El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó desde la residencia oficial de México en Chile la ceremonia por 50 años del exilio chileno en nuestro país, acompañado por su homólogo, Gabriel Boric Font.
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Durante la imposición póstuma de la Orden Mexicana del Águila Azteca al presidente chileno Salvador Allende —recibida en su representación por la senadora Isabell Allende Bussi—, en el contexto del aniversario del golpe de Estado en Chile, el primer mandatario mexicano dijo que “en 1973, México, su pueblo y su gobierno, mostraron con palabras y con hechos apoyo a los defensores de la democracia en Chile, víctimas de un golpe de Estado que causó la muerte del presidente Salvador Allende, estadista y ser humano excepcional.”
López Obrador subrayó que es timbre de orgullo que nuestro país haya sido el único que votó ese año contra la expulsión de Cuba en la OEA y haya abierto sus puertas a perseguidos por las dictaduras en Chile y otros países de Latinoamérica, alcanzando una época fecunda para las ciencias sociales, pero también muy dolorosa por las víctimas del totalitarismo.
Añadió que en esos tiempos surgió la convicción de transformar por la vía pacífica con el ejemplo de Salvador Allende.
“Desde entonces –dijo- apostamos a que, con la toma de conciencia de amplios sectores de la población, es posible echar a andar y hacer realidad la transformación que requieren los pueblos de manera pacífica, con menos sacrificios y, posiblemente, con mayor profundidad.
“No tiene sentido llegar al poder si la gente va a seguir pensando igual; en nuestra experiencia, la transformación ha sido posible porque la internalizó el pueblo, es producida por la gente. Aplicada y defendida por el pueblo,” agregó el mandatario mexicano.
Expresó que quienes vivieron el exilio en México también son protagonistas del proceso de transformación, y dijo a la familia Allende: “Están en nuestro corazón, recordándoles a todos ustedes lo que ya saben y han vivido: que México, al igual que Chile, es su patria.”
Por su parte, el presidente de la República de Chile, Gabriel Boric Font, expresó sus saludos y gratitud al gobierno y al pueblo de México, y destacó que es muy significativo el homenaje al presidente Salvador Allende con la imposición póstuma de la Orden Mexicana del Águila Azteca.
“Se han compartido en estos días muchísimos recuerdos y la memoria nos ha dejado recuperar pequeñas y grandes historias, recuerdos históricos e íntimos, porque entre Chile y México hay una memoria compartida, ”señaló.
Destacó que la Casa de Chile en México cumplió un rol central en la acogida de los hermanos chilenos y se convirtió en un referente intelectual de la acción política y cultural del exilio, siendo nuestro país “uno de sus epicentros, en donde el mundo académico, político, intelectual, en conjunto con los partidos mexicanos, impactó en los procesos de autocrítica y renovación de la izquierda chilena como en las fuerzas políticas mexicanas de aquel entonces”.
Ambos jefes de Estado develaron la placa conmemorativa sobre el exilio chileno en México, que será colocada en el muro exterior del inmueble para dar fe de la expresión de solidaridad mexicana.
Martínez Corbalá, el gestor valiente de la respuesta inmediata: SRE
La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, se refirió al embajador mexicano Gonzalo Martínez Corbalá como “uno de nuestros diplomáticos mayores, el gestor valiente de la respuesta inmediata que arriesgó su vida, que recorrió la ciudad sitiada para rescatar en persona a los perseguidos”.
Tras recordar que fue Martínez Corbalá quien abrió las puertas a chilenas y chilenos desde el propio inicio del éxodo, la canciller resaltó que el presidente Salvador Allende marcó para siempre a mexicanas y mexicanos durante su visita a nuestro país en 1972, cuando estaban recientes el movimiento de 1968 y la Matanza del Jueves de Corpus; “habíamos jóvenes que pensábamos que era necesario que hubiera más democracia, más apertura”.
Amigos mexicanos, qué grande es su país: Isabel Allende
Durante la imposición de la Orden Mexicana del Águila Azteca, la senadora Isabel Allende Bussi recordó que, gracias a la acción del embajador mexicano en el golpe de Estado se salvaron más de 850 personas que llegaron a la embajada de México en busca de asilo.
“Se liberaron de la prisión, de la tortura, quizás, incluso la desaparición, gracias a la acción de Gonzalo Martínez Corbalá. Nunca lo olvidaremos, pero aquí ambas partes nunca lo olvidaremos.”
Resaltó que la tradición diplomática mexicana también brindó apoyo a los españoles que huyeron de la guerra civil; la histórica visita de su padre, el presidente Salvador Allende, y su discurso en Guadalajara que “marcó a generaciones de estudiantes mexicanos”, así como las cartas que recibió de Lázaro Cárdenas.
“Y por eso, yo quiero decirle con profunda emoción que recibir esta condecoración de Águila Azteca en grado insignia de verdad me conmueve profundamente; pero siento que es a nombre de todos y todas que estuvimos en México, es a nombre de todos y todas las que sentimos esas puertas abiertas, esas casas que se nos abrieron, esas ciudades que nos acogieron, esa comida mexicana maravillosa, esa artesanía que nos acompaña siempre, hasta el día de hoy. Y siempre estamos pendientes para conseguir el mole porque, claro, hay que comer mole, no podíamos dejar de comer mole entre tantas cosas maravillosas.
“Una vez más decirles a nuestros queridos amigos mexicanos: qué grande es su país, qué grande es cuando, además de eso, ustedes tienen la mirada y la perspectiva. En definitiva, me siento profundamente conmovida. Sé que mi padre estaría tremendamente orgulloso,” concluyó.
Foto: Gobierno de México/ Especial
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