En estos días los sistemas de inteligencia artificial están dando de qué hablar. La última es una IA desarrollada hace poco por Facebook, que tenía como propósito hacer de la comunicación digital un proceso más eficiente, como informa Fast Co Design.
Tal ha sido el nivel de sofisticación de esta tecnología, que sus creadores generaron varias inteligencias artificiales que se comunicaban entre ellas usando el idioma inglés. Hasta entonces, todo andaba según lo esperado.
Por un tiempo las conversaciones parecían ser un jerigonza sin sentido -al menos para un humano educado promedio. Un ejemplo de esas conversaciones es el siguiente, donde los robots Bob y Alice mantienen una suerte de diálogo:
Bob: Yo puedo puedo yo yo todo lo demás.
Alice: Bolas tienen cero para mí para mí para mí para mí para mí para mí para mí para mí para.
A juzgar por esta conversación, no parece muy claro que estos artificios tengan inteligencia. O bien Bob y Alice son un par de entes de suprema inocencia en una exquisita dimensión absurda y paralela. Pero ocurrió que gracias a un error en la programación del lenguaje, las dos IAs estimaron que el inglés era un idioma lento y engorroso.
Este aparente sinsentido en las conversaciones resultó que era su lenguaje particular, el que habían empezado a desarrollar recién. Se trataba de una forma de chateo que funcionada totalmente dentro de las reglas que ellos habían generado y que no parecía tener raíces o similitudes con ninguna lengua preexistente.
Comparándolo con jergas de todas las índoles y con estilos taquigráficos de todo el mundo, los investigadores de Facebook notaron que las repeticiones y patrones como «para mí para mí» o «yo puedo puedo yo» parecían errores, pero en realidad eran formas más eficientes de comunicar; solo que nosotros no podemos entender el código.
Una hipótesis es que el número de palabras repetidas se relaciona con cuántos ítems virtuales debía tomar cada robot durante sus acuerdos. «Lo emocionante, o tal vez preocupante», dice Robin Andrews en IFLScience, es que esta interpretación podría estar errada porque no existe nada ni nadie que pueda traducir esta lengua (o lenguas), excepto por los dos sistemas de IA que la usaban.
Facebook decidió desconectar a estos robots, explicando que la idea era que hablaran inglés, para poder entenderlos en línea y porque los ingenieros jamás iban a poder mantenerse al día de la evolución de una IA que crea lenguajes.
La imagen mostrada es referencial (vía mqltv.com)
El Ciudadano