Televisión chilena: La historia la castigará

Pese a ser una poderosa herramienta para perfeccionar el ejercicio democrático, propender al bien común y al desarrollo cultural, la televisión chilena hace todo lo contrario


Autor: Director

Pese a ser una poderosa herramienta para perfeccionar el ejercicio democrático, propender al bien común y al desarrollo cultural, la televisión chilena hace todo lo contrario. Promueve la injusticia, coarta la liberta de expresión, censura las creaciones nacionales y oculta los grandes desastres ambientales y económicos provocados por el sistema económico neoliberal. Ya no hay dudas: el modelo de televisión construido en la transición está agotada.

Puede sonar anacrónico pero la TV Nacional  ha justificado un sistema de represión-control social a favor de una religión,  acumulación de capitales que deciden lo que aparece y no en concomitancia con cuoteados directorios que a momentos parecen desconocer la ética del periodismo. Los otros responsables: los mismos periodistas (desprotegidos) que temen levantarse contra su editor para decirle que se está equivocando,  que está ocultando información.
Pues revisemos la actualidad,  ¿Se ha profundizado en los medios de información respecto de cuál es el trasfondo del jarrazo de Música Sepúlveda? ¿Se ha hecho un debate en pantalla acerca de cuáles son  las razones  que alimentan el descontento estudiantil y juvenil? ¿Qué y cuánto ha dicho La Tercera, TVN, El Mercurio, Chilevisión, Mega acerca de la destrucción provocada por la salmonicultura o de las comunidades destruidas por la minería transnacional que casi no pagan impuestos, de la miseria a los pescadores artesanales provocada por la pesca de arrastre, del multimillonario fraude de los colegios subvencionados que cobran impropiamente subsidios estatales por alumnos que no existen? ¿Se ha informado con la profundidad adecuada las implicancias de la ruma de tratados internacionales firmados por Chile? ¿Se ha hablado del orígen de la FED? ¿Se informó cómo se debía del polémico fraude de la CASEN? ¿Qué interéses están en juego? ¿No merecemos saber la verdad?
Es prudente, seguir preguntando ¿Se ha debatido en TV acerca de las desmesuradas ganancias y de los trillonarios fraudes de la gran minería y respecto a la posibilidad de renacionalizar del cobre? ¿Se exhibe la represión y violencia policial en contra del pueblo mapuche? ¿Por qué recresta se censura y reprimen los documentales chilenos? ¿Qué pasa con el cine latinoamericano, el cine de la India? ¿Qué acaso no existen? ¿Por qué el Directorio de TVN es fruto de un cuoteo político? ¿Por qué nadie explica porque se liquidaron los medios de comunicación que lucharon por la democracia y contra la dictadura negándoles todo financiamiento? Y: ¿Por qué se transfirieron grandes fondos en publicidad a El Mercurio? Todo esto fue una simple casualidad. O estamos frente a una gran conspiración antichilena de dimensiones transnacionales destinada a quedarse –gratuitamente y hasta con subsidios- con mano de obra barata, todos los recursos naturales de Chile, como el agua, el cobre y otros minerales, sin que nadie se entere.
De ello, sin lugar a  duda, se encargaron Enrique Correa (Ministro Secretaría General de Gobierno 1990) y Eugenio Tironi,( Jefe de la Secretaria de Comunicaciones  1990) que fueron responsables principales de la muerte de los medios democráticos, y quienes han sido luego asesores, cabilderos, consultores y/u operadores de los grandes proyectos “empresariales” como Celco  y el proyecto Trillium, entre muchos otros.
Y  es que por medio de  la censura, y el favoritismo del avisaje  Estatal por los mismos de siempre,   la libertad de expresión de los pueblos de Chile se ha visto reducida al dominio mediático de los medios masivos que  reproduce las agendas de un sector privilegiado,   acrecentando así las desigualdades sociales, con la “ayuda”  de información unidireccionales, donde los emisores y los rostros en pantalla se repiten por raiting, o por que su forma de presentar la realidad le es  funcional a la lógica del mercado.

