Cientos agradecen, piden y siguen al Señor de las Maravillas en la procesión

Creyentes como la señora Edna Nieto regaló pulseras en el Templo de Santa Mónica, en agradecimiento a que se curó de un tumor en el riñón

Cientos agradecen, piden y siguen al Señor de las Maravillas en la procesión

Autor: Luis Lozada

Como cada Viernes Santo, cientos de católicos poblanos visitaron al Señor de las Maravillas en el Templo de Santa Mónica, en donde repartieron comida, flores y pulseras como manda para que sus peticiones sean escuchadas o en su caso, agradecer los milagros que les ha cumplido a lo largo de los años.

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Desde las primeras horas de este viernes 29 de marzo, creyentes se dieron cita en diversos templos del Centro Histórico de Puebla para acompañar a las siete imágenes religiosas participantes en la procesión realizada en las principales calles del primer cuadro de la ciudad, para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo. 

En el templo de Santa Mónica se congregó una gran cantidad de feligreses para venerar al Señor de las Maravillas, quien es considerado como una de las imágenes religiosas más importantes, ya que se le atribuyen diversos milagros.

Algunos de los asistentes acudieron al lugar para pedirle bendiciones por la salud, trabajo o dinero, mientras que algunos otros acudieron con diversos artículos o productos para repartirlos entre los creyentes, como manda para que sus oraciones sean tomadas en cuenta.

La manda es una muestra de agradecimiento que los católicos hacen a Dios, por lo que se comprometen a visitar un templo o a regalar comida, agua y flores a cambio de que sus súplicas sean escuchadas o en su caso, agradecer los milagros que les ha cumplido. 

¿Cuáles son los milagros que piden o agradecen los feligreses poblanos?

La creyente, Edna Nieto, acudió al Templo de Santa Mónica para regalar por primera vez pulseras a todos los asistentes, luego de que el Señor de las Maravillas le cumplió el milagro de curar de un tumor cancerígeno diagnóstico en su riñón, hecho que le cambió drásticamente la vida.

Tras este hecho, su devoción a Dios aumentó en gran medida, pues a pesar de que enfrentó una situación de alto riesgo, nunca perdió la fe y luchó hasta que sus peticiones fueron escuchadas. Por lo anterior, se comprometió a dar obsequios en esta fecha religiosa durante todos los años.

Por su parte, la señora Rocío Ibáñez, originaria de Cuautlancingo, repartió flores como una forma de agradecimiento al Señor de las Maravillas por cuidar a su familia y por permitir que su madre haya descansado en paz, tras haber estado enferma más de un año y medio.

Con esta manda, también pide que sus peticiones sean cumplidas para que vuelva a ver a sus hijos que viajaron a Estados Unidos a conseguir una mejor vida, pues no ha logrado reunirse con ellos desde hace más de 30 años.

La señora Zenaida Márquez Juárez, arribó al Centro Histórico desde la junta auxiliar de La Resurrección, para regalar plantas como una forma de agradecimiento por darle fuerza y salud a toda su familia, tradición que ha mantenido desde hace ocho años.

De igual manera, pide que Dios pueda disminuir la delincuencia que se ha disparado en la ciudad, ya que ha terminado con la vida de personas de todas las edades, incluso niños.

El devoto Guillermo Briones, lleva ocho años acudiendo al Templo de Santa Mónica para regalar botellas de agua y realizar la manda que su madre se comprometió a realizar, pero no logró debido a que perdió la vida por una enfermedad.

Expresó que su madre estuvo agradecida siempre con el Señor de las Maravillas debido a que siempre la cuidó en todo momento durante su tratamiento, con quien incluso soñó antes de fallecer.

La señora Gloria Limón, repartió bolsas de chicharrines a todas las personas presentes previo al inicio de la procesión de Viernes Santo, pues resaltó que «es un día para conmemorar a Dios« y todo el sacrificio que hizo por todas las personas.

Comentó que el Señor de las Maravillas siempre ha escuchado sus plegarias, pues en algún momento de su vida fue viajera junto a su esposo en toda la República, y siempre pidió por su integridad durante todo el trayecto

La devota Verónica Landa, acudió en compañía de su esposo a repartir botellas de agua luego de que el Señor de las Maravillas le concedió su petición de que su nieta recién nacida fuera dada de alta del hospital, en donde estuvo internada más de 20 días.

Se dijo conmovida del milagro cumplido, pues esto ha reforzado su devoción a Dios y su amor a la religión católica en la cual ha creído toda su vida.

Foto: Agencia Enfoque

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