Según el sitio mifuturo.cl del ministerio de Educación, al primer año de egresado un periodista gana casi 670 mil pesos, al segundo, 773 mil; a los cinco años de trabajo, el nuevo profesional debiese superar el millón de pesos. Sin embargo, dichas remuneraciones distan bastante de la realidad, tanto en el promedio que percibe el gremio, como por los sueldos de ‘rostros anclas’ de algunos medios.
Con todo, la crítica situación de TVN –la que debido a sus números en rojo podría acarrear su quiebra–, pone sobre el tapete una discusión pendiente. En efecto, que algunos periodistas de la señal estatal tengan remuneraciones millonarias, por mucho que sean ‘rostros’ o jefes, distorsiona el mercado laboral de los periodistas. Sin considerar que muchas figuras trabajan en dos o tres lugares a la vez –en medios de comunicación y en el área docente–, copando de esta forma espacios para el desarrollo igualitario de sus colegas.
Pero, sin duda, también hay que considerar en la crisis que vive TVN, el cuestionable aporte de quienes gozan de tan altas remuneraciones. Desde ya, los rostros del matinal Buenos días a todos, Julián Elfenbein y Karen Doggenweiler, se llevan 45 millones de la torta. El conductor, de profesión periodista, cobra a fin de mes la friolera de 25 millones de pesos. En tanto, su compañera de fórmula, la también periodista y esposa de MEO, cobra la no despreciable suma de 20 palitos. La pregunta es si se justifica pagar 45 millones a dos rostros que han demostrado su incapacidad para superar a los otros matinales, y de paso, llevar a la señal de Bellavista a millonarias pérdidas por la fuga de avisadores, según El Mostrador.
Pero la pareja de animadores no es la única que corta bueno en el misceláneo y que tiene evidente responsabilidad en la debacle de sintonía, también hay que sumar al periodista Mauricio Bustamante –que pertenece al departamento de Prensa, pero que tiene una ‘participación especial’ en el Buenos días a todos–, quien alcanza los 18 millones mensuales.
No obstante sus excelentes sueldos –que suman 63 millones de pesos–, el trío matutino no logra justificarse. Si se toma en consideración el dato de mifuturo.cl, que asegura que a los cinco años de egreso un periodista gana $1.009.323, con 45 millones que gasta TVN en tres periodistas poco eficientes, alcanzaría para contratar a 45 periodistas, tal vez, mejor calificados y mucho más esforzados. Y que, a un bajísimo costo, podrían mejorar los contenidos de un programa como Buenos días a todos, cuya línea editorial se caracteriza por la ambigüedad y la falta de compromiso con la realidad del país, y con el solo propósito de ‘entretener’, dejando sin cumplir el rol social de un canal público, que debiese tener un correlato cultural de mayor talante.
Algo similar a lo que ocurre con los ‘rostros’, es lo que sucede con el jefe de Prensa, Alberto Luengo, que cobra $13,2 millones, y la directora ejecutiva Carmen Gloria López, que se embolsa $13,5 millones; sin considerar que el director de programación, Eugenio García –el ‘salvavidas’ que trajo López al canal púbico, sin que haya logrado revertir las cifras negativas–, factura otros 25 millones cada 30 días (más de 50 sueldos de periodistas con cinco años de ejercicio profesional).
Javiera Olivares: “Antes de la dictadura el Colegio de Periodistas fijaba los aranceles”
Javiera Olivares, presidenta del Colegio de Periodistas, quien se encuentra de viaje representando al gremio en el extranjero, se refirió en El Ciudadano a la conocida polémica que se genera por los altos sueldos de los rostros. En la oportunidad, Olivares también abordó la inequidad salarial y la calidad de los medios de comunicación como fuente laboral.
“Hace muchos años, antes de la dictadura, cuando el Colegio de Periodistas, al igual que los otros colegios profesionales, tenía una tipificación de corporación de derecho público –y no asociación gremial, como fue cambiado a inicios de los ochenta por la dictadura–, era el Colegio el que definía los aranceles (sueldos) de los periodistas”, explica Javiera Olivares.
“Obviamente hoy no ocurre aquello. Más que una cuestión meramente gremial de definir este debate como una pelea por sueldos, creo que lo que mejor ilustra esto, es aquello que se ha configurado en el sistema de medios chilenos, un tema que es muy desregulado, que está fundamentalmente definido por las lógicas de mercado, donde, incluso, el canal público se ha empapado en esa caracterización, por lo tanto, hay quienes obtienen ganancias altísimas, y hay una mayoría importante de trabajadores de las comunicaciones y periodistas que no tiene esa realidad”.
Javiera Olivares insiste en la caracterización mercantilista de los medios, fraguada sobre el desmejoramiento de los salarios de la mayoría de los trabajadores de la industria, en particular, de los periodistas.
“Desde mi punto de vista, lo anterior ilustra la caracterización del modelo de medios de comunicación en Chile: mercantilizado, fundamentalmente basado en el rating, definido por los avisadores, con todo el conflicto de interés que ello puede implicar, y a costa de una importante masa de trabajadores. Ése es el punto. No tiene que ver con los rostros».
“Como Colegio de Periodistas –agrega– pensamos que se trata de un modelo de medios poco diverso, poco plural, poco democrático, extremadamente mercantilizado, bajo los cánones del mercado, y que tiene este tipo de desigualdades, que no hacen más que demostrar las desigualdades que se producen en el propio país. Las reproduce”.
La presidenta del Colegio de Periodistas no está contra los altos sueldos, pero sí pide que haya mayor regulación y equidad laboral.
“Esto (los altos sueldos de TVN) reinstala el debate de la necesidad de que haya una mayor regulación para garantizar, por un lado, libertad de expresión y pluralismo efectivo y verdadero; y por otro, garantías mínimas de equidad. No se trata de que todos ganen lo mismo; no se trata de que no se entienda que haya rostros más visibles, y que puedan tener mejores remuneraciones”, puntualizó la dirigente.