CENSURA Y LA OTRA AGENDA

A juicio de Karla Palma Millanao, estudiosa de las comunicaciones  de la ONG Innovación Ciudadana, lo que hacen los mass media es “un levantamiento de estereotipos de las clases sociales marginadas del espacio público para demonizarlos y desacreditar así sus discursos”. Palma estima que al interior de los movimientos sociales se discuten temas que incomodan a las agendas del poder económico, político y religioso. Entre estos El Ciudadano ha podido percatarse que las inquietudes van  relacionadas a  demandas por tener un medio ambiente libre de contaminación; mayor participación política, sueldos dignos y refundar el sistema educacional. E incluso intereses ciudadanos que hablan de la necesidad de avanzar hacia una asamblea popular constituyente.
Este otro  relato que pertenece a la organización social de base chilena y la diversa sociedad civil,  es impulsado hoy en Chile por una red de medios independientes (Radio, TV, internet y Papel) puestos al servicio de la ciudadanía de a pie y que en su trabajo por romper el cerco informativo, busca  instalar en la agenda publica temas frente a  los que los mass media  parecen indiferentes.
Sin embargo y aunque los medios independientes que integran esta red, tienen un menor impacto, su arduo trabajo por amplificar  las voces ciudadanas parece estar dando algún resultado, que hemos visto traducido en que los medios masivos, mediante blogs  y uso de nuevas tecnologías han abierto espacios como estrategia del desahogo. No obstante, minutos en TV para los temas de fondo que quiere tocar la  sociedad civil,  escasean.
La televisión chilena, sin duda,  tiene que hacer su propio mea culpa. Guillermo Laurent,  abogado y secretario general del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) piensa que “no siempre (la TV) ha contribuido a la democracia ni con la misma intensidad ni en la misma medida. El tema es que hacer con este instrumento: la TV puede y no puede contribuir a la democracia. La TV nacional ha tenido un rol en el restablecimiento de la democracia. Probablemente se le pueda reprochar no haber tenido una contribución mayor, se le pueda reprochar que ha sido sesgada, haberse entregado tanto a la publicidad y el raiting, todo es perfectible”.
“No debiera horrorizarnos que se fortaleciera la televisión publica. Hay distinguidas democracias que tienen televisión publica y no pasa nada”, dice Laurent. Y concluye: “en la televisión chilena priman sin lugar a duda los medios de información frente a la comunicación, haciendo la distinción que los primeros son unidireccionales y en los segundos hay retroalimentación”.
Para que se pudiese construir lo publico colectivamente es necesario el ejercicio del ideal democrático fundado en tres ejes centrales: Eleuthería (••••••••): libertad; Isegoría (•••••••): libertad de expresión, «igualdad de palabra»; y la llamada Isonomía (•••••••): igualdad ante la ley. Considerado estos puntos, los medios chilenos dejan mucho que desear.
Consultado el secretario Ejecutivo del CNTV respecto de la posibilidad que la institución que el representa pudiera sancionar posibles casos de censura en los canales chilenos, este nos respondió: “Si acaso el Consejo Nacional tuviera que ver el tema de la censura: lo haría, pues uno de los componentes del principio del correcto funcionamiento de los medios de televisión es la democracia,  y no hay democracia con censura. Creo que sería un tema del Consejo”.
“La censura, es no poca veces y yo diría siempre un instrumento para mentir y para falsear la realidad, porque la censura no es solamente la prohibición de que tal contenido llegue al público, puede consistir en la modificación del contenido o su desmembración y en cuanto ese contenido sea manipulado según los intereses del censor se está mintiendo”, aclara  Laurent.
“La constitución garantiza la libertad de expresión en la especies de información y opinión sin censura previa. Y así todo lo que se haga en el sentido contrario es inconstitucional”,  agregando que “la censura previa siempre es oficial. Siempre es el poder establecido el que verifica preventivamente la buena calidad de la opinión e información, por eso la examina y deja pasar aquello que a su juicio esta bien.” Y concluye: “Pero si me dices que si hay censura en la  televisión en Chile: creo que no hay. Otra cosa es la calidad de los espacios informativos”.

