Mientras los medios se apresuraban en repetir una y otra vez la interrupción del rey Juan Carlos de España al presidente venezolano, Hugo Chávez, en una sala de la Universidad Arcis, en Santiago, se reuníó un grupo de chascones directores y representantes de diversos medios de comunicación autónomos de distintas ciudades del país. Convocados por El Ciudadano, llegaron del norte El Polémico, El Zorro Polémico y La Alternativa; de la zona central El Costeño, Mala Clase y El Quinto Infierno y un sinnúmero de delegados de radios y sitios webs.
En la reunión se acordó conformar la primera Cooperativa de Medios para los Pueblos de Chile. Uno de sus objetivos es «romper el cerco informativo que afecta a los pueblos de Chile, levantado por los medios de comunicación hegemónicos y subordinados al sistema político, económico y social imperante», según dice su declaración de principios.
La red de medios del norte que encabeza Fernando San Román, lleva tiempo trabajando colectivamente para comunicar la promoción de «la solidaridad, el respeto por los Derechos Humanos, el derecho a la salud, la educación y la vivienda, la integración de los pueblos latinoamericanos, la redistribución de la riqueza, el derecho a un salario digno y a la organización de los trabajadores», como también esboza su declaración de principios regional, pues ha quedado sentado en las discusiones que para romper el cerco mercurial es necesario levantar prensas regionales fuertes y con principios claros.
CONCERTACIÓN = CONCENTRACIÓN MEDIAL
La idea de aglutinar a los medios independientes ya se había echado a andar en Chile. El 2003 se creó la Asociación de Medios Independientes de Chile, conformada por El Periodista, The Clinic, Le Monde Diplomatique, Punto Final y los desaparecidos Rocinante y Plan B. En sus objetivos señalaban asumir el «compromiso ético de consolidar un periodismo serio, fiscalizador e independiente de todos los poderes y, con ello, una sociedad más pluralista y democrática», además de concretar una reunión con el entonces Secretario General de Gobierno, Francisco Vidal.
Pese a las intenciones, la iniciativa no fue más allá y al año siguiente Rocinante y Plan B dejaron de circular, levantando su lápida junto a los diarios El Siglo, Fortín Mapocho y La Época; las revistas Hoy, Análisis, Cauce, Apsi, La Bicicleta, El Canelo y La Huella. Todos enterrados en democracia.
Los únicos medios que terminaron por consolidarse durante el reinado de la Concertación son El Mercurio, que terminó siendo dueño de los diarios de todas las ciudades más importantes del país; La Tercera de Saieh y en televisón Megavisión, del empresario pinochetista Ricardo Claro.
Quien fuera director de la revista Análisis, Juan Pablo Cárdenas, confidenció a El Ciudadano el año pasado que Belisario Velasco fue el operador para que Análisis dejara de funcionar.
Y es que si bien no se reconoce de manera explícita, es evidente el interés de la Concertación de mantener la actual situación de concentración de la propiedad en la prensa y no permitir que surjan nuevos actores. Basta ver el bajo protagonismo que el gobierno da a La Nación, o lo costoso que es imprimir una publicación que graficamente pueda competir.
Conocida es por El Ciudadano la operación que involucró a militantes de diversos partidos de la coalición y que trató por todos los medios de impedir que Víctor Pey reciba la indemnización por el usurpado diario El Clarín, lo que lo obligó a recurrir a un tribunal arbitral del Banco Mundial. Pey simplemente ha manifestado su interés de que vuelva el diario más vendido en Chile a los kioscos y al parecer está a punto de conseguirlo, según antecedentes recientes.
A pesar de que en una de sus últimas entrevistas como vocero de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, dijo a El Ciudadano que debía «haber más pluralismo en la prensa. Hemos ampliado el Fondo de Medios Regionales, el que hice crecer de 220 millones de pesos a 535 millones de pesos y este año que viene (2008) va a ser de 650 millones de pesos». El problema es que en el jurado de dicho fondo están presentes miembros de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) y de la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi). Es como el botillero decidiendo sobre nuevas patentes en el barrio. Hasta el año pasado el monto máximo a disputar para los medios regionales no superaba los 2 millones de pesos. Y por el año entero. Bien lo explicitaba Lagos Weber, quien dijo que «el criterio de esa plata no es ayudar a nadie, es llegar a mucha gente, a públicos específicos sin gastar tanto el Estado». O sea, mantener el monopolio.
