshidratación. Después de llenar dos bidones con agua, lo acompañaron, tres cuadras, hasta su casa, cargando el líquido y sosteniéndolo.

​Un par de metros antes de llegar al domicilio y casi en frente de la vivienda del desfalleciente hombre, los voluntarios se encontraron con la puerta abierta de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) de Atacama. En el interior una funcionaria, manguera en mano, regaba las plantas mientras fumaba con tranquilidad. Jofré y su acompañante, llamaron la atención de la trabajadora estatal y le pidieron que se acercara para expresarles su molestia por lo que consideraron una insensatez, dada la necesidad de agua que tenían los copiapinos, y una imperdonable indiferencia ante el drama que estaba viviendo su vecino. La funcionaria respondió a las críticas diciendo «Yo no voy a salir a ofrecerles agua, si los vecinos la necesitan, que vengan ellos a buscarla».

Regando

​Disgustados por la respuesta de la mujer, Jofré y su acompañante decidieron guardar silencio, dar media vuelta y cruzar la calle para despedir al octogenario en la puerta de su casa, pero la historia no terminó ahí. Cuando volvieron sobre sus pasos, se encontraron con que otro funcionario estaba lavando la parte delantera de una camioneta con una escoba y un bidón lleno agua, similar al que ocuparon para auxiliar al anciano.

Anciano

​Sin mediar más palabras, decidieron fotografiar el hecho y subir las imágenes a redes sociales para hacer la denuncia y expresar su molestia por «el descriterio» de los funcionarios de la SEC de Atacama.

La persona que firma este texto es Marianela y asegura ser la autora de la fotografía que ha circulado en la web.

En estas situaciones de crisis, como la que estamos viviendo en el país, no sólo en materia ambiental, sino también de representatividad y credibilidad de nuestras autoridades, tenemos que actuar con mesura. El rol de los medios resulta fundamental a la hora de construir el escenario mental y la opinión de las personas. Por esta razón, hay ciertos temas que no se pueden abordar con tanta ligereza o con una clara tendencia al odio, como lo sucedido días antes con el titular “Otra tragedia en el Día del Joven Delincuente”.

Sobre todo si consideramos que mucha de la información que se obtuvo del norte en las primeras horas fue gracias a las redes sociales y al reporteo ciudadano. No podemos fomentar la pérdida de confianza también entre nosotros mismos.


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