Como suele suceder ante este tipo de eventos, tanto en Plaza de Mayo, como en otros puntos del país, se realizaron marchas de carácter masivo para apoyar a Víctor Hugo Morales luego de que lo despidieran el pasado lunes de radio Continental, diez minutos antes de que comience su programa, en una situación claramente humillante tras 30 años de servicio para dicha emisora.
Acompañado por distintas personalidades como artistas, periodistas y dirigentes políticos, entre los que destacaban el desplazado titular de la Autoridad Federal de Servicio de Comunicación Audiovisual (Afsca) Martín Sabbatella, el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, y el diputado nacional kirchnerista Andrés Larroque, entre otros, Morales agradeció el apoyo y se mostró emocionado por la concurrencia.
Además, les pidió a los medios de comunicación “que también tienen responsabilidades, que reaccionen y que salgan a decir la verdad de lo que está pasando, aunque los comprometa y pongan en juego la pauta” publicitaria, mecanismo que parece empezar a implementar Macri: medio que se muestra crítico al gobierno, medio que pierde publicidad oficial.
Curiosamente, ese era uno de los puntos que desde Cambiemos más se le criticaba al kirchnerismo. Sin embargo, con apenas un mes en el poder, la libertad de expresión y el derecho a la información corren serios riesgos en Argentina: al despido injustificado de Victor Hugo Morales se le suma el fin del programa 678 por la TV Pública y el levantamiento de los programas de Nacional Rock y Radio Nacional, quienes se mostraban críticos al mandato de Macri.
Desde el escenario, donde también estuvieron los ex funcionarios Teresa Parodi, Ariel Basteiro, Eduardo Valdés y el diputado nacional Edgardo Depetri, Víctor Hugo aprovechó para cuestionar los «despidos en el Centro Cultural Kirchner, en el Senado y de los empelados estatales de La Plata» y afirmó que “(el gobierno) no quiere un periodismo que sea desobediente”, según informa el diario crónica.
Los medios masivos de Argentina, entre los que se destacan el grupo Clarín y La Nación tildan la masiva convocatoria como una marcha meramente «kirchnerista», faltando a la verdad y desconociendo los miles de autoconvocados que se movilizaron por su propia cuenta y que no se embanderan bajo ningún partido político.
Por el momento, ante el atropello de las grandes corporaciones económicas y mediáticas, la ciudadanía en Argentina está dispuesta a movilizarse todo lo que sea necesario. ¿Escuchará Macri estas señales? Por ahora, no hay indicios de que eso ocurra.
Fotos: Virginia Torres Schenkel