BREVE HISTORIA DE LA TV EN CHILE

Nadie pensó al servicio de quién estaría la Televisión chilena, pero podemos vislumbrar algo si se analiza el hecho histórico que cuando inicio sus primeras transmisiones experimentales estas fueron en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el 22 de noviembre de 1956,  llevando a la pantalla imágenes de Valparaíso tomadas desde un balcón.  En 1958,  tal cual El Mercurio de Valparaíso abre sede  en Santiago, lo haría también la TV. Su ejercicio, transmitir entre la sede universitaria de la Iglesia Papal ubicada en Santiago, Alameda 340 hasta el escritorio de uno de los  Edwards  ubicado en Morandé con Compañía.
Atrás  habían  quedado las agujas metálicas del reloj  Turri en Valparaíso instalado por gracia del mismo “banquero medial” para marcar las horas de entrada y salida de las jornadas de trabajo que en esos años sobrepasaban las 8 diarias. Era el turno de la televisión pública frente a la privada la que sería probada en junio del 60  por la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile en la frecuencia 9. Se regularía la función de la televisión adjudicándosele la obligación de informar, educar y entretener, entregándose su gestión a las universidades.

En investigación realizada por el historiador Iñaki Moulian, publicada en la Revista Austral de Ciencias Sociales, un importante dirigente del movimiento de extrema derecha Patria y Libertad, Manuel Fuentes, cuenta como la intervención de Estados Unidos a través de la CIA, a fines de la década de los 60´, alcanzó hasta los medios de comunicación masivos en nuestro país. Además de financiar la campaña presidencial de Eduardo Frei Montalva, en 1964 con 8 millones de dólares, Fuentes señala que “La derecha recibe plata de la CIA, el país esta siendo financiado en sus campañas políticas por la CIA … sino habría que preguntar con que se financió la compra del diario “La Prensa” el año setenta, con que se financio la radio “Cooperativa”, con que se financió la radio “Agricultura”, estoy dando algunos nombres, ¿Son aportes de obreros y pobladores?…no.”

Durante los 60 la Tv no tendría aún la masividad esperada, pero por interés del presidente Eduardo Frei Montalva comienzan las pruebas para repetir una señal televisiva que pueda ser vista por todo el país, para comenzar sus transmisiones oficiales en 1969. La idea de la televisión publica se va desconfigurando con el pasar del tiempo, pasa a manos del gobierno democrático de  Salvador Allende  y luego al servicio del régimen dictatorial de Pinochet, tiempo durante el cual la libertad de expresión es anulada por la sombra de la censura y la violación de los derechos humanos.

En 1988 es el momento de Intercom, el primer cableoperador del país. Transcurrido un año , ya eran  tres las firmas que competían por el liderazgo del  negocio del TV cable que en tiempos  de  “la alegría ya viene” marcó  la mitad de las preferencias  del people meter.
Según Jorge Navarrete, ex director ejecutivo de TVN y ex gerente de VTR, «la llegada del cable cambió el concepto de cómo hacer televisión»

La transición pactada el 11 de marzo de 1990  replicaría el esquema de negociación entre derecha y Concertación al interior del directorio de TVN. Todo nombre propuesto para llenar esos cupos deben contar con el acuerdo de ambos conglomerados, expresado en la ratificación de su cargo por el Senado. Ello sumando a la obligación a TVN  del autofinacioamiento lo que lo sometió al intereses de los avisadores, de las empresas que son hoy  quienes deciden en la práctica que debe ir y que no en la parrilla programática. Sucediendo así casi  lo mismo que ocurre con el financiamiento de las campañas políticas por grandes empresas que terminan controlando a alcaldes y parlamentarios, por el hecho de haberles financiado en periodo eleccionario.

