Los impresentables de Eduardo Rivera

El recién llegado edil capitalino se nota cómodo y libre, pese a existir una gubernatura morenista en el estado; tanto que sin sonrojos invitó a su toma de protesta al panista Felipe Calderón, y al priista Melquíades Morales

Los impresentables de Eduardo Rivera

Autor: Israel Velazquez

Lo inédito: un hombre con poder, formado en la izquierda mexicana, reconoce como decente y experimentado a otro, formado en la ultraderecha. Ambos, de Puebla. Ambos, políticos. Ambos, primero aliados y luego adversarios del exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

Los dos coexistirán durante tres años en una ciudad que ya no es tan conservadora, que pugna por libertad, por seguridad, por un diálogo ausente en Puebla desde los tiempos de Manuel Bartlett Díaz, o quizá desde mucho antes.

Algo se movió para que, con libertad, Eduardo Rivera Pérez invitara a su toma de protesta como presidente municipal a personajes tan cuestionables como el expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa y a su esposa Margarita Zavala, y el exgobernador priista Melquíades Morales Flores…, pasando por el hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong.

¿A alguien no le queda clara esa señal?

Calderón metió al país en una ola de violencia que aún no ve puerto; Melquíades Morales fue uno de los cerebros que dieron forma al morenovallismo, y Osorio Chong, otrora incondicional de Enrique Peña Nieto, es ejemplo vivo de que a ciertos políticos no les importa el tráfico de influencias ni el conflicto de interés.

Todos estuvieron, sin importarles la facha, en el Centro Expositor de la ciudad de Puebla para ser testigos del fin de una administración municipal, la de Claudia Rivera Vivanco, y el comienzo de una nueva, la de Eduardo Rivera Pérez.

El reto de este último, por si alguien tiene pendiente, es infinitamente mayor que el asumido en su primera gestión, allá por los años 2011-2014. No necesita curva de aprendizaje, pero tampoco le está permitido repetirse y menos equivocarse.

La libertad que tuvo para elegir a quién invitar en su día fue tal que pudo hacer que coincidieran Luis Miguel Barbosa Huerta, gobernador, y Felipe Calderón Hinojosa, expresidente de la República.

El último escarceo nada amoroso entre ambos animales políticos se dio en mayo cuando en Puebla Calderón dijo:

“Pregúntenle a los poblanos qué prefieren, que Eduardo se dedique a combatir a los delincuentes o darles abrazos, (…) estoy seguro de que los poblanos, independientemente de la demagogia, de la verborrea que es lo único que sabe hacer esta izquierda radical, prefieren que haya un gobierno con pantalones”.

En Puebla, respondió Barbosa:

“Se va a aplicar la ley y por primera vez los resultados del proceso electoral serán legales, porque no hay manejo de recursos públicos desde el gobierno del estado”.

Uno, Barbosa, augura tres años de progreso yendo una vez más en contra de la administración de Claudia Rivera, formada en el activismo, y consideró al nuevo alcalde como “hombre decente y político experimentado.”

El otro, Calderón, dijo que el triunfo de Rivera muestra que los votantes optan por gobiernos que vienen del Partido Acción Nacional. Ajá.

Rivera Pérez aún está de luna de miel pagada con el hartazgo de una administración de ocurrencias, como la de Claudia Rivera, y que eso le da margen para dejarse ver con Calderón, a quien, además, se le debe que al poder haya llegado una camada de priistas protegidos por Enrique Peña Nieto.

¿Qué busca Rivera Pérez con semejantes padrinazgos? Una mínima expresión de apoyo de Calderón hunde a cualquiera, y el nuevo presidente municipal no tiene inmunidad: comienza a minar, desde el primer día de su gobierno, el apoyo que tuvo de los líderes de colonia, empresarios e Iglesia.

Al margen

En México, se lavan al año hasta 44,000 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones de Global Financial Integrity (GFI) que analiza crímenes financieros, corrupción y blanqueo de capitales. Revise aquí el estudio completo.

Tips: @IsraelV_mx

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* Periodista originario de Guanajuato y radicado en Puebla. Ha colaborado en los periódicos Milenio, El Financiero, Correo de Guanajuato, El Popular de Puebla y AZ de Xalapa; diplomado en Periodismo de Investigación en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México-Proceso y diplomado en Periodismo de Investigación en el CIDE.


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