por Gerardo Sifuentes
Las misiones espaciales que buscan evidencia de vida en Marte podrían confundirse al encontrar muestras parecidas a fósiles o pseudomicrobialitos, creadas mediante procesos químicos en la superficie de aquel planeta. Astrobiólogos de las universidades de Edimburgo y Oxford, en Gran Bretaña, revisaron evidencia de varias reacciones conocidas por la ciencia que podrían haber creado depósitos en las rocas del planeta rojo, semejantes en su forma a células bacterianas y moléculas a base de carbono, pero originados por procesos abióticos (sin vida).
El objetivo científico de la dos misiones de rovers en Marte, el Mars 2020 de la NASA (rover Perseverance, aterrizaje en febrero de 2021) y la siguiente misión ESA-RosCosmos ExoMars (rover Rosalind Franklin, programado para su lanzamiento en 2022), buscarán pistas biológicas-geológicas en rocas sedimentarias ricas en arcilla muy antigua, que probablemente representen ambientes que alguna vez estuvieron habitados. Ambos vehículos están equipados con cámaras especiales e instrumentos multiespectrales para el análisis de estas rocas y cualquier materia orgánica que puedan encontrar. De acuerdo con los investigadores, distinguir fósiles falsos de lo que podría ser evidencia de vida antigua en la superficie de Marte, que se especula estuvo temporalmente habitable hace cuatro mil millones de años, es clave para el éxito de las misiones actuales y futuras.
Puede interesarte: La NASA planea enviar su primer robot móvil a la Luna en 2023
Imitación de vida
En el estudio publicado en la revista de revisión por pares Journal of the Geological Society, el doctor Sean McMahon, del departamento de la escuela de física y astronomía de la Universidad de Edimburgo, y la doctora Julie Cosmidis, del departamento de ciencias de la Tierra de la Universidad de Oxford, se revisan varios procesos químicos que traen como resultado estructuras muy similares a microbialitos.
Los microbialitos son fósiles, estructuras orgánico-sedimentarias con influencia microbiana, que resultan de la captura y unión de sedimentos y la precipitación de carbonato de calcio y otros minerales en antiguas comunidades microbianas. La interacción entre estos procesos impulsados biológicamente y las condiciones hidrodinámicas, sedimentarias y fisicoquímicas, genera una amplia variedad de formas y texturas de microbialitas, muchas de las cuales tienen un registro fósil en la Tierra. Los microbialitos fósiles más abundantes son los estromatolitos y las estructuras sedimentarias inducidas por microbios. Los microbialitos tienen un excelente potencial de conservación en superficies de carbonato, pedernal y silicatos, y podrían ser lo suficientemente grandes para obtener imágenes con buena resolución utilizando las cámaras de los rovers en Marte. Por ello, estos robots buscarán estructuras que se asemejan a los microbialitos para tomarlas como muestras.
Sin embargo, la forma de la muestra por sí misma es un indicador poco confiable de evidencia de un producto que alguna vez estuvo vivo. Esto obliga a recabar otros datos a nivel de su estructura microscópica y geoquímica para confirmar cualquier identificación tentativa de microbialitas en Marte. La presencia de supuestas laminaciones, cristales, entre otros signos que podrían tomarse como evidencia, puede resultar de factores que no involucran condiciones para la vida como la conocemos, incluida la acumulación de sedimentos durante la deposición y autoorganización durante la cristalización, procesos de formación de rocas a partir de sedimentos (diagénesis), cambios en las rocas por acción de la presión y temperatura (metamorfosis), entre otros que quizá desconocemos.
También leer: Róver Perseverance extrae por primera vez oxígeno en la atmósfera de Marte
Sin entusiasmarse
Julie Cosmidis, profesora asociada de geobiología en la Universidad de Oxford, mencionó en un comunicado:
“En el pasado, nos han engañado los procesos que imitan la vida. En muchas ocasiones, se describieron objetos que parecían microbios fósiles en rocas antiguas de la Tierra e incluso en meteoritos de Marte, pero después de un examen más profundo resultó que tenían orígenes no biológicos. Este artículo es una advertencia en la que pedimos más investigación sobre los procesos de imitación de la vida en el contexto de Marte, para evitar caer en las mismas trampas una y otra vez”.
La búsqueda de vida en Marte puede producir resultados falsos positivos, particularmente a través de la detección de objetos, patrones o sustancias que se asemejan de alguna manera a los productos que alguna vez tuvieron vida, pero que no son biogénicos. Por ello, en sus conclusiones, el equipo de investigación pide un acercamiento interdisciplinario para determinar cómo se podrían formar depósitos de microbialitos en Marte y, por lo tanto, ayudar a la búsqueda de evidencia de rastros de vida allí y en otras partes del sistema solar.
Con información de www.ph.ed.ac.uk y pubs.geoscienceworld.org
Foto: NASA