El presidente Andrés Manuel López Obrador rompió el enfoque neoliberal donde la tesis principal es que el mercado resuelve todos los problemas y asigna los recursos de forma eficiente, cuando la realidad es que este modelo sólo había generado más inequidad entre personas, empresas y regiones, concentrando la riqueza y enviando transferencias de recursos al exterior, aseguró el subsecretario de Hacienda de México, Gabriel Yorio.
LEER ADEMÁS: ¿Concesiones en Puebla contradicen la política de AMLO?
El funcionario agregó que en ese modelo “el dispendio, la ineficiencia en la inversión y la corrupción generaban que el gasto social no pudiera aumentar y la infraestructura se tuviera que privatizar”.
Yorio destacó además que en sexenios anteriores se compensaba esta ineficiencia incrementando la deuda pública y la prueba es que las pasadas dos administraciones elevaron la deuda en ocho puntos porcentuales, cada una. Técnicamente, esto convertía el gasto público en una transferencia masiva de recursos al sector privado.
El subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en un artículo para el diario La Jornada aseveró que no es posible crecer de forma inclusiva cuando el Estado se retrae de sus obligaciones de garantizar derechos y nivelar oportunidades.
Este gobierno –agregó- decidió tomar definiciones diferentes de política pública, económica y de manejo fiscal, poniendo en el centro a la gente. En este sentido, la gestión social y financiera deben contribuir al bienestar universal. En el quinto año de gobierno, se ven los resultados que han roto con algunos mitos.
Como ejemplo de estas definiciones, enlisto el rango constitucional otorgado a la pensión universal, la eliminación de la subcontratación, el aumento del salario mínimo casi al doble, la reforma al sistema de pensiones para un retiro digno y la ampliación de los días obligatorios de vacaciones.
Planteó el subsecretario Yorio que antes, esto era impensable porque se creía que provocaría inflación, desempleo o caída de la productividad.
La verdad –subrayó- es que se creaba artificialmente la productividad sacrificando los derechos de los trabajadores. Los resultados hoy son una fortaleza de nuestro mercado interno, mayor creación de empleo formal y un bajo desempleo histórico.
Existía la percepción de que los programas sociales desincentivarían la participación laboral, generando dependencia. Pero hoy hay más personas trabajando y que quieren seguir en el mercado laboral. De hecho, la participación en el campo de trabajo alcanzó su máximo histórico en 2023, con un promedio anual de 60.3 por ciento, sobre todo por la creciente inclusión de las mujeres, destaco Gabriel Yorio.
El funcionario federal también subraya que era muy fuerte la creencia de que el gasto social va en detrimento de la inversión pública o viceversa. Por lo tanto, si se elevaba el desembolso en salud y educación, se tendría que reducir en obra pública, o se subía la deuda, o –el argumento de moda– se tendría que hacer una reforma fiscal. El manejo fiscal de esta administración ha logrado romper tendencias en cinco años. Se ha llevado el gasto social a un máximo histórico de 12.4 puntos del producto interno bruto (PIB), a la par de que ha aumentado la inversión en infraestructura, pasando de un mínimo de 2.1 a 3.8 puntos del PIB, especialmente en el sureste del país. Es posible ampliar ambos gastos sin presionar la deuda ni requerir una reforma fiscal. Lo que se necesita es un manejo adecuado de deuda, eliminar la corrupción y reducir la evasión fiscal, explicó en su artículo.
Gabriel Yorio concluye en su colaboración comentando que hace unas semanas recibió a inversionistas extranjeros a quienes les sorprende que algunos actores internos no compartan la percepción internacional positiva que se tiene de la economía mexicana por la baja en el tipo de cambio, en el desempleo, en la inflación y en la pobreza.
Foto: Internet
Recuerda suscribirte a nuestro boletín