Por estos días se anuncia la llegada de la transnacional de noticias al país, CNN. La alianza es entre Turner Broadcasting System y la filial del mayor operador de cable del mundo Liberty, VTR. Y, como el capital manda, ya se construyen sus instalaciones en la ciudad empresarial de Huechuraba. Santiago es la ciudad elegida por CNN para ser la plataforma de la trasnacional noticiosa en América del Sur. La señal ya reclutó a rostros como Ramón Ulloa, Mirna Schindler y Verónica Schmidt. El periodista Patricio Hernández,  ex director de programación de Canal 13, será el director general de noticias de CNNChile.
Laurent, cree que “mientras más información, mejor. La llegada de CNN puede traer un enfoque nuevo pero eso hay que verlo para juzgarlo, no podemos hacer profecías”.
Así, para  el futuro va quedando  la llegada de la Televisión Digital a Chile, enmarcada en un debate no ausento de polémicas por la elección del estándar.
Mejor calidad o más canales y mayor interactividad entre las variables. La   esperanza es que  se apueste porque los operadores no sean los mismos en pos de la pluralidad y la libertad de expresión, aunque ya se habla de que Edwards, no contento con sus 23 periódicos regionales y una cadena con más de 34 puntos FM a lo largo del país, piensa ahora en la idea de montar una canal de TV nacional entrando a operar la norma digital.
Para Oscar Cabello, del Observatorio de Medios “el verdadero problema no es qué estándar técnico adoptar, sino que cuál es el concepto de televisión pública que queremos como país para los próximos años, y cómo lo vamos a financiar. Este es un problema político, no técnico”.

Análisis que se hace carne con el reciente  anuncio de que VTR ya ha elegido a TVN como el segundo canal para que transmita noticias 24 horas en una nueva señal, donde ahora hay que  ver que condiciones contemplará la firma de ese contrato con la filial de Liberty en Chile y si algo de ello se contemplará  en la nueva ley de Televisión Nacional y que modificará el CNTV.

MAQUETEANDO  LA REALIDAD

Para entender el poder que tienen los medios de comunicación masivos y sobre todo la televisión se hace necesario ver el documental realizado por el equipo de televisión Irlandés Radio Telefís Éireann, La Revolución no será transmitida, el que no sólo da cuenta de los tensos momentos vividos al interior del palacio de gobierno venezolano durante el golpe de Estado de 2002, sino que también da cuenta de cómo opera la alianza fáctica entre los canales de televisión y los oligarcas a la hora de defender sus intereses.

En Chile, si bien en democracia no se ha llegado a hechos tan extremos de tergiversación,  durante la dictadura no pocos periodistas se hicieron parte de montajes orquestados por la DINA. Uno de los casos más bullados es el protagonizado por el periodista que jubiló en Megavisión, Julio López Blanco, quien fabrica un enfrentamiento entre “terroristas y las fuerzas del orden” en los cerros de Rinconada de Maipú, en donde habrían muerto  6 militantes del MIR. Estos habían sido fusilados horas antes luego de arrojarse sobre sus cuerpos aceite caliente.

Claudio Sánchez, rostro actual de Megavisión, transmitió desde el interior del Estadio Nacional en momentos en que se torturaba y mataba gente en el recinto deportivo. Participó del montaje. Hasta el momento el canal Católico se ha negado a entregar a la justicia las cintas  con Sánchez  siendo parte de la construcción de la mentira.

Un hecho reciente de desinformación y en que carabineros sirvió para el montaje en el que incluso apareció en pantalla el subsecretario del Interior, Felipe Harboe, fue el sucedido en la USACH, donde se exhibieron para la pantalla chihca una serie   de bidones con químicos,  sustraidos de laboratorios de la universidad que se trataron de asociar con material para molotov y unos sables que resultaron ser de un grupo de danza, ello durante una jornada de movilización convocada por la CUT.

Aunque no se reconoce abiertamente que exista desinformación y autocensura en el mundo de la TV chilena,  que se le prefiere llamar edición, vale clarificar que el afán de este reportaje no ha sido el de atacar para destruir a los mass media por gusto, la idea es invitarlos a una reflexión  donde los responsables puedan replantearse algunas de sus lógicas de hacer TV en bien de la democracia y el diálogo social en igualdad de condiciones.

