Las áreas verdes en las zonas urbanas son de vital importancia para el desarrollo integral de una ciudad. Además de proveer pulmones con aire limpio a los habitantes de la misma, son centros de entretenimiento, ocio, convivencia social y ejercicio.
En una era pandémica, llena de incertidumbres, encierros y decadencia social, recuperar la integridad y reapropiarse de las áreas verdes se convierte en una acción política y social. En una ciudad como Puebla, que cuenta con un territorio de casi 69 mil kilómetros de zona urbana, las áreas verdes son también una necesidad salubre.
Por lo mismo, es preciso repasar ciertos aspectos que rodean estas áreas; cuestiones más allá de la organización de un picnic o una cascarita de futbol. La limpieza, dignidad y funcionamiento de parques, jardines y cualquier otro territorio con presencia de vegetación de carácter público, es indispensable para que estos espacios sean utilizados.
Cuando un espacio de esta naturaleza comienza a decaer, la sociedad suele dejarlos al olvido y a merced de las agendas sinfín de las autoridades, las cuales parecieran no interesarse en la conservación y promoción de los mismos.
Áreas verdes y zonas urbanas
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), un promedio adecuado de metro cuadrado de áreas verdes por habitantes es de 10 a 15, con un mínimo de nueve m2. La idea de esta designación es mitigar el impacto urbano sobre el medio ambiente, mejorando así la calidad del aire.
La realidad es que debido a su densidad poblacional (con más de 1.5 millones de habitantes) Puebla Capital presenta un déficit en esta materia. En febrero de 2021, Alejandro Callejas Linares, director de Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Puebla, declaró que existen alrededor de tres m2 por habitante; lo que significa que el déficit es de seis m2 por habitante.
Esto último considerando lo mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo que implica que ni siquiera se cumple el 50 por ciento del mínimo requerido; y también que un proceso de reforestación podría tardar más de diez años en balancear las cifras.
Áreas verdes en Puebla
En octubre de 2020, durante una rueda de prensa por parte del Ayuntamiento de Puebla Capital, el secretario de Infraestructura y Servicios Públicos, Israel Román Romano, informó que el municipio cuenta con:
- 6 mil 397 km2 de áreas verdes permeables en todo el municipio.
- 39 por ciento (2 mil 478 km2) están bajo el resguardo de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos.
- 37 por ciento bajo el resguardo de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad.
- 24 por ciento bajo el de Gobierno del Estado.
Parques inseguros y sucios en Puebla Capital
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), presentado el 2020 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Puebla se encuentra en el tercer lugar de insatisfacción ciudadana ante servicios de parques y jardines en su localidad.
Esta calificación se basa en la calidad de servicios en dichos espacios, determinado por cuatro indicadores: cercanía, horario accesible, limpieza/buena imagen y seguridad en términos de delincuencia.
Entre las entidades percibidas como las más peligrosas en esta materia del país, figura Puebla, junto a Tabasco, Zacatecas, Estado de México y CDMX.
Servicio de Limpia y áreas verdes
Dentro de las funciones del Organismo Operador de Servicio de Limpia que guardan relación en materia de parques y jardines, se establecen las siguientes:
- Realizar la limpieza en las calles, aceras plazas, predios, jardines, parques públicos, mercados, estacionamientos y vías públicas.
- Promover convenios de coordinación, concertación y colaboración con los Gobiernos Federal, estatal y de distintos municipios, para la realización conjunta y coordinada de acciones de protección ambiental, manejo y aprovechamiento de residuos, así como en asuntos que afecten el equilibrio ecológico o ambiental en el municipio.
- Aplicar los principios de valorización, responsabilidad compartida y manejo integral de residuos, bajo criterios de eficiencia ambiental, tecnológica, económica y social en el diseño de instrumentos, programas y planes de política ambiental para la gestión de residuos.
ARCHIVO: Reglamento Interior del Organismo Operador del Servicio de Limpia
Si bien estas funciones suenan como buenas bases para una limpieza urbana idónea, la realidad es que la ejecución de estas no es la óptima. Muchas zonas de la ciudad requieren de una limpieza real y constante; y en cuanto a áreas verdes se refiere, el cuidado y mantenimiento implican más que conservar una imagen digna, significa procurar un ambiente.
Ello implica a su vez crear espacios que, como ya mencionaba, inviten a la activación física y a la convivencia social. Desafortunadamente, los esfuerzos del municipio por invitar a la comunidad a procurar estos espacios son prácticamente nulos: no existe una cultura ecológica pública local, así como tampoco existe un organismo de limpia especializado en estas áreas y, a veces, a pesar de que hay botes de basuras bien señalados, la basura desbordada imposibilita que uno pueda colocar la basura en su lugar.
