Entre llantos, rezos y nervios, los padres de Ximena Quijano Hernández, José Antonio Parada Cerpa y Francisco Javier Tirado Márquez escucharon el fallo condenatorio en contra de los asesinos de sus hijos.
Tuvieron que pasar cerca de 26 meses desde el asesinato de los tres jóvenes para que sus familias tuvieran un momento de calma en sus corazones al escuchar la sentencia de la juez de distrito, Ana Alicia Rodríguez Ponce.
Fue en febrero de 2020 cuando les arrebataron una parte de su vida, en Santa Ana Xalmimilulco, comunidad de Huejotzingo, lugar en el que fueron encontrados sin vida, Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada Cerpa, dos jóvenes colombianos que estaban en México para continuar sus estudios de medicina en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Junto a ellos, también estaban los cuerpos de Francisco Javier Tirado Márquez, alumno de medicina en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) quien los acompañó al carnaval de Huejotzingo, y Josué Emanuel Vital Castillo, conductor de la unidad de UBER en la que viajaban.
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Entre llantos y dolor de las familias… risas de los culpables
Con dolor, nervios, rezos, y llantos, los padres de Ximena y José Antonio quienes viajaron desde Colombia, así como la madre de Francisco Javier esperaban impacientes el momento en el que diera inicio la audiencia en la que las autoridades judiciales presentarán su resolución.
Pocos minutos después empezaron a desfilar frente a ellos Lisset N, Ángel N y Pablo de Jesús N, los presuntos asesinos de sus hijos, quienes una vez sentados al otro de la sala comenzaron a reír entre ellos, sin saber que horas más tarde sus sonrisas se transformarían en un semblante de preocupación.
Durante la audiencia, los imputados se negaron a usar su derecho a hablar mientras se agachaban, sin embargo, Ángel N, negaba con la cabeza y con cierta impotencia las acusaciones en su contra que desahogaron los abogados de las víctimas.
Mientras tanto, al otro lado de la sala Sonia Hernández, madre de Ximena Quijano, comenzó a apretar el rosario que tenía en su mano izquierda, al tiempo que se quebraba en llanto al escuchar a los abogados explicar que su hija murió por la lesión de los órganos internos causada por ocho impactos de bala.
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Madres sufren la muerte de sus hijos
Las madres de los tres jóvenes aprovecharon su oportunidad de hablar para dedicarles unas palabras a los presuntos asesinos de sus hijos, mientras que les pidieron a las autoridades judiciales que el caso no quedará impune, después de un proceso largo, doloroso y desgastante para ellas.
“Desde hace dos años mi vida se divide en un antes y un después, me llena mucho de rabia y coraje saber que los últimos minutos de mi hijo fueron con ustedes, me duele que fueran así, asesinado cruelmente por ustedes”
Cristina Márquez
Madre de Francisco Javier
“Lo que pase aquí desgraciadamente no nos devolverá a nuestros hijos, asesinados por gente como ustedes, gente que nunca debió nacer, pero espero que sirva para que nunca le vuelva a pasar esto a nadie más”
Sonia Hernández
Madre de Ximena Quijano
“Lo que vivimos hace dos años nos genera mucho dolor, uno se deshace, este juicio ha sido muy largo, doloroso y desgastante para todos nosotros, porque no sólo asesinaron a nuestros hijos, asesinaron a cuatro familias”
Angélica Cerpa
Madre de José Antonio
Una vez concluida la audiencia, los padres de las víctimas suspiraron, sonrieron, y se abrazaron al escuchar que la autoridad judicial otorgó el fallo condenatorio contra los acusados por su culpabilidad en la comisión de los delitos de robo agravado, y homicidio calificado.
Ilustración: Iván Castillo