No se trató de una ceremonia de la nostalgia, aunque sí estuvo cargada por los recuerdos de un grupo de periodistas que hace 30 años pudo desafiar a la dictadura y sustentar con valentía y compromiso el medio de comunicación más exitoso que haya existido en la historia del periodismo chileno después de la revolucionaria Aurora de Chile.
Y es que después de 3 décadas, el director Juan Pablo Cárdenas logró reunir a muchos de lo que fueron parte de la historia de Revista Análisis, y realizar un número excepcional, tal como si no hubiesen jamás dejado de escribir en la mítica revista que logró exasperar a Pinochet como cuenta la historia no oficial de esos días.
La ceremonia se desarrolló en la hoy llamada Universidad Academia de Humanismo Cristiano, la misma institución que vio nacer a este medio de comunicación que en su primer número se llamó justamente Academia y que gracias al patrocinio de la Iglesia Católica , pero sobre todo, al irrestricto apoyo del entonces Cardenal Raúl Silva Henríquez, pudo sortear todas los estados de sitio y las restricciones a la libertad de información que en esos años eran el pan de todos los días.
Tal como lo hiciera durante más de dos décadas, Cárdenas abre fuego en la editorial de este número especial que lleva como título “Es el Colmo”, dando cuenta del estado de indignación que embarga en el presente a quienes lucharon por la consolidación de una nueva democracia y que no se conforman con la actual. “Durante 15 años, el equipo de Análisis resistió toda suerte de amedrentamientos, acosos judiciales y hasta el espeluznante homicidio de su Editor Internacional. En las dos clausuras impuestas por el Estado de Sitio- recuerda Cárdenas-, su misión inclaudicable se hizo clandestina y todavía más desafiante. Cómo no recordar el Análisis Internacional impreso en talleres alemanes, la manera en que burlamos la prohibición de publicar fotos y los infructuosos operativos para requisar nuestros ejemplares de los talleres gráficos, sin sospechar que la revista se imprimía bajo los cuidados de la propia policía de Investigaciones de Chile que tantas veces, por lo demás, nos advirtió a tiempo de las órdenes de detención y frustró algunos criminales atentados de los servicios secretos del Tirano”.
Más de 60 colaboradores en un número que se agotó en su primer día de venta y que lo convierte nuevamente en un hito del “periodismo comprometido con una vocación”, como lo señaló el Rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Juan Ruz.
En la ceremonia se entregó una distinción al hijo del asesinado periodista José Carrasco Tapia, Iván Carrasco también a quien fuera consejero de la revista Análisis, Duncan Livinsgton y a la editora Juanita Rojas.
La edición especial de revista Análisis registra el trabajo de más de 60 colaboradores, entre periodistas y columnistas, que dan cuenta de los principales temas de la agenda noticiosa con el particular compromiso con la libertad de expresión que le fue característico. Esa obligación con la verdad es lo que les significó “el exterminio de Análisis”, como denomina Cárdenas a la operación realizada desde La Moneda que tuvo como objetivo sacar de circulación a ésta y todas aquellas revistas que fueron capaces de existir en dictadura pero que no resistieron a la democracia. “Falta ha hecho Análisis, y otros medios para denunciar y detener el proceso de expoliación de nuestros yacimientos, bosques, mares y manantiales. Para poner freno a la servil y criminal política de estimular la inversión foránea y las actividades depredadoras de un país de geografía y ecosistemas frágiles”, dice en la editorial que abre la publicación que en esta oportunidad cuenta con artículos del análisis político, económico, científico, educacional de Felipe Pozo, Libio Pérez, Francisco Martorell, Marcia Scantlebury, Margarita Cea, Victor Hugo de la Fuente , Juanita Rojas, Rodrigo de Castro y de tantos otros que resulta imposible enumerar aquí y que le imprimieron la fuerza a la revista.
La excepcional publicación hace un repaso también a temas como la Seguridad Pública , al Transantiago, el femicidio, sin dejar su característica denuncia al abordar nuevamente y desde otra perspectiva a la malograda Colonia Dignidad. Una amplia mirada que no podía soslayar la voz de protagonistas, en el caso de las entrevistas a Pablo Longueira y a Juan Gabriel Valdés, como tampoco echar un vistazo a la cultura y al deporte.
No podía estar ausente la voz de Fernando Castillo Velasco, pieza fundamental de la publicación, quien arremete expresando su descontento al aseverar: “…no creo que el crecimiento y desarrollo de las urbes sea porque ellas son más eficientes a mayor tamaño. O que las economías de escala son mayores porque los mercados de productos y servicios aumentan de tamaño, lo que permitiría bajar los costos…y es aquí donde donde expreso mi total disentimiento…”. De la misma manera en que el ex presidente del Directorio de Análisis manifiesta su puntos de vista sin tapujos, lo hace el sacerdote Jorge Hourton, Luis Eduardo Thayer, Nelson Caucoto, Faride Zerán,Pamela Jiles, a quienes se unen plumas más jóvenes como Alejandra Costamagna y Manuel Guerrero (sí, el hijo del profesor asesinado), entre otros. Todas voces unidas “en el orgullo de reencontrarnos y comprobar que casi todos los de entonces, seguimos siendo los mismos”, como sentencia Cárdenas.
Vivian Lavín