La franja de Gaza se ha convertido en un «cementerio» de niños, expresó un responsable de Unicef, al informar que más de 3 mil 400 han muerto bajo los bombardeos y más de un millón se enfrentan a una grave escasez de artículos de primera necesidad y a traumas de por vida.
Lee más: Bombardeo israelí a campamento de refugiados deja cientos de muertos en Gaza
En tanto, el responsable de coordinar la ayuda humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, que visitó días atrás Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, habló por teléfono con familias de Gaza desde el Jerusalén, el pasado martes 31 de octubre y dijo que lo que han soportado es «más que devastador».
«Cuando una niña de ocho años te dice que no quiere morir, es difícil no sentirse impotente», escribió en la plataforma social X, antiguamente conocida como Twitter.
“Según los informes, ya han muerto más de 3450 niños. Resulta asombroso que esta cifra aumente significativamente cada día. Gaza se ha convertido en un cementerio de niños. Es un infierno para todos los demás”
Ginebra James Elder
Portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
Otros mil niños han sido reportados como desaparecidos y podrían estar atrapados o muertos bajo los escombros, a la espera de ser rescatados o recuperados, dijo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
Su portavoz, Jens Laerke, dijo que es «casi insoportable pensar en niños enterrados bajo los escombros con muy pocas posibilidades de sacarlos».
Muertes infantiles por deshidratación
«Las amenazas van más allá de las bombas y los morteros», subrayó James Elder, de Unicef. Las muertes infantiles por deshidratación son «una amenaza creciente» en el enclave, ya que la producción de agua de Gaza se sitúa en el 5% del volumen necesario debido a que las plantas desalinizadoras no funcionan, están dañadas o carecen de combustible.
Cuando por fin cesen los combates, los costes para los niños «se dejarán sentir durante décadas», afirmó, debido a los terribles traumas a los que se enfrentan los supervivientes.
Elder citó el ejemplo de la hija de cuatro años de un miembro del personal de Unicef en Gaza, que ha empezado a autolesionarse debido al estrés y el miedo diarios, mientras que su madre dijo a sus colegas:
«No puedo permitirme el lujo de pensar en la salud mental de mis hijos, primero necesito mantenerlos con vida».
Elder reiteró los llamamientos, «en nombre de los 1.1 millones de niños de Gaza que viven esta pesadilla», para un alto el fuego humanitario inmediato y la apertura de todos los puntos de acceso para la entrada sostenida de ayuda humanitaria.
«Si tuviéramos un alto al fuego de 72 horas, esto significaría que 1000 niños volverían a estar a salvo por esta vez»
El lunes, Griffiths también se reunió en Jerusalén con los familiares de algunos de los más de 230 rehenes retenidos en Gaza desde el 7 de octubre. Al parecer, unos 30 de los rehenes son niños.
El director de ayuda de la ONU dijo que durante las últimas semanas estas familias «han vivido en agonía, sin saber si sus seres queridos están vivos o muertos«, y que no podía «ni empezar a imaginar» por lo que están pasando.
La ONU ha pedido en repetidas ocasiones la liberación inmediata e incondicional de los rehenes.
Foto: Agencia Xinhua
Recuerda suscribirte a nuestro boletín