«Proyectos de muerte» es el nombre que reciben los planes de exploración, extracción y explotación de recursos naturales que resultan dañinos para el medio ambiente y no respetan los procesos de autodeterminación de las comunidades donde se encuentran.
El Colegio de Postgraduados – Campus Puebla ha documentado que el «Proyecto de Muerte» Ixtaca constituye uno de los conflictos socioambientales y minería a cielo abierto en la Sierra Norte de Puebla, México.
A pesar de que Puebla no es productor de oro y plata, en 2015 el gobierno concesionó alrededor de 169 mil 320 hectáreas en 103 títulos mineros, donde los principales minerales para explotar según el Sistema de Administración Minera (SIAM) serán oro (18 por ciento), plata (18 por ciento), zinc (16 por ciento), cobre (15 por ciento) y plomo (13 por ciento) (SIAM, 2016).
En la Sierra Norte de Puebla se realizan actividades de exploración del proyecto minero de oro, plata y cobre. El proyecto Ixtaca está ubicado en el municipio de Ixtacamaxtitlán, se encuentra en etapa avanzada de exploración y lo ejecuta Minera Gavilán, SA de CV, empresa mexicana subsidiaria de la canadiense Almaden Minerals. Esta empresa, descubrió en el 2010 que en la zona había mineralización de oro y plata en el subsuelo, con una ley de dos gramos de oro por tonelada equivalente.
Para el año 2012, bajo el amparo de los títulos 241003 y 241004 adjudicados a la empresa Minera Gavilán S.A. de C.V., con vigencia hasta el año 2062 y prorrogables otros 50 años, se concesionaron 55 mil 885 hectáreas (SIAM, 2016), que corresponden al 97.5 por ciento del área autorizada para la minería en la Sierra Norte de Puebla.
Para el 2013, en la exploración se habían realizado aproximadamente 400 barrenos, calculando 1.35 millones de onzas probadas de oro equivalente, 2.18 millones de onzas indicadas y 717 mil onzas inferidas, lo cual lleva a formular un plan de explotación de la mina de 14 años para el proyecto Ixtaca (publicado en la página web de Almaden Minerals).
Semarnat rechaza el proyecto
En diciembre de 2020, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) rechazó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Proyecto de Explotación y Beneficio de Minerales Ixtaca de Minera Gorrión, filial de la empresa canadiense Almaden Minerals, según un comunicado de la empresa a inversionistas.
Las y los integrantes de la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua y las organizaciones que durante nuestros años de resistencia al conocer el rechazo de la MIA celebraron la decisión de la Secretaría y aunque reconocieron este acto como un pequeño triunfo para las comunidades reconocen que el proyecto sigue vigente y que esto no pone fin a las pretensiones de Almaden Minerals de imponer un proyecto de muerte en el territorio.
Defensores del Territorio afirman que la resistencia crece, más pobladores están tomando consciencia de la dimensión del proyecto minero y se han sumado al rechazo.
“Por más de una década, las comunidades organizadas de Ixtacamaxtitlán hemos manifestado nuestro rechazo al proyecto de Almaden Minerals y hemos luchado para desmantelar las mentiras de la minera. Esta lucha se intensificó en los últimos dos años, cuando la empresa manifestó sus intenciones de iniciar la explotación de la mina. Tras la Reunión Pública de Información, realizada el 25 de junio de 2019, como parte del procedimiento de evaluación del impacto ambiental, comunidades, académicos y defensores de derechos humanos manifestamos a la Semarnat en 17 ponencias los motivos científicos, técnicos y sociales por los que el proyecto minero en Ixtacamaxtitlán es inviable, dadas las graves e irreversibles consecuencias que tendría para el medio ambiente, para toda la cuenca del río Tecolutla y para todo el sistema agroforestal del que depende la vida de las comunidades originarias de la región.
Defensores del territorio
“El 22 de octubre de 2019, más de 40 comunidades organizadas en la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida Atcolhua entregamos a la Semarnat actas de asamblea con tres mil 500 firmas, en las que en un ejercicio de autodeterminación hicimos de conocimiento a la autoridad ambiental que rechazamos el proyecto minero y negamos nuestro consentimiento para su realización», dice el comunicado emitido por las organizaciones que defienden el territorio.
Rechazo de los pobladores
En dicho escrito, las organizaciones defensoras del territorio manifiestan: “Almaden Minerals ha violado los derechos de las comunidades desde que inició la exploración en Ixtacamaxtitlán y continúa mintiendo a sus inversionistas y al público. En su comunicado, en el que la empresa manifiesta su decepción con la decisión de la Semarnat, cita un documento de la entonces Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), ahora INPI, diciendo que ‘tras analizar el caso, se consideraba que no era necesaria la consulta (a las comunidades) ya que los datos analizados indicaban la ausencia de población indígena en el área del proyecto’, lo cual fue desmentido por el mismo Instituto, que señaló que tanto en el municipio de Ixtacamaxtitlán como en el área de influencia del Proyecto Minero Ixtaca existe población indígena y que, por tanto, el Estado mexicano se encuentra obligado a cumplir con los tratados internacionales en materia de derechos de los pueblos indígenas.
“La empresa también señala en su comunicado que ha cumplido con la Evaluación de Impacto Social; sin embargo, este supuesto estudio, pagado por la empresa, nunca se hizo público y nunca fue entregado a las comunidades. Todos los demás argumentos mencionados en su comunicado para convencer a los inversionistas y al público del supuesto proyecto ‘responsable con el medio ambiente` han sido ampliamente rechazados por las comunidades con argumentos científicos, técnicos y con un enfoque en derechos humanos.
“Recalcamos que ni Almaden Minerals, ni sus filiales u otras empresas mineras han tenido o tendrán el permiso de las comunidades para explotar los bienes naturales de su territorio. Si Almaden Minerals insiste en su proyecto de muerte, las comunidades estaremos en pie de lucha para evitarlo”.