Las empresas asiáticas involucradas en la crisis de microchips que afecta a la industria automotriz

La escasez mundial de semiconductores afecta a la industria automotriz en un momento crítico en que el sector comenzaba a recuperarse en sus niveles de producción tras la desaceleración ocasionada por la pandemia. Estas son las empresas de electrónica detrás de la crisis.

Las empresas asiáticas involucradas en la crisis de microchips que afecta a la industria automotriz

Autor: El Ciudadano México

Gerardo Sifuentes

La reapertura de las fábricas de semiconductores, cerradas por las restricciones de la pandemia de Covid-19, las sorprendió con una gran cantidad de pedidos para el ensamble de todo tipo de aparatos electrónicos, relegando sus compromisos con las armadoras de automóviles. «Al igual que otros fabricantes de automóviles, actualmente estamos experimentando algunas interrupciones en la cadena de suministro de partes debido al Covid-19, incluida la disponibilidad global de semiconductores», mencionó en un comunicado de prensa la marca británica de automóviles de lujo Jaguar Land Rover. “La escasez está teniendo un impacto en nuestros programas de producción y nuestra capacidad para satisfacer la demanda global de algunos de nuestros vehículos». Esta noticia se sumó a los paros técnicos anunciados en semanas recientes de las armadoras más importantes del mundo como Volkswagen, Daimler, Renault, Mazda, Toyota, Honda, Fiat, Peugeot, Nissan, GM y Ford.

En esa situación se encuentra la planta armadora de Volkswagen de Cuautlancingo, Puebla.

El inicio de la pandemia de Covid-19 no solo provocó que la demanda de automóviles disminuyera, sino también que debido a las condiciones de confinamiento se incrementase la demanda de aparatos electrónicos para estudiantes y trabajadores que se vieron obligados a seguir nuevas rutinas desde sus hogares. La empresa que domina dos terceras partes de la producción mundial de microchips, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company Limited (TSMC) se volcó a satisfacer los pedidos para la fabricación de tablets, PCs, teléfonos celulares y pantallas, al igual que sus más cercanos rivales, aunque con mucho menor participación en el mercado, Samsung e Intel.

Cada automóvil moderno puede tener hasta mil componentes electrónicos, y entre estos están los llamados microcontroladores. Estos circuitos integrados forman parte de piezas conocidas como unidades electrónicas de control (UEC) que se utilizan prácticamente para todos los sistemas digitales, eléctricos y electromecánicos de los vehículos; motor, transmisión, frenos antibloqueo (ABS), carrocería, sistemas avanzados de control, etc.

El problema continuará varias semanas

Empresas importantes dedicadas al ensamble de las UEC, como Bosch y DENSO, compran los microcontroladores y circuitos integrados analógicos con proveedores externos, entre ellos a TSMC, pero hasta el momento no han recibido suficientes piezas para satisfacer la demanda. Si a esto le sumamos los tiempos de fabricación y envío, que pueden variar entre 12 y 16 semanas por microcontrolador (aunque hay algunos cuya complejidad les puede llevar 26 semanas), aunado a los tiempos de ensamble de las UEC, el panorama luce complicado. Aunque la industria global de semiconductores está sostenida por alrededor de 90 empresas, TSMC abastece el 70 por ciento de los microcontroladores para la industria automotriz, pero la venta de estos componentes, a diferencia de los que fabrica para la electrónica de consumo, constituyen apenas el tres por ciento de sus ingresos, por lo que no están precisamente dentro de sus prioridades. El resto del mercado en esta área en particular se lo reparten Samsung (Corea del Sur), United Microelectronics Corp (Taiwán), SMIC (China) y GlobalFoundries (EUA), cuya situación como proveedores es similar.

Esta dependencia hacia un puñado de proveedores extranjeros, situación calificada en términos simples por la analista del sector automotriz IHS Markit como “poner todos los huevos en la misma canasta”. De acuerdo con Reuters, la situación ha llevado considerar seriamente a los gobiernos de Alemania y Francia a invertir miles de millones de euros en planes de ayuda estatal para apoyar la construcción de fábricas de microchips locales y el desarrollo de semiconductores de próxima generación.

Cabe recordar que el pasado 27 de abril, la armadora alemana Volkswagen, instalada en Cuautlancingo, anunció los paros técnicos en las líneas de producción de Tiguan y Jetta, las cuales interrumpirán sus actividades del 3 al 19 de mayo.

Con información de IHS Markit.


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