Desafíos éticos del útero artificial para salvar vidas de bebés prematuros

La tecnología tiene el potencial de revolucionar el tratamiento de la prematuridad extrema

Desafíos éticos del útero artificial para salvar vidas de bebés prematuros

Autor: Lizzette Vela

Científicos del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) están desarrollando un «útero artificial» llamado Extend, diseñado para aumentar la supervivencia de bebés extremadamente prematuros. Este dispositivo no pretende gestar un feto desde la concepción hasta el nacimiento, sino proporcionar un entorno seguro para el desarrollo de bebés nacidos entre las 22 y 23 semanas, quienes enfrentan graves riesgos de salud.

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El Extend, inspirado en la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), permite que el feto se desarrolle sin utilizar sus pulmones inmaduros, reduciendo así el riesgo de daño pulmonar y otras complicaciones. Equipos de investigación en la Universidad de Michigan y en Australia y Japón también trabajan en tecnologías similares, cada uno con enfoques ligeramente distintos.

En 2017, los investigadores del CHOP lograron mantener vivos a corderos prematuros durante cuatro semanas usando el útero artificial, observando un desarrollo normal. A pesar de los prometedores avances, aún existen desafíos para adaptar estas tecnologías a humanos, especialmente para bebés extremadamente prematuros nacidos debido a complicaciones de salud.

El desarrollo del útero artificial plantea importantes cuestiones éticas. El uso de esta tecnología requiere cesáreas tempranas, lo que puede afectar futuros embarazos. Además, la necesidad de transferir a los bebés inmediatamente al sistema Extend sin evaluaciones previas plantea riesgos relacionados con el consentimiento informado y la evaluación de la eficacia del tratamiento.

Los ensayos clínicos en humanos aún están en proceso de autorización. Equipos como el de Mychaliska en la Universidad de Michigan esperan iniciar ensayos en unos pocos años, mientras que el equipo de Matt Kemp en Australia y Japón trabaja en superar las dificultades relacionadas con el crecimiento normal de fetos extremadamente prematuros.

La tecnología del útero artificial tiene el potencial de revolucionar el tratamiento de la prematuridad extrema. Sin embargo, es crucial realizar ensayos iniciales de seguridad para evaluar los riesgos y la eficacia. Si tienen éxito, estas tecnologías ofrecerán una esperanza vital a los padres de bebés prematuros, proporcionando una segunda oportunidad para aquellos con pocas probabilidades de supervivencia con tratamientos convencionales.

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Foto: Redes

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