A los 87 años, Norberto González de Vega mantiene una vida activa entre golf y trabajo. A pesar de su retiro hace 15 años, sigue siendo un referente en la cirugía cardiaca. Su técnica, publicada en 1972, revolucionó el campo y se mantiene relevante en la actualidad. Esta técnica, conocida como «anuloplastia de De Vega«, ha sido fundamental en la cirugía cardíaca moderna.
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La técnica de De Vega, inicialmente llamada «anuloplastia selectiva, regulable y permanente«, es reconocida por su eficacia y simplicidad. Su desarrollo surgió tras observar la insuficiencia de la válvula tricúspide, una patología que no se consideraba grave. De Vega ideó una sutura económica que soluciona esta insuficiencia, y que sigue siendo utilizada debido a su bajo costo y alta eficacia.
El interés de De Vega en la cirugía cardíaca comenzó en los años 50, cuando asistió a la primera operación con circulación extracorpórea en España. La curiosidad y el desafío lo llevaron a desarrollar su técnica innovadora. A pesar de los avances tecnológicos y las opciones más caras en la actualidad, su método sigue siendo preferido en muchos países en desarrollo por su simplicidad y coste.
Hoy en día, la técnica de De Vega es comparada con los modernos anillos de anuloplastia, más costosos y complejos. A pesar de las alternativas, la técnica de De Vega continúa siendo valorada por su eficacia y bajo coste. Recientemente, De Vega recibió el Premio Rábago 2024 por su contribución duradera a la cirugía cardíaca.
La perdurabilidad de la técnica de De Vega destaca en un campo en constante evolución. Su enfoque sencillo y efectivo sigue siendo una opción confiable, y su influencia se siente en todo el mundo.
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Foto: Redes
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