Por Ailyn Rios Martínez / Agencia Reforma
Los fraudes bancarios realizados por medios digitales representan el 67 por ciento del total, mencionó Sara Gabriela Castellanos Pascacio, integrante del Consejo Consultivo del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Tan sólo en cuatro años, las proporciones de los fraudes tradicionales y los cibernéticos se invirtieron.
«En 2016 el 69 por ciento de los fraudes se realizaron por medios tradicionales, mientras que los fraudes cibernéticos eran el 31 por ciento.
«Cuatro años más tarde, en 2020, tenemos que los fraudes cibernéticos representaron el 67 por ciento de los fraudes y los medios tradicionales», dijo Castellanos Pascacio en el segundo día del foro «Hacia una política nacional de ciberseguridad» organizado por el IFT.
Durante el segundo semestre de 2020 se presentaron casi 2.8 millones de reclamaciones por fraude cibernético en la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, comentó la consejera del Instituto.
- El monto total reclamado fue 5 mil 406 millones de pesos.
«De este total de fraudes cibernéticos el 95 por ciento se cometieron mediante comercio por internet y equivalen a un monto de 2 mil 917 millones de pesos«, agregó Castellanos Pascacio.
Efectos colaterales
Los usuarios no son los únicos afectados por los fraudes, los contracargos que reciben las tiendas también resultan en afectaciones para los comercios.
Los contracargos son ocasionados porque los defraudadores toman de alguna forma posesión de los datos de la tarjeta de la víctima, compran mercancía en línea y la persona afectada se da cuenta hasta un mes después cuando llega su estado de cuenta, por lo que desconoce el cargo.
«El banco toma el dinero del comercio y el comercio se queda sin el producto y sin el ingreso. Es un problema enorme.
«Una de las principales causas de no sobrevivencia de los emprendimientos digitales es por este fraude», explicó Antonio Martínez Bretón, Shopify Agency partner manager.
En muchos de los casos el vendedor sabe a dónde envió la mercancía que resultó en un contracargo, sólo sería cuestión que las autoridades tipificarán este fraude para poder perseguirlo, agregó Martínez Bretón.
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En tanto, Pierre Claude Blaise, director general de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), aseguró que se necesita de las autoridades y el sector privado para tener un programa de acción que involucre la prevención, capacitación para evitar fraudes y persecución de los defraudadores.
El T-MEC va a jugar un papel clave para el despliegue de un sistema antifraudes en México, añadió el director.