Este jueves 6 de agosto se cumplen 70 años de los bombardeos atómicos llevados a cabo por Estados Unidos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Los ataques fueron ordenados por el Presidente Harry Truman y se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945. Se tratan de los únicos ataques nucleares de la historia de la humanidad. Las bombas asesinaron a más de 240.000 personas y todavía a día de hoy se padecen las consecuencias: la exposición a la radiación liberada por las bombas genera numerosos casos de cáncer.
Siete décadas después de la que es una las peores páginas escritas en la historia de la humanidad, el Alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, pidió a los líderes del mundo recordar el horror nuclear y los invitó a visitar la ciudad para que puedan ver de cerca las terribles heridas provocadas por las armas nucleares en Hiroshima.
Reino Unido apoyó la masacre
Los documentos desclasificados por la Administración Nacional de los Archivos y Registros estadounidense certifican que Reino Unido apoyó el uso de bombas nucleares contra Japón por parte de Estados Unidos aproximadamente un mes antes del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki.
Representantes británicos expresaron su apoyo a este ataque durante una reunión de la Comisión Conjunta de Política celebrada en Washington el 4 de julio de 1945.
En ella los británicos respaldaron el uso de ‘Tube Alloys’, nombre en clave utilizado para referirse a las armas nucleares dentro de un programa de investigación clandestino conjunto entre Reino Unido y Canadá que posteriormente fue absorbido por el Proyecto Manhattan.
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