Por Bruno Sommer y Francisco Marin

Artículo recomendado: Chile: Restricciones a la libertad de expresión en la televisión chilena. (por Felipe Portales)  http://www.luisemiliorecabarren.cl/?q=node/679

RECUADRO: LA REALIDAD QUE TVN NO QUIERE MOSTRAR

Una de las formas en que se expresan las severas restricciones que experimenta el derecho a la libre información y expresión en Chile es la sistemática autocensura que sufren los documentales con una visión crítica de la realidad nacional en la televisión chilena. Particularmente grave es el hecho que Televisión Nacional, el canal público que debiera estar abierto a las diversas expresiones de nuestra producción artística y cultural, aplique también dicha autocensura.
Documentalistas que conocen del operar de TVN, contaron a El Ciudadano que a veces se compran los derechos de exhibición por varios años, postergando la importancia de ser exhibidos en un momento contingente, y que luego si es que alguna vez los pasan lo hacen en un horario después de las 12 de la noche, cuando la gente ya duerme.
Los realizadores audiovisuales también cuestionan el hecho de que existan fondos de gobierno  provenientes de CORFO y el FONDART para el fomento audiovisual, pero que luego no exista apoyo para su distribución y difusión de la obra.

Documentales Autocensurados por TV

1.-“El derecho de vivir en paz” (Carmen Luz Parot; 1999)
2.- “Wallmapu” (Jeanette Paillán; 2001)
3.- “El velo de Berta” (Esteban Larraín; 2004)
4.- “El despojo” (Dauno Tótoro e Italo Retamal; 2004)
5.- “Nuestro Quijote, Clotario Blest” (Gloria Camiruaga; 2005)
6.-“Punalka; El Alto Biobio” (Jeanette Paillán;1995)
7.- “Patio 29, Historias de silencio” (Esteban Larraín; 1998)
8- “Wirarûn” (Jeanette Paillán; 1998)
9.- “Ralco” (Esteban Larraín; 1999)
10.- “Opus Dei, una cruzada silenciosa” (Marcela Said y Jean de Certeau; 2006)
11.- “Chacabuco, memoria del silencio” (Gastón Ancelovici; 2001)
12.- “Calles caminadas” (Eliana Largo y Verónica Qüense; 2006)
13.- “El juicio de Pascual Pichun” (María Teresa Larraín; 2007)
14.- “Imágenes de una dictadura” (Patricio Henríquez; 1999)
15.- “Volver a vernos” (Paula Rodríguez; 2002)
16.- “Calle Sante Fe (Carmen Castillo; 2005)
17.- “La ciudad de los fotógrafos” (Sebastián Moreno; 2006)
18.- “En nombre de Dios” (Patricio Guzmán; 1985-1986)
19.- “Salvador Allende” (Patricio Guzmán; 2004)
20.- “Somos +” (Pedro Chaskel y Pablo Salas; 1985)
21.- “Por la vida” (Pedro Chaskel; 1987)
22.- “El lado obscuro de la dama blanca” (Patricio Henríquez; 2006)
23.-“La memoria obstinada” (Patricio Guzmán, 1996-1997)
24.- “El caso Pinochet” (Patricio Guzmán, 1999-2001)
25.- “Estadio Nacional” (Carmen Luz Parot, 2001)
26.- “No olvidar” (Ignacio Agüero, con el seudónimo Pedro Meneses, 1984)
27.- “En algún lugar del cielo” (Alejandra Carmona; 2003)
28.- “Reinalda del Carmen, mi mamá y yo” (Lorena Giachino; 2006)
29.- “La batalla de Chile” (Patricio Guzmán, 1972-1979)

Cabe destacar que la gran mayoría de los documentales precedentes, han obtenido importantes premios en festivales de cine alrededor del mundo, sin embargo TVN no los ha exhibido argumentando, en carta enviada a Felipe Portales, quien hizo esta recopilación, que   “ las razones para su no exhibición dicen relación más bien con la imposibilidad de llegar a acuerdo económico con sus realizadores para obtener los derechos respecto de su transmisión, y no con razones de otra índole.”, refiriéndose a la autocensura  Daniel Fernández Kobrich, Director ejecutivo de TVN.
Portales responde : “De acuerdo a los afectados -¡que por cierto han estado y están muy interesados en la exhibición de sus documentales!- ha sido imposible lograr que TVN les difunda sus obras, fundamentalmente por un desinterés ya histórico en ello del canal que usted dirige” .
Portales en conversación con El Ciudadano indicó que la lista de documentales acallados es más extensa y parte del trabajo de investigación que se lleva cabo desde el Programa de Libertad de Expresión de la Universidad de Chile.
http://www.libertaddeexpresion.uchile.cl/   Programa Interdisciplinario Libertad de Expresión


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