Poca gente sabe que si una mujer mide más de 89 centímetros de cintura y si un hombre mide más de 102 centímetros, en la misma zona del cuerpo, ambos corren importantes riesgos de salud.
Tampoco es muy popular el dato de que un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 se considera obesidad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Índice de Masa Corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre peso y talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, y se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
Como se ve, en nuestro país técnicamente es fácil ubicarse en la obesidad, que es considerada una enfermedad crónico-degenerativa, lo mismo que el sobrepeso.
Obesidad y sobrepeso no son lo mismo
Aunque se usan como sinónimos, la obesidad y el sobrepeso son padecimientos distintos.
En ambos casos se registra una cantidad excesiva de tejido adiposo que se ha acumulado en el cuerpo de las personas y que contribuye al deterioro de su salud en general. La diferencia radica en la cantidad de exceso de grasa corporal que se ha almacenado, factor que se detecta mediante una revisión del Índice de Masa Corporal (IMC)
Según información del gobierno federal, las principales causas de defunción en México durante 2019 fueron las enfermedades del corazón, la diabetes y tumores malignos, padecimientos asociados con el sobrepeso y obesidad.
Por otra parte, mediciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.
Según la OMS, en 2016 más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso y de ellos más de 650 millones eran obesos.
La misma organización ha establecido que el desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías es la causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso, es decir, una acumulación anormal y excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Como en muchos casos, la información sobre estas enfermedades es vital para prevenirlas.
¿Qué podemos hacer si medimos más de 89 o 102 centímetros de cintura?
Inicialmente, ir al médico para que nos haga un examen físico y un diagnóstico. El especialista para estos casos, es un médico bariatra.
Comer saludable, con calma y beber mucha agua
Aunque son poco conocidas la importancia del IMC y la diferencia entre obesidad y sobrepeso, muchos sí saben cómo prevenirlas, pues esta información es profusa en nuestro país. Así que nadie se sorprenderá si le recomiendan incluir en cada una de las comidas del día al, menos una porción de verduras y frutas; de cereales y tubérculos y leguminosas y alimentos de origen animal.
Hay que comer verduras y frutas en abundancia, en lo posible crudas y con cáscara, para disminuir la densidad energética en la dieta además de ingerir cereales integrales en cada comida, combinados con semillas de leguminosas.
Debemos moderar nuestra ingesta de alimentos de origen animal y preferir las carnes blancas como el pescado o el pollo sin piel, antes que las carnes rojas como la de cerdo o res.
Hay que tomar agua en abundancia y consumir lo menos posible, grasas, aceites, azúcar, edulcorantes y sal, así como los alimentos que los contienen.
Parece obvio, pero resulta crucial hacer al día tres comidas principales y dos colaciones, procurar hacerlo a la misma hora, con tranquilidad, y evitar actividades que interfieran.
Pero si se quiere reforzar un plan de prevención y un diagnóstico certero, hay que acudir a un profesional de la salud y nutrición para elegir el plan alimenticio adecuado para la talla de cada quien y realizar actividades diarias de acuerdo a cada organismo y cada historial clínico.
Pero antes de todo eso, un dato clave: medir cuánto tenemos de cintura.
Ilustración: Iván Castillo
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