Otra cosa que vale la pena aclarar es que los espacios a los que hago referencia como áreas verdes no sólo aplica a los parques que forman parte del ecoturismo o que cuentan con un servicio de seguridad y limpieza regular (como el Parque Ecológico o el Jardín del Arte), sino también a los espacios que están dentro de la zona urbana.
Espacios que las colonias utilizan como centros recreativos y que no cuentan con las mismas facilidades que estos otros parques. Pareciera ser que la imagen pública a veces es más importante que el verdadero mantenimiento de las áreas verdes.
Igual hay que recordar que si bien no todas las zonas están bajo el cuidado perpetuo del municipio, debería existir alguna legislación que incite y presione a los encargados de hacerlo; o bien, un monitoreo de su parte que contribuya a que este problema no crezca más.
El problema de la basura
La basura es un conflicto mundial que afecta a toda la humanidad y al planeta entero; la invención de plásticos y la utilización de otros polímeros en la vida cotidiana se han convertido en un duro golpe contra el medio ambiente. Si bien su uso ha permitido que muchos bienes se abaraten y sean más accesibles, su tratamiento, al haber cumplido su vida útil, es algo que ha surgido sobre la marcha (de forma fatal y escasa).
Muchos consejos alrededor del problema de la basura tienen que ver con qué no se desecha del modo correcto. Quizás resulte un poco extraño pensar que hay un modo correcto de deshacerte de algo que ya no sirve; pero la verdad es que es un proceso mucho más complejo que sólo echar los desperdicios en bolsas y dejar que el camión de la basura “haga su magia”.
Separar la basura, reducir la cantidad que generes, colocarla en su lugar, evitar el terrible comportamiento de al no encontrar un bote dejarla por ahí; son hábitos que requieren un esfuerzo mínimo y que pueden realmente impactar.
Es obligación de las autoridades comprometerse a crear una conciencia ecológica en la ciudadanía, pero igual es nuestro deber informarnos al respecto y dejar de ser cómplices del daño al medio ambiente.
¿Qué tiene que ver la pandemia?
Desde marzo de 2020, es decir, desde el inicio de la pandemia de Covid-19, la gente tuvo que recurrir al encierro indefinido para mitigar puntos de contagio. Conforme el tiempo ha avanzado la gente ha comenzado a cambiar sus hábitos referentes a ocio y entretenimiento, regresando a los parques, montañas y bosques cercanos.
Es en una época como esta, zonas como los parques, y las áreas verdes en general, deben ser procuradas a la máxima potencia. Se han convertido en puntos centrales de turismo, de desahogo a la rutina y el encierro. Igual debemos tener en cuenta que el tema de la pandemia ha incrementado cierto tipo de residuos sólidos por varias razones.
Ahora mucha gente opta por pedir comida a domicilio, lo que implica envolturas excesivas; la gente ha descubierto las compras online, lo que implica empaques, cinta adhesiva y protecciones; ni hablar de todo los desechos como cubrebocas, envases de gel antibacterial, toallitas húmedas, guantes de látex, entre muchos otros que ya formaban parte de la cotidianidad del ser humano contemporáneo.
Recomendaciones para reducir tu basura
«¿Cómo puedo reducir mi basura?» Puedes comenzar con acciones sencillas, como las que mencioné antes. OIKOS, la revista de divulgación científica publicada por el Instituto de Ecología de la UNAM, tiene en su acervo digital una serie de Recomendaciones para reducir la basura en tu comunidad:
- Hazte responsable de la basura que generas y tírala de forma adecuada y en los lugares adecuados.
- Reduce la cantidad de basura que generas. Puedes utilizar bolsas de tela para cargar tus compras, botellas de vidrio o metal para beber agua o café, olvídate del popote y las servilletas de papel, compra productos a granel.
- Separa siempre la basura que generas en orgánica, inorgánica no-reciclable, inorgánica reciclable y residuos de manejo especial y asegúrate de que los camiones recolectores y barrenderos se la lleven.
- No dejes los materiales de construcción a la intemperie y en costales que se pueden mojar o deshacer; mejor guárdalos bajo techo, evita que se mojen y que se desperdigue el material.
- Infórmate sobre la manera adecuada de disponer de tus residuos: aceites de cocina o de maquinaria, recipientes de insecticidas, artículos de curación o higiene personal, animales y mascotas muertos. Así evitarás contaminación y enfermedades.
- Organízate con tus vecinos y tus autoridades locales para que se coloquen contenedores en la vía pública y se amplíen las rutas de recolección y limpia.
- Exige a tus familiares, amigos, vecinos y a tus autoridades que se hagan responsables de cuidar su comunidad.
No es nada del otro mundo. Desafortunadamente, este tipo de actividades requieren de un esfuerzo gubernamental que las autoridades parecen no tomar en serio; por lo que queda en nuestras manos hacerlo.
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