Un estudio del Observatorio de Medios, Fucatel, el 2005, exponía que de los 4.315 millones de pesos gastados por el Estado en publicidad, 77% era entregado a la cadena de El Mercurio y el grupo Copesa, mientras que un 9% eran destinados a La Nación. Sólo un 15% llegaba a prensa regional e independiente. Manuel Cabieses, director de la revista Punto Final, en una presentación el 2006 ante la Fiscalía Nacional Económica, pidiendo una investigación al respecto, acusaba que de hacerse «seguramente demostrará la colusión entre empresas periodísticas, agencias publicitarias y servicios del Estado, que han establecido verdaderas trenzas para controlar la publicidad estatal mediante tarifas y descuentos especiales, tratos y convenios directos con las empresas, porcentajes de comisiones que se reparten entre agentes de empresas publicitarias y funcionarios encargados de distribuir la publicidad fiscal, diversidad de obsequios y viajes, para estos últimos, etc.»
Una comisión investigadora de la Cámara de Diputados sobre el avisaje estatal en los medios de comunicación, encabezada por Marco Enríquez Ominami, acordaba en una de sus sesiones (19 de julio 2007) que «es nuestra opinión que una ley regulatoria de publicidad estatal, que promueva la transparencia y la eficiencia en la contratación y selección de medios, debiera producir un aumento de la inversión del Estado en avisaje en medios pequeños y regionales, por la vía de ponerlos en capacidad de competir por adjudicarse el mismo, lo que debiera repercutir en el pluralismo y favorecer la libertad de expresión. Por otro lado, recomendamos ampliar y perfeccionar los fondos concursables para medios regionales».
EXPERIENCIAS REGIONALES
Pese a la concentración medial, en los últimos años han emergido nuevos medios en regiones, disputándole el control de la agenda al concubinato Edwards-Concertación. El Ciudadano surge en La Unión y Valdivia en momentos en que se conocía la contaminación del río Cruces provocada por Celco, entregando antecedentes a la población que de sólo contar con el diario Austral de Valdivia, de El Mercurio, jamás se hubiesen sabido. Con el mismo sentido de informar lo que no se cuenta hace sólo una semanas nació, El Ranquino, periódico fundado por Bruno Sommer, director de El Ciudadano, quien declaró que «es necesario levantar periódicos provinciales que actuen en redes regionales con un componente libertario a lo largo del país, está e1 buen ejemplo de EL Polémico, La Alternativa y el Zorro Polémico en el norte de Chile y es lo que debemos imitar sobre todo las nuevas generaciones de periodistas antes de pensar en trabajar para el duopolio».
Hoy Antofagasta, Valparaíso, la Región del Bío Bío y la Araucanía ya tienen medios independientes, los que han logrado articularse para enfrentar la carencia de recursos a la hora de investigar temas locales. En la región nortina la Red de Medios Independientes lleva un par de meses activa y permitió cubrir de manera activa la inoperancia de las autoridades luego del terremoto de Tocopilla, y denunció las irregularidades en los estamentos públicos y tráficos de influencias en la zona.
«Nosotros queremos hacer un trabajo distinto como medio independiente, y por eso generamos este tipo de medios, generando conciencia y que están con la clase trabajadora, con los excluidos, que busca conciencia social y que claramente se define como antineoliberal», cuenta Miguel Ballesteros, director de El Zorro Polémico de la ciudad de Calama.
«La idea es que El Polémico, el Zorro Polémico y La Alternativa afinen su coordinación, es decir, organizarnos formalmente. Todo esto en función de coordinar temas, cobertura, pautas, ayudas mutuas y financiamiento. Este es el problema que todavía nos pena, si bien nos autogestionamos con la venta y con una pequeña pauta publicitaria, que es súper pequeña, no alcanzamos a financiarnos. Tenemos carencias complicadas que a veces nos han tenido en el borde no salir», afirma Fernando San Román, director del periódico El Polémico.
Y su presencia molesta. Así lo entendieron cuando las imprentas de Calama se negaban a imprimir el periódico. Ballesteros cuenta que «El Polémico empezó a imprimirse en Tacna porque cuando estaba en circulación por formato de fotocopia, el diputado Waldo Mora (DC) nos hacía la vida imposible, moviendo sus contactos, su maquinaria política, para que las imprentas no nos imprimieran el pasquín». Pero todo fue para mejor: «Ahora ya todos imprimimos y nos diagraman en Tacna, donde sale mucho más barato. Imprimir en Calama el Zorro Polémico nos sale el doble de los que cuesta en Tacna y sin diagramación. Nos sale prácticamente tres veces más barato».
En el caso de Valparaíso, el proceso de a poco va tomando importancia bajo el alero de medios como IrreverenTV, Radio Nueva Aurora y Radio Placeres. «En la quinta región los medios independientes estamos por aunar fuerzas por un objetivo mayor: la creación de una sociedad mejor», dice Nicolás Véliz, de IrreverenTV. «La idea es poder potenciar los trabajos que cada uno de los medios está desarrollando en sus territorios, en sus comunas, en sus regiones, y de esa forma potenciar los mismos procesos que en esos sectores se están desarrollando», agrega Sergio Millemán, de Radio Nueva Aurora de Viña del Mar.
