El presidente de Uruguay, José Mujica, se quejó de un editorial del diario El País (sin nombrarlo pero citando algunas de sus frases), que ponía en duda la votación popular del pasado domingo 26 de octubre.
El editorial, llamado «Lecturas inquietantes», mostraba su extrañeza por los resultados de las elecciones y aseguraba: «Los fenómenos colectivos son extraños y difíciles de explicar. Y las mayorías muchas veces se equivocan, tal como decía Vázquez. Basta recordar los éxitos electorales de gente como George Bush, Maduro o Carlos Menem. Será cuestión de confiar en que la ciudadanía en algún momento vea despertar su espíritu crítico».
Mujica dedicó parte de su columna a criticar estas expresiones y por añadidura a la oposición. No es la primera vez que el actual presidente se enfrenta con los editoriales de este periódico, que en el 2009 admitió en una nota de opinión que hacía campaña para que Mujica no ganara.
«Si lo que importa es la suerte de la gente, este gobierno que se va debe tener todas las puertas de su ministerio abiertas, en franca colaboración con el nuevo gobierno. El pueblo decidirá cuál es ese gobierno y lo más probable es que sea el de nuestro compañero, pero si no fuera así esto vale como principio general. El país deberá tomar algunas decisiones que no pueden esperar. Es lógico intercambiar ideas e información en esa circunstancia, conocer los pareceres del nuevo gobierno. Hay cosas que resolver antes de febrero, de enorme repercusión y naturalmente deben conocerse y discutirse», dijo, en alusión a las consultas que desea hacer al próximo presidente antes de tomar decisiones.
«Desgraciadamente, con el cuerpo todavía caliente del desenlace electoral, ya comenzó la lima sorda de aquellos que nos odian y que además tienen el manejo de los grandes medios y comienzan a sembrar distancias entre astoristas y mujiquistas, o entre el presidente actual y el que probablemente puede venir. (…) Hasta ayer nomás, blandiendo encuestas, parece que nos caíamos a pedazos por todas partes. Era inevitable el desmoronamiento. Hoy, casi con amargura, se quejan un poco del pueblo y dicen que los fenómenos colectivos son extraños y difíciles de explicar», comentó.
«Ay ,querido, si fueras peón rural, si hubieras sido una sirvienta sin reconocimiento te explicarías muchas cosas. Nosotros los entendemos perfectamente y comprendemos; son fieles a sus intereses y sobre todo a sus visiones de clase, que no pueden evitar», opinó el mandatario.
«Nos odian porque somos de abajo, no pueden aceptar que gobernemos. Es cierto que todas las grandes corrientes políticas son policlasistas en Uruguay y nos da una característica notable. Hemos aprendido a convivir, pero la influencia de los que viven de un salario es muy fuerte en nuestra corriente política. Por eso, sin que se puedan dar cuenta, tienen esa terrible agresividad y cuasi intolerancia de que estemos gobernando», dijo Mujica, para concluir: «Tenemos que aprender que siendo adversarios no somos enemigos».
Fuente: Agencias