Dos buenos ejemplos porteños son «El Puertazo» que recientemente ha sacado a las calles su primera edición y el trabajo de «El Costeño», dirigido por Pedro Herrera, quien a puro ñeke ha hecho circular 7 ediciones trabajando desde el calor de su hogar en una toma en Quinteros.
En la Octava Región el proceso no se queda atrás. Se conformó ya una Agrupación de Medios Independientes del Bío Bío, compuesta por Radio Lorenzo Arenas, Siprotec, periódico En Marcha, revista Chile Informado, integrantes del Colegio de Periodistas además de Sedec, organización impulsora de este trabajo. Se han realizado encuentros regionales, charlas de reflexión, talleres y capacitaciones de diagramación, edición de audio, de video y de periodismo buscando potenciar el ejercicio cotidiano de los medios locales.
«En Concepción están pasando muchas cosas que no salen en los medios, por ejemplo lo de Tomé, ahora con las farmacia Ahumada, el problema en el Líder, etc., entonces la gente no conoce lo que pasa y todo se tergiversa, se falta a la verdad, y todo esto motiva a que los medios se unan y traten de crear fuerzas comunes para que estas cosas la gente la conozca», expone Carlos Santana, conductor del programa Lista Negra de Radio Lorenzo Arenas.
En el caso de la región de la Araucanía, está el trabajo realizado por Azkintuwe quienes desde el 2003 entregan un periodismo de investigación dedicado al pueblo mapuche y que se distribuye a ambos lado de la cordillera de los Andes.
Junto al pueblo de la ñuke mapu, también se encuentra el portal informativo MapuExpress quienes emiten un completo boletín mensual y el diario comprometido con el desarrollo del Sur, La Aldea, dirigido por Miguel Ángel Navarrete.
Donde ha resultado difícil establecer esta red ha sido en la Región Metropolitana. Pese a ello, está el trabajo que ha realizado El Quinto Infierno y la revista Mala Clase de la Fech que ahora dando cuenta del funcionamiento en red, circula con El Ciudadano para todo Chile. Ejemplos de que se avanza son los del canal comunitario de Villa Francia, Umbrales TV, quienes han impulsado una real y efectiva organización de los medios, trabajando igual y conjuntamente con la ECO comunicaciones en la creación de una red nacional de medios independientes. «El objetivo de la red es constituir una plataforma de medios independientes, populares y alternativos que hagamos fuerza, que sean un referente político y social», cuenta Francisca Miranda, integrante de Umbrales TV.
EN RED
El horizonte de estos medios es ser una opción comunicacional seria, lo que desconstruiría el cerco informativo imperante. «Somos un medio dependiente, porque dependemos de nuestra comunidad -sostiene Véliz-, pero somos independientes a los grupos económicos, al poder fáctico».
Umbrales TV y ECO ya han desarrollado dos encuentros de medios independientes: En diciembre del 2007 en Canelo de Nos, Santiago, y en enero de este año en Viña del Mar. «Una de las principales opciones políticas es articular redes nacionales y regionales para hacer contrapeso al cerco informativo del mundo mediático comercial», manifiesta Juan Ortega, de ECO.
«Es muy necesario articularse. Yo al menos he tenido problemas con la Gobernación, con Carabineros, he estado detenido y formalizado y el haberme hecho parte de una asociación de comunicadores sociales de Calama, me dio un potente respaldo. Es necesario para casos puntuales como esos, pero también para generar nuevos medios, buscar alternativas de financiamiento, desarrollar un trabajo en conjunto. Hay que buscar ahora los puntos de unificación y en base a eso trabajar», indica Ballesteros.
«Ya tenemos medios de Arica a Punta Arenas, en algunos lugares faltará crear un par de medios, y habrá que ayudar a otros que están algo débiles. No puede pasar este año sin que estemos articulados potentemente en una red nacional de medios independientes, porque eso le da más fuerza. Así potenciamos todas estas voces que hay para romper definitivamente el monopolio que tanto daño le hace a nuestro país, porque no refleja la verdadera situación que vive Chile y Latinoamérica. Esto va más allá de un país, va en una concepción latinoamericanista de creer que otro mundo es posible», sentencia San Román.
Por lo pronto se está trabajando en base a los objetivos propuestos en el encuentro efectuado en Viña del Mar. Se quiere fortalecer las conexiones de los medios con organizaciones sociales, sindicatos, grupos culturales y medioambientales; también es importante un proyecto de imprenta popular para sustentar los boletines y periódicos.
Claramente queda camino por recorrer, pero la experiencia que ha adquirido en el último tiempo esta red de medios es tangible, cada vez más afiatados, respetando sus autonomías y concientes de que en otro gallo cantaría si las comunicaciones estubieran al servicio de los pueblos de Chile.
Julio Sánchez